¡Hola Climaterio!


Cristina Gómez Mariñelarena, Maite Aramburu Elósegui

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El climaterio es una etapa de la vida de la mujer que socialmente se ha impregnado de connotaciones negativas dignas de desmitificarse. Conceptos claros y sencillos pueden ayudar a la mujer a conocer los procesos fisiológicos que suceden en esta etapa, así como los hábitos de vida y cuidados saludables.

Esta fase del climaterio se debería vivir como una preparación, un trampolín hacia esa “segunda primavera” en la cual vamos a darnos prioridad, vamos a hacer aquello que nos guste, estar con quien nos agrade, es una época en la que aprendemos a querernos aceptándonos nuestras fortalezas y también todo aquello que no es tan positivo, pero que también es nuestro.

Durante ésta época de la vida la mujer cuenta con el apoyo de profesionales especializados a los que puede acudir.

¿De qué hablamos?

Climaterio:
En ésta etapa el ovario cesa su actividad de tal manera que deja de producir óvulos (cese de la fertilidad) y deja de secretar hormonas. Pueden aparecer alteraciones en el ciclo menstrual: ciclos irregulares, ciclos cortos, manchados esporádicos, sangrados abundantes, ausencia de sangrado durante unos meses. Su aparición suele ser alrededor de los 45- 50 años.

Menopausia:
es la fecha de la última regla. Se considera como última cuando ha trascurrido un año sin menstruación. Por eso no lo sabremos hasta que se haya cumplido un año entero sin menstruaciones.

El cambio hormonal puede producir síntomas que puede incluir:

A corto plazo: sofocos, sudoración, palpitaciones, irritabilidad, nerviosismo, labilidad emocional, “mal de huesos”, tendencia a la obesidad, etc.

A medio plazo: cambios a nivel del aparato genitourinario, muscular, perineal y de piel. A largo plazo: osteoporosis y aumento del riesgo de alteraciones cardiovasculares.

¿Qué hacemos si…?

Aparecen sofocos, oleadas de calor acompañadas de sudoración. Generalmente, afectan al 75-80% de las mujeres el primer año, más del 25% los padecen más de 5 años. A menudo se desencadenan por estrés, conflictos, emociones, nerviosismo. Mejoran con:

  • Técnicas de autocontrol: respiración, relajación, pensamientos positivos
  • Masajes, aromaterapia
  • Entorno fresco
  • Ropa de algodón, evitando tejidos sintéticos y ajustados que no transpiran
  • Evitar excitantes: té, café, alcohol, bebidas calientes, picantes…
  • Uso del abanico
  • Realizar ejercicio físico
  • Beber infusiones de salvia, tila, melisa, valeriana…

A nivel genitourinario se puede percibir dolor con la penetración en el coito, escozor con la micción e infecciones recurrentes de orina. Conviene saber que generalmente se produce por la atrofia de los tejidos, que se traduce en debilitamiento y pérdida de la elasticidad de la musculatura perineal y sequedad vaginal. Ante ello se propone:

  • Hidratación diaria con crema sin perfume y con aceites vegetales.
  • Higiene genital moderada: una vez al día y evitando jabones.
  • Evitar el uso de salva-slips y compresas.
  • Utilizar ropa interior de algodón.
  • Evitar retener la orina, vaciar frecuentemente la vejiga.
  • Mantener las relaciones sexuales mejoran la circulación y la lubricación vaginal. Se pueden utilizar lubricantes. Tras el coito se recomienda miccionar y lavar la zona vulvar.

Si no mejora la sintomatología, acude a un profesional especializado quien, tras una valoración personalizada, te recomendará un tratamiento local o general individualizado.

Si aparece incontinencia urinaria sobre todo de esfuerzo, o de gases y/o heces, disfunciones sexuales o prolapsos (descenso de los órganos intra-abdominales) es porque se debilita el suelo pélvico y se compromete la suspensión de los órganos y la contracción de los esfínteres. Se puede prevenir evitando la obesidad, el tabaquismo y el estreñimiento. Asimismo se puede fortificar toda la zona del suelo pélvico con el entrenamiento muscular. Realizar ejercicios de Kegel (contracciones de la musculatura perineal practicada de manera regular), bolas chinas o conos vaginales que ayudan a tonificar esa zona.

Si notas que la piel pierde elasticidad y favorece la aparición de arrugas, es porque el déficit hormonal ocasiona adelgazamiento con atrofia epidérmica, sobre todo en las zonas expuestas a la luz. Se pierde humedad e hidratación interna. Por ello es conveniente beber agua y la utilización de cosméticos que mantengan la piel bien hidratada. Además se recomienda:

  • Higiene con jabón neutro
  • ¡Cuidado con el sol!
  • Revisar la vista y la dentadura
  • Higiene de la uñas
  • Alimentación rica en vitaminas y minerales, oligoelementos y agua.
  • Evitar tabaco, alcohol, drogas
  • Ejercicio físico

Si queremos retrasar la aparición de la osteoporosis, que es la pérdida de masa ósea, evitar el consumo de tabaco, café y té.

La alimentación debe ser variada, completa y rica en calcio, con consumo controlado de proteína.

Realizar ejercicio de manera regular al aire libre, la exposición a la luz natural ayuda a la fijación del calcio a los huesos.

Beber cerveza sin alcohol.

Para prevenir problemas cardiovasculares como alteraciones cardiacas, hipertensión o accidentes cerebro-vasculares, se eleva el riesgo durante el climaterio, se insiste en:

  • Dieta rica en alimentos cardiosaludables
  • Ejercicio regular

Conviene saber

La alimentación debe ser rica y variada, organizada en cinco comidas al día, comenzando por un buen desayuno e incluyendo los tentempiés del mediodía y de la tarde. Utilizaremos de preferencia alimentos frescos de temporada en raciones más pequeñas.

A veces los cambios corporales que asociamos a la vejez tienen más que ver con la inactividad, para lo cual debemos practicar de manera regular ejercicio físico adaptado a nuestra edad y nuestras capacidades, incorporando el trabajo de la musculatura perineal. Es necesario elegir atuendo y calzado adecuado. Vigila tus posturas, la posición de tu columna, cuando estás sentada como cuando estás de pie. Recuerda que el descanso es imprescindible para un buen vivir.

Respecto a la sexualidad, el paso del tiempo desde la pubertad y la madurez hasta la vejez va añadiendo valores y experiencia. Las formas en las que se manifiesta el erotismo van cambiando, el deseo y el goce sexual es patrimonio de todos y no se pierden. Por eso la mujer climatérica no debe pensar que ya se le pasó la época.

Además de la actividad física debemos mantener la mente ocupada potenciando nuestros propios recursos. Pronuncia en voz alta: “¡Esta es mi era. Ahora también importo yo!” es el momento de cultivar tus relaciones sociales, mimar tus amistades, ocupar el tiempo de ocio con actividades que te llenen, cine, lectura, el curso de pintura que llevas años postergando. Realiza alguna actividad que agilice la memoria. Ahora tienes más tiempo para ti, implícate en tu autocuidado.

El climaterio es un tránsito natural hacia otra etapa de la vida, que puede ser tan satisfactoria o más que las anteriores, que viene acompañado de una serie de cambios fisiológicos que no deben ser confundidos con enfermedades.