Gratitud y agradecimiento hacia la Enfermería


José Ignacio Martín Badules. Enfermero y responsable de los Cuidados Espirituales-Religiosos del Hospital Universitario de Navarra

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Ha tenido que ser esta pandemia, la cual se veía muy lejana, la que nos ha obligado a los enfermeros/as a “resetearnos” y a recordar y a poner en práctica esos valores humanos y técnicos que nos legó esa gran mujer, Florence Nightingale, precursora de la Enfermería moderna.

“La tempestad de esta epidemia, ha desenmascarado nuestra debilidad” y nos ha enseñado a ser más humanos.
Como enfermero y responsable de los Cuidados Espirituales-Religiosos del Hospital Universitario de Navarra me siento orgulloso del trabajo de toda la enfermería de este H.U.N.

Valorando vuestra profesionalidad, vuestra entrega, vuestra disponibilidad y, especialmente, vuestra vocación en la atención a los más necesitados de esta pandemia; pero visualizar el grado de compromiso de esta profesión en unos momentos tan difíciles ha sido para mí algo insuperable; verdaderamente emocionante.

Profesionales trabajando en primera línea, sin tener en cuenta su horario, siempre queriendo dar más, con disponibilidad absoluta, con gran complicidad, con gran empatía hacia el paciente y familiares, y en ocasiones con miedo en diferentes momentos. Un miedo que, con entrega y coraje, se iba transformado en fuerza para vencer en esta lucha.

En los momentos iniciales existía mucha incertidumbre, inseguridad y desconocimiento, las direcciones, tuvieron que tomar decisiones de mucho calado (algunas de ellas suponían cambios impensables en el hospital). Situaciones que dificultaban enormemente la toma de decisiones como podían ser las visitas de familiares; y es aquí, en la adversidad, donde aparece la enfermería con su actuación profesional creativa adaptando sus actuaciones a estas situaciones especiales y a pacientes concretos, en definitiva personalizando su atención.

Sensibilidad y entrega

Sin duda, habrá un antes y un después para la Enfermería que no permitirá aceptar la expresión simplista: La enfermería es importante porque pasa 24 horas con el paciente o porque está a pie de cama”. No, ya no; Con esta pandemia se ha evidenciado, una vez más, que la profesión de enfermería ocupa un espacio en la atención sanitaria bastante amplio.

Habéis liderado el proceso de prevención, aislamiento, atención, gestión y cuidado en pacientes graves con tratamientos agresivos y en un entorno que habéis tenido que adaptar con las sugerencias e iniciativas, en su gran mayoría, del personal de vuestro colectivo visibilizándose el verdadero LIDERAZGO ENFERMERO-A.

Si algo podemos destacar de este grupo profesional-sanitario, es su sensibilidad y entrega. Yo, lo he podido percibir en su complicidad, en la sonrisa de sus ojos, en sus silencios, en el compañerismo, en ese deseo de darlo todo, incluso en cuarentena, aportando acciones de enfermería novedosas para vencer a un virus nuevo en un paciente pluripatologico y complejo.

La vocación y profesión de enfermería ha reflejado una vez más la capacidad de avanzar en situaciones tan adversas manteniendo intactas características de la profesión, tales como, profesionalidad, cuidados, cualificación, humanidad, investigación. Habéis adquirido formación sobre cómo actuar ante la Covid 19 de manera excesivamente rápida abordando las diferentes situaciones y los diferentes pacientes, con una situación altamente cambiante.

Con orgullo podemos decir que no se ha descuidado el detalle, y habéis logrado un aumento de las habilidades interpersonales que le han dado coexistencia al equipo en momentos muy difíciles.

Esta situación a todos nos ha obligado a ser fuertes y dar respuestas rápidas. Estaba en juego la vida de personas y no podíamos dejar vencer a este virus, no podíamos verles sufrir; su sufrimiento nos generaba pena y desconsuelo en un momento en el que no podíamos desfallecer. Lo habéis conseguido, habéis salvado muchas vidas, debéis de estar orgullosos-as de vuestro trabajo, pero aún no hemos acabado, nos encontramos en una fase donde debemos de seguir vigilantes e incorporar acciones, procedimientos y estructuras que garanticen encontrarnos en unos Centros Seguros como tienen que ser los Hospitales y Residencias de Mayores de nuestra C. Foral de Navarra.

Ha sido un trabajo duro, intenso, de muchas horas y muchos días; la Enfermería y el resto de sanitarios han recibido muchos reconocimientos, pero es necesario que ese reconocimiento no se olvide y se mantenga en el tiempo. Habéis conseguido con creces los objetivos marcados por la campaña global Nursing Now, especialmente el primero, propiciando el liderazgo de los enfermeros/as en las organizaciones políticas y sanitarias.

Nos estáis dando lo mejor de vuestra profesión recordándonos que en esta situación difícil era el momento idóneo para hacer visible los verdaderos valores de la Enfermería y que fueron los mismos que animaron a esta gran mujer Florence Nightingale, la Hospitalidad, la Solidaridad, los Cuidados, el bien hacer con conocimientos y habilidades técnicas y de investigación. Creo, sinceramente, que la enfermería lo ha demostrado con creces.

En los inicios de esta pandemia, todos nos encontrábamos asustados y desconcertados, a todos nos sorprendió la tormenta de este virus y en esta barca estábamos todos; pero hemos sentido que no estábamos solos porque un colectivo de personas con su humanidad y profesionalidad nos acompañaban y nos cuidaban.

Enhorabuena a toda la enfermería por vuestro gran trabajo en esta pandemia. ¡Habéis salvado muchas vidas! ¡Feliz día de la Enfermería Internacional a todos los Enfermeros-as!