El Hospital de Belén
no tenía enfermeras
para asistir a María
que parió en la Nochebuena
ni médicos ni matronas,
ni sanitario ninguno.
Sólo una mula y un buey,
y San José de canguro.
El Hospital de Belén
no tenía un auxiliar
para asear a ese niño
que ha nacido en el portal,
ni toallas, ni pañales,
ni colonia ni jabón.
Sólo una burra y un buey
y José de celador.
El Hospital de Belén
tiene un pesebre sencillo
para acostar a los niños
que nacen en el pasillo:
no hay un jefe de servicio
ni un director ni un gerente;
Sólo una burra y un buey
y en la puerta un residente.
El Hospital de Belén
no tiene supervisores,
ni pases de permanencia
para los buenos pastores.
y, por no tener, no tiene
guardia de seguridad;
Sólo una mula y un buey
y José de capitán
El Hospital de Belén
no tiene una limpiadora,
pero siempre está más limpio
que la purísima aurora.
no tiene lavandería,
ni cocinan alimentos;
Sólo una burra y un buey,
y José en mantenimiento.
El Hospital de Belén
no tiene mantas de lana
para abrigar a María
que parió en la madrugada
ni tiene calefacción,
ni Zantaz ni Seguril;
Sólo una burra y un buey,
y San José haciendo el MIR.
El Hospital de Belén
pasa por una gran crisis
le han llegado los recortes
y lo pasa de narices.
El Hospital de Belén
no tiene, no necesita,
una capilla con velas
ni pila de agua bendita.
que Dios mismo ha preferido
para nacer un portal;
sólo una mula y un buey,
y José con felicidad.