La enfermedad de Perthes es una enfermedad de la cadera del niño en la que se produce una debilidad progresiva de la cabeza del fémur y que puede provocar una deformidad permanente de la misma.
Los niños pueden presentar dolor en la cadera y cojera por muchas causas, desde contusiones por caídas o esguinces por malos gestos, a procesos inflamatorios reumáticos o a infecciones.
Ocurre en niños entre los 3 y los 12 años y aparece con mayor frecuencia en niños (80%) que en niñas (20%). En la mayoría de los casos afecta sólo a una cadera pero en el 10% de los pacientes la lesión se produce en ambos lados.
¿Cómo se produce la enfermedad?
En un momento dado deja de llegar suficiente sangre a la cabeza del fémur y ello provoca que parte del hueso muera. El hueso muerto provocará una reacción inflamatoria local que estimulará un proceso que intenta ser reparador.
El organismo intentará eliminar el hueso muerto e iniciará un proceso de regeneración en la cabeza del fémur. Todo el proceso puede durar varios años durante los cuales puede existir inflamación y como consecuencia dolor o cojera. Según la capacidad de regeneración del organismo, la cabeza del fémur recuperará o no recuperará totalmente su forma esférica.
¿Cuáles son los síntomas de la enfermedad de Perthers?
Las primeras manifestaciones de la enfermedad son molestias o dolor a nivel de la cadera, del muslo o de la zona de la rodilla, acompañadas de una cojera más o menos acentuada.
Los síntomas más habituales son:
• Cojera.
• Problemas al caminar.
• Dolor o rigidez en la cadera, ingle, muslo o rodilla.
• Rango de movimiento de la articulación de la cadera limitado.
• Espasmos musculares.
• Pérdida de músculo (atrofia).
• Longitud desigual de la pierna.
¿Cómo se diagnostica?
Después de una exploración física del niño, hay que realizar radiografías de las caderas.
La radiología depende del estadio evolutivo de la enfermedad, siendo las imágenes más características la deformidad y fragmentación de la cabeza femoral, con alternancia de zonas radiotransparentes con zonas opacas.
Complicaciones
• Artritis de cadera cuando se convierten en adultos.
• Desgaste de la articulación de la cadera.
¿Cómo se trata?
Los objetivos del tratamiento han de ser aliviar las molestias, evitar la pérdida de movilidad y mantener las mejores condiciones para que la cabeza del fémur se regenere de la manera más adecuada.
Durante la fase inicial suele haber dolor y es aconsejable un tratamiento con analgésicos (aspirina, ibuprofeno…) y reposo.
En algunos pacientes con dolor intenso y gran pérdida del movimiento de la cadera puede ser necesario el ingreso en un hospital para controlar mejor el reposo y la medicación e incluso para colocar las piernas en tracción o colocar inmovilizaciones. Todo ello con el objetivo de que no exista pérdida de la movilidad de la cadera.
Cuando el proceso no es tan acentuado pero existe cierto componente de contractura muscular, puede estar indicado realizar tratamiento fisioterápico para combatir la contractura.
¿La enfermedad puede dejar secuelas?
En la mayoría de los pacientes se produce una regeneración suficientemente buena para que puedan realizar todas las actividades de la vida diaria sin molestias ni restricciones. Desde que se inicia la enfermedad hasta que acaba la maduración esquelética existe un continuo remodelado de la cabeza femoral.
En ocasiones no se produce una regeneración esférica de la cabeza femoral. Dependiendo del grado de aplanamiento residual, la congruencia de la cadera disminuye y se produce un desgaste precoz de la cadera. En casos extremos puede destruirse completamente la articulación y el paciente, en la edad adulta, necesitar la colocación de una prótesis de cadera.