Hospitalización a domicilio. Prestaciones, ventajas e inconvenientes


Ángel Luis Sampériz Legarre

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En el mes de noviembre del 2006, se puso en marcha en Navarra, la primera unidad de Hospitalización a Domicilio de nuestra comunidad, concretamente en Tudela, dependiente del Servicio de Medicina Interna del Hospital Reina Sofía.

Desde entonces han sido ingresados en esta unidad más de 400 pacientes afectos de diversos procesos médicos, pertenecientes a toda el área de salud (Gráficos 1 y 2). La satisfacción tanto de los profesionales implicados en este equipo como de los pacientes que han sido tratados es muy elevada.

Creemos que es la propia demanda social, la que está haciendo proliferar el número de estas unidades, que por otra parte, se ve impulsada por la generalización de las tecnologías de la información y la telemedicina, que favorecen la asunción de procesos cada vez más complejos. En España, la primera unidad de Hospitalización a Domicilio (HAD), nace en 1981 dependiente del entonces Hospital provincial de Madrid, hoy Hospital general Universitario Gregorio Marañón; el tipo de pacientes que se atendían en estas primeras unidades, eran crónicos o subsidiarios de cuidados paliativos. Con el tiempo el cuidado de estos pacientes ha pasado a atención primaria o a centros y unidades específicas, por lo que el panorama de la HAD ha cambiado sustancialmente. Desde entonces se han constituido más de 80 unidades de HAD censadas a lo largo de la red sanitaria española.

En este artículo vamos a hacer un pequeño repaso del concepto, las prestaciones, ventajas e inconvenientes, de esta forma de cuidados en relación con la hospitalización convencional de la que es complementaria.

Concepto

Se define como aquel servicio que se presta a los pacientes por parte de los profesionales sanitarios, médicos y enfermeras, en el domicilio del propio paciente, consistente en un tratamiento activo limitado en el tiempo, para una situación clínica cuyos cuidados de no haberlos recibido en el domicilio, los habría recibido en un hospital de agudos .Según el país al que nos refiramos, la comunidad autónoma, o la especialidad de los profesionales implicados en esa unidad, cambia mucho el tipo de cuidados dispensados, el de procesos atendidos y el esquema de funcionamiento de la unidad. En dicha organización tiene también mucha influencia, el tiempo de evolución desde la puesta en marcha y la relación que se haya establecido con otros servicios hospitalarios.

Las prestaciones que un paciente puede recibir en su domicilio, son muy variadas, desde la simple infusión de líquidos intravenosos o curas de heridas no complicadas, hasta el tratamiento de entidades graves o administración de tratamiento sofisticados como quimioterapia antineoplásica. Todo ello tiene como finalidad evitar el ingreso en el Hospital o reducir los días de estancia, limitando lo que conlleva de trastorno para el paciente y sus familiares. Cada equipo se compone de un médico, una enfermera y de una dotación material que comienza por el coche y el teléfono móvil y se sigue de un instrumental tan moderno como sencillo y ligero. Bombas de infusión, pulsioxímetros, analizadores de la glucemia de la coagulación, electrocardiógrafo etc.

Pacientes subsidiarios de ingreso

Conforme hemos ido disponiendo de más recursos tanto humanos como tecnológicos, los pacientes con patología aguda se han ido incorporando a este tipo de atención. Así la patología infecciosa, neumonías, endocarditis, celulitis etc., agudizaciones de la EPOC, o de la insuficiencia cardiaca, la enfermedad tromboembólica venosa, diabetes descompensada, y pacientes traumatológicos o quirúrgicos complicados, cuyos problemas postoperatorios pueden acabar de resolverse con este tipo de asistencia.

Los procedimientos terapéuticos que se pueden implementar en el domicilio son múltiples, desde la oxigenoterapia y la utilización de nebulizadores, para los pacientes con insuficiencia respiratoria, continuando por las infusiones de antibióticos, de prostaglandinas, hasta las transfusiones de sangre, quimioterapia o nutrición parenteral. Asimismo se pueden realizar procedimientos diagnósticos, como analíticas, paracentesis, tóracocentesis, pulsioximetrías, ECG, etc. El paciente que ingresa en este tipo de hospitalización debe de cumplir una serie de requisitos para que la atención sea lo más adecuada posible. Lo más importante es que el paciente esté de acuerdo y asuma la HAD como forma de atención. Debe de convivir con él una persona con plenas capacidades, que va a tener el papel de cuidador que es fundamental. La vivienda debe de tener unos requisitos mínimos entre ellos teléfono y encontrarse en el área de cobertura del equipo de HAD.

¿Qué ventajas aporta?

  • Permite disfrutar de la comodidad del hogar y de la compañía de sus familiares.
  • Libera a los familiares de la carga de desplazamientos y noches de cuidados.
  • Evita complicaciones nosocomiales como infecciones, desorientación etc.
  • Implica a los familiares en el cuidado.
  • Alivia la ansiedad que el hospital genera a los pacientes.
  • Disminuye la presión asistencial del hospital.