El hipertiroidismo se refiere a una glándula tiroides hiperactiva, lo que implica un aumento en la función de dicha glándula. Esto acelera el metabolismo del cuerpo, provocando una variedad de síntomas como ansiedad, temblores en las manos y pérdida de peso a pesar de un apetito normal o aumentado. Durante el embarazo, muchos síntomas inespecíficos asociados al mismo son similares a los causados por el hipertiroidismo, como la taquicardia, la intolerancia al calor y el aumento de la sudoración.
El hipertiroidismo es poco común durante el embarazo, ocurriendo en aproximadamente un 0.1% a 0.4% de todos los embarazos. El diagnóstico durante el embarazo se basa en la detección de niveles de hormonas tiroideas que exceden el rango normal para este período. Las causas más frecuentes durante el embarazo suelen ser la enfermedad de Graves (presente en un 0.1% a 1% de todos los embarazos) y el hipertiroidismo mediado por la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) (1% a 3% de los embarazos).
Si ya se ha diagnosticado hipertiroidismo antes del embarazo, es fundamental tratarlo y, si es posible, controlarlo antes de la gestación para evitar la necesidad de medicación durante este período. En caso de tratamiento con yodo radiactivo o cirugía, se recomienda esperar al menos 6 meses antes de intentar concebir, permitiendo así verificar si la producción de hormona tiroidea es normal, ya que estos tratamientos podrían causar hipotiroidismo, que implica una baja producción de hormona tiroidea y esta condición puede afectar la fertilidad o el desarrollo del bebé al inicio del embarazo.
El hipertiroidismo leve durante el embarazo, por lo general, no suele causar problemas para la madre ni para el bebé. Sin embargo, el hipertiroidismo grave no tratado puede generar complicaciones, como problemas cardíacos en la madre o el desarrollo de preeclampsia. Asimismo, puede ocasionar problemas en el embarazo, como parto prematuro o pérdida del embarazo (aborto espontáneo).
El tratamiento del hipertiroidismo durante el embarazo depende de la causa y su gravedad. El hipertiroidismo mediado por hCG, por lo general, no requiere tratamiento, ya que tiende a desaparecer por sí solo más adelante durante el embarazo. El hipertiroidismo leve debido a la enfermedad de Graves generalmente tampoco necesita tratamiento, pero se requiere un seguimiento médico con análisis a lo largo del embarazo. En cambio, el hipertiroidismo grave debido a la enfermedad de Graves sí requiere tratamiento, generalmente con medicamentos llamados tionamidas.
Durante el embarazo, se realizarán controles ecográficos del bebé. Aunque las probabilidades de que tu bebé esté sano son altas, en casos raros, los bebés nacidos de madres con enfermedad de Graves también pueden desarrollar hipertiroidismo. Es importante destacar que tanto el parto como la lactancia suelen ser normales en pacientes que han tenido hipertiroidismo durante el embarazo.
AUTORES
Valeria González Sacoto, Leticia Serrano Urzaiz, Macarena Lacarta Benítez, Carlos Moreno Gálvez, Lidia Olivar Gómez. MIR. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza