Los contrastes son fármacos que ayudan a los TER/TSID a ver la diferenciación de las estructuras gracias al realce que se obtiene en las distintas modalidades de obtención de estas.
Esto puede conllevar estrés a los pacientes ya que desconocen la sustancia y sus reacciones, a ello incluimos el desconocimiento que poseen los pacientes al enfrentarse a las pruebas ya sea por tomografía computarizada (TC), resonancia magnética (RM) o estudios telemandados, entre otros. Genera una ansiedad justificada por comentarios populares y ausencia de información sobre estas sustancias y uso en los procedimientos para la obtención de las imágenes, por ello tanto los técnicos como radiólogos deben informar en un lenguaje acorde a los pacientes ante estas prácticas.
La vía de administración más utilizada es la intravenosa. Son inocuos en las versiones presentadas pero no están exentos de presentar algunas reacciones, en la gran mayoría, leves. Como todo medicamento, presentan reacciones adversas o efectos secundarios.
La comunicación que reciben los pacientes debe ser clara, precisa, ya que la información que recibe del técnico es de importancia. Mientras hablamos con ellos debemos recoger datos sobre posibles alergias o si presentan otro tipo de patología, esto puede modificar los parámetros para la realización del estudio y el diagnóstico posterior.
Anteriormente, hemos comentado que como cualquier medicamento también producen efectos secundarios en los cuerpos de las personas que se les suministra, y deben ser consideradas por ellos como normales y pasajeras para evitar movimientos o situaciones angustiosas innecesarias tras comentarlas a la recepción del paciente en la sala. Estas reacciones adversas van desde leves, las más comunes, que se producen en el transcurso de la primera hora después de la administración del contraste, hasta reacciones anafilácticas que pueden llevar a la muerte, estas últimas son raras cuyo porcentaje es muy inferior.
Estos efectos debidos a la composición química del preparado son producidos por la interacción con las células, siendo los más comunes en el momento de la entrada al organismo. Algunos son, la sensación de calor por todo el cuerpo, ganas de miccionar y sabor a metal en la boca. Estos, son pasajeros y en varios segundos remiten haciendo que el paciente mantenga la tranquilidad y concentración necesaria a las instrucciones que les hemos indicado antes de la realización de la prueba diagnóstica, como a las que recibe durante el estudio.
Los contrastes suelen permanecer alrededor de 24 horas aproximadamente siendo eliminados por la orina y en menor medida por vía biliar. Aconsejando la ingesta de líquido para facilitar la filtración de los riñones y recordando a las mujeres que estén dando el pecho que deben extraer las tomas de ese día para evitar que el bebé pueda ingerir parte del contraste. Hay estudios que demuestran que es inferior al 1% lo que puede transferirse a la leche materna.
AUTORES
Miguel Angel Lozano Gimeno. Técnico Superior en Imágen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear Hospital Royo Villanova Zaragoza
Patricia Ochoa Pérez, Yaiza Loreto Aranguren Herrero, Marina Extramiana Esquisabel, Yamila Evelina Quintana Di Blasi, Alba Gomollón Garzón. Técnicos Superiores en Imágen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. Hospital Universitario de Navarra