“A nivel mundial, sólo un 40% de los lactantes menores de seis meses reciben leche materna como alimentación exclusiva, pero si prácticamente todos los niños fueran amamantados, cada año se salvarían unas 820.000 vidas infantiles” (The Lancet 387).
Es una afirmación rotunda, a la vez que nos presenta unas cifras impresionantes.
Así, la Organización Mundial de Salud recomienda la Lactancia Materna de manera exclusiva durante sus primeros seis meses de vida y, después, mantenerla junto con alimentación variada , al menos, dos años.
La lactancia materna es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables.
La leche materna es única. Es un líquido vivo que está especialmente diseñado para el bebé humano y que cambia toma a toma, día a día y mes a mes, para satisfacer las necesidades de tu bebé. Además proporciona defensas activas frente a la infección. Todas estas características no existen en las fórmulas artificiales.
Casi todas las mujeres pueden alimentar a sus hijos con su leche. Hay muy pocas situaciones en las que amamantar no sea posible; en casos de infección materna por VIH (en nuestro medio es contraindicación absoluta) y galactosemia (enfermedad con la que nacen muy pocos bebés, que no les permite digerir la lactosa de la leche).
Si la madre necesita tomar medicación durante el embarazo o tras el parto, puede consultar con su médico. No todos los fármacos pasan a la leche y en general, prácticamente en todas las circunstancias pueden ofrecerse alternativas si el fármaco elegido conlleva algún tipo de riesgo.
Se puede consultar la compatibilidad de medicación y lactancia en la página www.e-lactancia.org.
Para prepararse para la lactancia materna se puede acudir a las clases de preparación para la maternidad impartidas por profesionales sanitarios, preguntando todo lo que se necesite o preocupe.
Es importante hablar con la pareja y compartir la información para decidir juntos, así como hablar con otros miembros de la familia para organizar una pequeña red de apoyo en el domicilio y así poder disfrutar de la lactancia.
Es de gran utilidad buscar ayuda, apoyo, consejo e información de profesionales expertos en lactancia (enfermeras, matronas, ginecólogos, pediatras, médicos de familia…).
Existen grupos de apoyo de madres lactantes. Se puede encontrar un listado de grupos de apoyo en este enlace: http://www.ihan.es/ihan/index.php/gruposde-apoyo.
Amamantar a un hijo es algo que hay que aprender, pero con información y apoyo adecuado, casi la totalidad de las mujeres lo logran.
Beneficios de la lactancia materna
Para la madre
• Menos hemorragias posparto
• Mejor recuperación del peso pre-embarazo
• Mayor bienestar emocional y oportunidad única de vínculo afectivo madre-hijo
• Menor riesgo de cáncer de mama y de ovario
• Mejora el calcio de los huesos al llegar a la menopausia
• No necesitamos accesorios ni tiempo de preparación, siempre está lista… Gratuita, apta para cualquier economía
Para el niño
• Protege frente a las infecciones
• Protege frente al Síndrome de Muerte Súbita del lactante
• El contracto físico les ayuda a sentirse más seguros, cálidos y consolados, mitiga el dolor
• Mejor desarrollo dental con menos problemas de ortodoncia y caries
• Potencia el desarrollo intelectual
• La leche materna se digiere mejor y tiene efectos positivos a largo plazo (menos alergias, DM, HTA, celiaquía, obesidad…)
• Parece tener cierta protección frente a linfomas y algunos otros tipos de cáncer
• Es el alimento de elección para todos los niños (más si cabe en prematuros, gemelos y niños enfermos
Para la sociedad y el medio ambiente
• Es gratuita, prodducto asequible para todos
• Reduce los gastos médicos y los problemas laborales y familiares (menos casos de enfermedad y recuperación más rápida)
• Es un recurso natural (no contamina, no produce residuos, ni necesita envases ni tratamientos especiales que requieran gasto energético).
La OMS nos da 10 datos sobre la lactancia materna
1. La lactancia en los primeros seis meses de vida es fundamental: lo ideal es que se inicie la lactancia en la hora siguiente al parto,
que sea exclusiva en los primeros 6 meses de vida y mantener la lactancia materna hasta los 2 años o más (junto con alimentación complementaria).
