Infarto omental, otra causa de dolor en fosa iliaca derecha


Ignacio Lasierra Lavilla, El Mostafá ElL Yaqine Er Raoudi, Cristina Gargallo Matínez, Marta López Pérez y Gemma Boloix Peiro

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El infarto omental es una entidad autolimitada, benigna y rara, más frecuente en varones de entre 30-50 años. Se debe a una isquemia de la grasa del epiplón mayor, generalmente del segmento derecho (en torno al 90%), por ser más móvil y tener una irrigación más larga y tortuosa que actúa como eje de torsión.

La incidencia es desconocida, aunque se detecta de forma incidental en torno al 0,1% de las laparotomías realizadas por abdomen agudo.
Hay dos categorías principales, primarios y secundarios. El infarto omental primario ocurre espontáneamente, siendo etiquetado como infarto segmentario idiopático del epiplón mayor. Entre los factores de riesgo se incluyen malformación, diferencias en la distribución de grasa y venas omentales redundantes.

El infarto omental secundario tiene etiologías específicas que incluyen condiciones inflamatorias y neoplasias que crean adherencias entre el epiplón y los tejidos patológicos. También puede ser causado por hernias inguinales incarceradas.

El cuadro clínico consiste en dolor abdominal agudo o subagudo que en la mayoría de los casos se localiza en el hemiabdomen derecho. De forma infrecuente se acompaña de síntomas gastrointestinales, como náuseas, vómitos y diarrea. Además, puede acompañarse de fiebre. En las pruebas de laboratorio es posible observar leucocitosis y elevación de la proteína C reactiva (PCR).

La ecografía puede indicar el diagnóstico, mostrando una masa hiperecoica ovoidea. El gold standar para el diagnóstico es la TC, donde aparece como una lesión de atenuación grasa, ovoidea, bien delimitada, con reticulación heterogénea y densidades lineales a menudo distribuidas de forma concéntrica o en espiral.
El tratamiento del infarto omental puede ser conservador o quirúrgico. El tratamiento conservador brinda una resolución satisfactoria y sin complicaciones. Consiste en el uso de analgésicos, antiinflamatorios y antibioterapia.

En los casos refractarios a tratamiento conservador en las primeras 48 h y cuando existan dudas diagnósticas se realizará intervención quirúrgica con resección del omento afecto. La ventaja de la cirugía temprana es la reducción de la incidencia de complicaciones como la necrosis, formación de abscesos o adherencias.

AUTORES

Ignacio Lasierra Lavilla. MIR Medicina Interna. Hospital Obispo Polanco. Teruel.
El Mostafá ElL Yaqine Er Raoudi. MIR Cirugía General. Hospital Obispo Polanco. Teruel.
Cristina Gargallo Matínez, Marta López Pérez y Gemma Boloix Peiro. MIR Medicina Familiar y Comunitaria. Hospital Obispo Polanco. Teruel