Las varices son consideradas a menudo un problema estético, pero constituyen un problema circulatorio real. Muchas veces son asintomáticas, pero pueden dar lugar a complicaciones como trombosis, hemorragias, etc.
El tratamiento de las varices debe ser personalizado, pero la mayor parte de los pacientes (más del 90 %), van a necesitar el tratamiento de algún eje safeno asociado a la eliminación de las colaterales varicosas.
El tratamiento tradicional de las varices no está exento de agresividad, puesto que habitualmente precisa anestesia general o raquídea, la realización de incisiones y ello conlleva varias semanas de recuperación. Por ello, debemos ofrecer en cada caso el tratamiento menos invasivo, pero que aporte la máxima efectividad.
El objetivo principal del tratamiento es tratar el eje causante de las varices, habitualmente un eje safeno, para mejorar el problema circulatorio; y, de forma secundaria, se deben tratar las varices propiamente dichas y de ese modo mejorar el aspecto estético.
Por ello, lo ideal es elegir el método más efectivo para tratar la safena mayor o menor; y el menos agresivo para tratar las varices, con una efectividad similar a la cirugía.
Las guías de la sociedad europea de cirugía vascular para el tratamiento de las enfermedades venosas, en su última edición (2022), recomiendan el láser endovenoso para el tratamiento de los ejes safenos. Y ello a través de una pequeña punción, con un período de recuperación muy escaso, y sólo con una sedación suave. Por otro lado, es habitual que, tras el tratamiento con láser del eje safeno insuficiente, las varices involucionen y muchas de ellas lleguen a desaparecer, sin requerir más tratamiento. Además, al ser un tratamiento tan poco agresivo permite tratar las dos piernas a la vez. El paciente se va andando a su domicilio a las pocas horas del tratamiento, pudiendo hacer una vida prácticamente normal.
En cuanto a las colaterales varicosas, se recomienda su tratamiento quirúrgico o mediante esclerosis con microespuma. La esclerosis con microespuma de las varices, a diferencia de la cirugía, tiene la ventaja de que no necesita anestesia, no hay que realizar ningún tipo de incisión quirúrgica, y permite realizar las actividades de la vida diaria de todo tipo (trabajo, deporte, etc.), sin interrupción.
Nuestro concepto es aprovechar las ventajas del láser por su máxima efectividad, y de la microespuma por su escasa agresividad. Con ello se consiguen los mejores resultados: se soluciona el problema circulatorio y se eliminan las varices, con un tratamiento muy poco agresivo y definitivo.
El Dr. Jiménez Arribas tiene experiencia en todos los métodos existentes para el tratamiento de las varices, con miles de casos tratados. Le ofrecemos una valoración honesta y realista de su caso, el tratamiento más moderno y efectivo para sus varices y un seguimiento cercano a lo largo de todo el procedimiento.