La ambliopía u ojo vago es la falta de capacidad visual en uno o rara vez ambos ojos, a pesar de una estructura normal del ojo y de las vías visuales. Es la causa más frecuente de disminución de visión en la infancia y tendrá consecuencias en la edad adulta si no es detectada y tratada de forma precoz.
Causas
La principal causa de ambliopía es el estrabismo, seguido de la anisometropía (diferencia de refracción entre los dos ojos, sobre todo si es mayor de 1.5 dioptrías). Otras causas menos frecuentes son: los defectos de refracción bilaterales elevados; alteraciones motoras como el nistagmos; ptosis palpebral; catarata congénita, lesiones retinianas etc. En definitiva, cualquier causa que impida la estimulación visual de un ojo durante el desarrollo de la vía visual.
Consecuencias
Las consecuencias sobre el desarrollo visual dependen del momento de aparición y de la causa. Por lo general cuanto más pequeño sea el niño cuando aparece la causa de ambliopía, mayor será la repercusión sobre la agudeza visual ya que la inmadurez de la vía visual es mayor. Se considera que la vía visual se está terminando de desarrollar alrededor de los 8 años. Este dato es fundamental ya que implica que cualquier ambliopía debe ser detectada y tratada antes de esta edad si queremos tener una buena visión en la edad adulta. Concretamente los 4 años se considera la edad crítica para conocer el estado de desarrollo, ya que a partir de esta edad se produce una disminución del 50% de la plasticidad visual y la recuperación visual será más costosa.
Diagnóstico
En España el cribado del desarrollo visual lo realizan los pediatras. Existen distintos protocolos, pero en resumen todos van dirigidos a realizar una inspección del globo ocular, un test de reflejo rojo y una valoración de la motilidad ocular extrínseca durante los primeros 6 meses de vida. Entre los 3 y 5 años se deberá comenzar a hacer tomas de agudeza visual de forma periódica. Se pueden emplear distintos optotipos para adecuarse a la edad del paciente y a su fase de aprendizaje. También el examen de cover test (valoración de forias y tropias) y la evaluación de la estereopsis (visión binocular) son importantes y son exploraciones sencillas que se pueden realizar en la consulta de primaria. Ante el hallazgo de cualquier alteración en la exploración o la toma de una agudeza visual insuficiente para la edad del paciente, se deberá derivar al niño a la consulta del especialista.
Tratamiento
En cuanto al tratamiento, consistirá en primer lugar en detectar la causa de la ambliopía y corregirla en caso de ser tratable (catarata, ptosis, anisometropía…). Es fundamental la prescripción de la corrección óptica ya que con esta medida se corrigen la mayor parte de las ambliopías (secundarias a estrabismo y refracción). Se irá controlando la ganancia de agudeza visual hasta que se estabilice y si sigue habiendo margen de mejoría se pasará a forzar el uso del “ojo débil”. Esto se puede realizar mediante la oclusión con parche o penalización farmacológica (mediante midriáticos) del “ojo bueno”.
Si la causa de la ambliopía es el estrabismo, se procederá a valorar cirugía para conseguir el correcto alineamiento ocular una vez se haya conseguido el máximo desarrollo visual de ambos ojos con las medidas descritas.