Hospitalización a Domicilio (HaD): historia y situación actual


María Ruiz Castellano. Médica, Jefa de Sección de Hospitalización a Domicilio del Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario de Navarra. Silvia Salinas Urra. Enfermera, Jefa de Unidad de Enfermería de Hospitalización a Domicilio. Hospital Universitario de Navarra

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En las últimas décadas se han producido grandes cambios tanto a nivel social como demográfico, que exigen una respuesta desde los sistemas sanitarios de los distintos países, que deben reinventarse y reorientarse para adaptarse a las nuevas exigencias de la sociedad. La tecnificación y creciente super-especialización de la medicina como disciplina científica no debe ser un impedimento para no proveer de los cuidados más adecuados e innovadores a la población independientemente de donde residan.

La Hospitalización a Domicilio (HaD) surge como respuesta a las necesidades sanitarias del siglo XX que pasaban por la intensa congestión de los hospitales y la escasez de camas de hospitalización. La HaD se convirtió en una herramienta de gran utilidad para poder proporcionar la asistencia especializada en el domicilio, como método alternativo a la hospitalización convencional.

En 1947 se inaugura, en el Hospital Montefiore del Bronx de Nueva York, el primer programa formal de HaD, con el fin de descongestionar las plantas hospitalarias y brindar a los pacientes un ambiente más humano y favorable para la recuperación. En 1951 se crea en el Hospital Tenon en París la primera Unidad de HaD europea, produciéndose en los años 70 y 80 un gran desarrollo del modelo de HaD en toda Europa y EEUU. Fue José Sarabia, quien a mediados del año 1981 puso en funcionamiento el primer servicio de HaD en el entonces Hospital Provincial de Madrid, actual Hospital Universitario Gregorio Marañon. Desde entonces la HaD ha tenido un importante pero irregular desarrollo a nivel nacional en las distintas comunidades autónomas motivado por un conglomerado de circunstancias que abarcaría desde la ausencia de un marco normativo y regulador, el escaso impulso institucional, la falta de evidencia científica, y la heterogeneidad de las Unidades de HaD en aspectos tan importantes como la cartera de servicios y la dotación de recursos.

Desarrollo de HaD en Navarra

Tienen una larga historia y un importante desarrollo de HaD comunidades autónomas vecinas como País Vasco, Cantabria, La Rioja y más alejadas como Cataluña, Madrid o Comunidad Valenciana. En Navarra se creó la primera Unidad de HaD en 2006 en el Hospital Reina Sofía de Tudela, posteriormente en 2008 en el Hospital Universitario de Navarra y en 2009 en el Hospital García Orcoyen de Estella. En el momento actual nuestra comunidad, a pesar de las dificultades de su orografía, cuenta con cobertura de toda su geografía por Unidades de Hospitalización a Domicilio, circunstancia que cuesta encontrar otras comunidades Autónomas.

El paciente que opta por este tipo de hospitalización debe cumplir una serie de requisitos, aceptar voluntariamente el ingreso después de recibir toda la información, vivir en el área de cobertura del servicio y convivir con una persona con plenas capacidades (cuidador) que se responsabilice de los cuidados básicos del paciente. El equipo de HaD visita al paciente periódicamente y realiza en el domicilio las pruebas diagnósticas necesarias como análisis, electrocardiograma, monitorización de la presión arterial, saturación de oxígeno, etc. Igualmente se realizan procedimientos terapéuticos como tratamientos intravenosos (antibióticos, diuréticos, analgésicos…), nutrición artificial, oxigenoterapia, tratamientos nebulizados, curas complejas y transfusiones de sangre o plaquetas, entre otros.

Valores que identifican y caracterizan la HaD

• Humaniza la atención, ya que aporta como elemento de valor el escenario terapéutico idóneo, el domicilio del paciente; permite un trato personalizado y directo con el paciente y su familia y adapta la atención a la realidad de cada enfermo.
• Presta una atención centrada en el paciente, que deja de ser un sujeto pasivo. Fomenta el autocuidado y empodera a los familiares y cuidadores en la atención que se le dispensa, dando mayor autonomía y seguridad en el manejo de su enfermedad.
• Fomenta la continuidad asistencial dado que su ámbito de actuación está entre la atención especializada y la atención primaria. Favorece en los casos de pacientes que requieren cuidados complejos la coordinación tanto con los especialistas hospitalarios como con los equipos de atención primaria, evitando los traslados a consultas e ingresos hospitalarios innecesarios.
• Proporciona atención experta, próxima y segura para el paciente. Los resultados de eficacia clínica y los indicadores de seguridad son equiparables a los de las unidades de hospitalización convencional, a lo que contribuye la baja sobreindicación de tratamientos y de pruebas diagnósticas, así como la disminución de la iatrogenia.
• Es una modalidad de hospitalización muy satisfactoria para el paciente y su familia. La cercanía en la relación con el enfermo y su entorno es percibida por éste como un elemento de calidad y atención excelente.
• Se adapta a los cambios y su versatilidad propicia que sea un servicio flexible. Tiene capacidad para atender rápidamente una realidad cambiante según las necesidades de cada centro. Es un auténtico servicio de soporte asistencial transversal a todos los ámbitos asistenciales de un área sanitaria (médicos, quirúrgicos, hospital de día, intervencionismo, urgencias, primaria, etc.).

En la actualidad las Unidades de HaD surgen no solo como una herramienta de los gestores sanitarios para descongestionar los hospitales sino como una alternativa para dar respuesta a las demandas sociales y demográficas a través de una atención sanitaria, segura, eficiente y eficaz que proporciona estabilidad y sostenibilidad al sistema de salud y mejora la calidad de vida del paciente y sus familias.