¿Están los niños bien protegidos del sol?


Dra. Mónica López Campos. Especialista en Pediatría. Beatriz Borao Pallas. Graduada en Medicina y MIR Pediatría. Paula Manero Montañes. Graduada en Enfermería y EIR Pediatría. Ignacio García Ascaso. Graduado en Enfermería. Dra. Carmen Puig García. Especialista en Pediatría y Coordinador del EAP. Mª Carmen Viñas Viamonte. Centro de Salud Actur Norte, Zaragoza

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En las últimas décadas se ha detectado un aumento peligroso de casos de cáncer de piel. Las radiaciones solares, un cancerígeno más potente que el tabaco, son las responsables de más del 80% de los casos.

En España se diagnostican al año unos 5.000 casos de melanoma, el tipo de cáncer cutáneo con peor pronóstico, y aproximadamente 71.000 casos de cáncer no melanoma. Sin embargo, es el tumor más fácilmente prevenible y de buen pronóstico cuando se trata a tiempo.
Las lesiones producidas durante la infancia y la adolescencia constituyen un factor de riesgo para el desarrollo de cáncer cutáneo en la etapa adulta. Se estima que los niños que han sufrido más de 3 quemaduras en la infancia tendrán 10 veces más riesgo de sufrir melanoma en la etapa adulta.
Entre un 50 y 80% del daño por la exposición solar que un individuo recibe durante toda la
vida se realiza durante la infancia y la adolescencia, por ello es de vital importancia una protección adecuada.

Factores de riesgo

En la siguiente tabla vemos los distintos factores que aumentan el riesgo de efectos nocivos por la exposición solar. TABLA

Medidas de protección

Se denomina “Fotoprotección” a todas aquellas medidas adoptadas para proteger a la piel de la exposición solar tales como conductas de evitación solar, la protección con métodos barrera y el uso de fotoprotectores.
Debido a su especial sensibilidad a los efectos negativos de la exposición solar, los niños son uno de los grupos en los que se debe extremar los cuidados ante las radiaciones solares.
Los menores de 3 años no deben exponerse al sol. Especialmente importante es no exponer a los menores de 6 meses al sol, sin embargo, si no es posible su protección con sombra y ropa, se puede utilizar protector solar físico en zonas pequeñas expuestas.
• La ropa es el mejor método de protección solar (+50 UPF).
• Sombreros de ala ancha
• Gafas de sol oscuras, con filtro UV
• Permanecer a la sombra
• Filtros solares de elevado factor SPF y resistentes al agua
• Protección incluso en días nublados
• Aplicar el protector solar previa a la exposición y reaplicar frecuentemente
• No olvidar una adecuada hidratación.

Factores de fotoprotección

Los fotoprotectores son sustancias que, aplicadas en la piel, evitan la penetración cutánea de la radiación UV y los posibles daños derivados de esta. Aunque no garantizan la prevención del cáncer de piel por sí solas si no lo asociamos a una disminución en la exposición solar. Estos deben proteger frente a la radiación UVB, causante de las quemaduras solares, y UVA determinantes del envejecimiento prematuro de la piel.
Los filtros solares pueden clasificarse en: físicos u inorgánicos, los cuales son impermeables a la luz solar y actúan reflejándola, y químicos u orgánicos, que absorben la radiación UV y pueden producir reacciones cutáneas. En los niños menores de un año son de elección los filtros físicos.

Se deben aplicar sobre la piel seca de manera generosa de 15 a 30 minutos antes de la exposición al sol y repetir cada dos horas o tras un baño duradero, aun si son resistentes al agua. Las partes del cuerpo más sensibles a esta exposición son la cara, cuello, escote u hombros, y sobre ellas se debe prestar especial atención en la aplicación. Es importante tener en cuenta que las radiaciones UV son capaces de atravesar las nubes, por lo que se deben aplicar a pesar de estar en un día nublado.
El factor de protección solar (FPS) indica el número de veces que el fotoprotector aumenta la capacidad defensiva de la piel frente al enrojecimiento previo a la quemadura solar.

Conclusión

Los niños son la población más vulnerable a la radiación del sol. Por otro lado, desarrollan su actividad al aire libre en numerosas ocasiones, junto al desconocimiento del riesgo de dicha exposición al sol, lo que hace de ellos un grupo especialmente sensible.
La concienciación de los padres sobre la necesidad de proteger y crear hábitos adecuados ante la radiación solar continuándola en la edad adulta podría disminuir el riesgo de presentar un cáncer de piel en la vida de un individuo. Se estima que hasta un 80% de los casos de cáncer cutáneo podría evitarse mediante estas medidas preventivas.
A este fin han surgido una serie de campañas educativas destinadas a mejorar el conocimiento de niños y padres acerca de medidas de fotoprotección, para lograr cambios en el comportamiento frente a la exposición solar.
Entre ellas, se encuentra la campaña anual Euromelanoma 2019, un proyecto dirigido por una red de dermatólogos europeos y destinado a promover la detección precoz y el tratamiento del cáncer de piel. Esta campaña cuenta con el “Día de Evaluación del Melanoma” en la que se realizan revisiones de piel gratuitas al público.
En nuestro ámbito el Gobierno de Aragón ha promovido la iniciativa “Sol Sano”, dirigida a toda la comunidad escolar y sus familias, concretamente el curso 1º de Educación Primaria (6 años). Promueve actitudes y hábitos para el cuidado de la piel frente a los efectos de la radiación solar.