La Navidad, es la época del año en la que más difícil resulta cuidarse ya que es la época en la que mayor cantidad de comida ingerimos. La alimentación cambia de manera radical y tendemos a los excesos, se multiplican los compromisos y son muchas las comidas y cenas “especiales” que celebramos.
Consejos prácticos para sobrevivir saludablemente
• Tener en cuenta cuáles son los días señalados como festivos: Nochebuena, Navidad, Nochevieja, Año Nuevo y Reyes. Además, es preferible no consumir productos navideños (ej.: turrones, polvorones…) con demasiada antelación o pasadas las fiestas.
• Los días que no son festivos es importante retomar la alimentación habitual para compensar los excesos.
• Guardar las sobras para los más pequeños de casa. No deben estar presentes en los
menús de los días señalados como no festivos, otra opción podría ser congelarlas.
• Las bebidas alcohólicas son perjudiciales para la salud y sólo ayudan a subir de peso. Así, trata de evitar su consumo o beber con moderación (1 copa de vino/cerveza/cava en cada comida o cena).
• Dado el elevado consumo de alimentos en esta época es importantísimo moverse y
practicar ejercicio físico en al menos 5 ocasiones a la semana y durante un mínimo de
40 minutos. Actividades como salir a pasear, caminar, bicicleta, correr, etc., ayudarán a tu organismo a eliminar los excesos. Si el cocinero/a eres tú….
• Entremeses. Inicia las comidas y/o cenas con entrantes fáciles, ligeros y saludables.
Puedes prepararlos con frutas y verduras ya sea crudas o cocidas. Procura evitar las
conservas, patatas fritas y embutidos que, además, encarecen tu menú.
• Verduras y hortalizas. Empezar las comidas y cenas con una ensalada fría o templada, un plato de verdura u hortaliza en forma de crema, sopa o menestra. Esto ayuda a tener un menú más saludable y a sentirse más saciado a la hora de degustar los manjares navideños.
• Evita las salsas ricas en grasa. Puedes condimentar las comidas con hierbas o especias aromáticas y preparar aderezos a base de ajo, cebolla, limón o vinagre, evitando el consumo de mayonesa, nata o mantequilla. • Postres. La fruta es la opción más adecuada, puedes preparar una bonita cesta de fruta
fresca y ofrecerla en la mesa al finalizar el segundo plato. Elige fruta de temporada, en su punto de madurez y procura servirla a temperatura ambiente para facilitar su consumo. Si la presentas pelada y troceada verás que éxito tiene en la mesa.
• Los dulces navideños. Turrones, mazapanes, guirlaches, etc. deben estar en la despensa y sacarlos a la mesa sólo los días señalados como festivos o si recibes alguna visita. Es preferible guardarlos en un lugar de difícil acceso y poca visibilidad, ya que si están a la vista, contribuirás a que toda la familia consuma los dulces en mayor cantidad y en más ocasiones.
• Mucha agua y poca sal. Procura evitar la sal de mesa y alimentos muy ricos en sal como patatas chips, frutos secos salados o conservas de mariscos. No olvides beber agua, al menos 8 vasos al día y evita los refrescos con azúcar.
Compensa los excesos de forma saludable
Muchas personas dejan de comer o ayunan a lo largo del día para poder compensar una gran comida del día anterior. También, compensan los excesos de una comida abundante saltándose la cena y olvidando que el ayuno es el mayor enemigo para gozar de buena salud y un buen control del peso corporal.
Para compensar los excesos, lo mejor que puedes hacer es comer o cenar ligero los días en los que las otras comidas vayan a ser más copiosas. Por ejemplo: o El día de Nochebuena trata de desayunar, almorzar y comer a base de frutas, verduras y hortalizas. Puedes añadir lácteos desnatados como yogur. o El día de
Navidad, equilibrarás la dieta si a la hora de cenar, tomas una ensalada variada acompañada de una fruta y dos yogures desnatados.