2. La lactancia materna protege a los niños contra las enfermedades: es el alimento ideal, es inocua y contiene anticuerpos que ayudan a proteger a los lactantes de enfermedades frecuentes de la infancia.
3. La lactancia también es beneficiosa para las madres: la lactancia materna exclusiva funciona como un método natural (aunque no totalmente seguro) de control de la natalidad (98% de protección durante los primeros seis meses de vida si se cumples unos criterios). Reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario, diabetes de tipo 2 y depresión postparto.
4. La lactancia materna aporta beneficios a largo plazo a los niños: no sólo hay beneficios inmediatos sino que la lactancia materna propicia una buena salud durante toda la vida. Los adolescentes y adultos que fueron amamantados de niños tienen menos tendencia a sufrir sobrepeso u obesidad. Son también menos propensos a sufrir diabetes de tipo 2 y obtienen mejores resultados en las pruebas de inteligencia.
5. Las leches artificiales no contienen los anticuerpos presentes en la leche materna: ese beneficio a nivel inmunológico no puede obtenerse con leches artificiales. Es más, si no hay una buena elaboración, hay riesgos asociados al uso de agua insalubre y de material no esterilizado, o presencia de bacterias en la preparación en polvo. Puede haber malnutrición si el producto se diluye demasiado para “ahorrar” o podemos tener otros problemas si la preparación es más concentrada.
6. Incluso cuando se da la lactancia en mujeres con VIH , hay medicamentos que pueden reducir el riesgo de transmisión del VIH a través de la leche materna.
Una madre puede transmitir la infección a su bebé durante el embarazo, el parto o la lactancia. Sin embargo, en caso de LM, los antirretrovíricos (ARV) administrados a la madre o al lactante expuesto al VIH reducen el riesgo de transmisión. La OMS recomienda que las madres infectadas que den el pecho reciban antirretrovíricos y sigan las orientaciones de la OMS respecto a la alimentación del lactante.
7. La comercialización de sustitutos de la leche materna está sometida a una intensa vigilancia.
Existe un código internacional para regular la comercialización de sucedáneos de la leche materna:
• Las etiquetas de todas las leches artificiales deben dejar claros los beneficios de la lactancia materna y los riesgos para la salud que conllevan los sucedáneos.
• Que no haya actividades de promoción de los sucedáneos de la leche materna.
• Que no se ofrezcan muestras gratuitas de los sucedáneos a las embarazadas, a las madres ni a las familias.
• Que no se distribuyan de forma gratuita entre los trabajadores sanitarios ni en los centros sanitarios.
8. El apoyo a las madres es fundamental: amamantar es algo que se aprende, y muchas mujeres tienen problemas al principio. Muchas prácticas habituales (la separación de la madre y el niño, las guarderías, o la suplementación con leches artificiales) dificultan la lactancia materna. Los centros de salud que apoyan la lactancia propician tasas más altas de lactancia . Para prestar este apoyo y mejorar la atención a las madres y a los recién nacidos, la mayoría de los países han puesto en práctica la Iniciativa de la OMS y el UNICEF Hospitales Amigos de los Niños, en la que se establecen los criterios de una atención de calidad.
9. Las madres deben mantener la lactancia materna durante el horario laboral: las madres que reanudan su actividad laboral abandonan la lactancia materna (parcial o totalmente) por no disponer de tiempo suficiente o no haber de instalaciones adecuadas para dar el pecho o extraerse y recoger la leche. Se puede facilitar la lactancia materna adaptando las condiciones de trabajo (baja por maternidad remunerada, el trabajo a tiempo parcial, las guarderías en el lugar de trabajo, las instalaciones donde amamantar o extraerse y recoger la leche, pausas para dar el pecho…).
10. A los 6 meses se debe introducir gradualmente alimentos sólidos: para cubrir las necesidades de los niños a partir de los seis meses se deben introducir alimentos como complemento de la leche materna. Para su elaboración se parte de la comida que tome la familia.
La OMS destaca que la lactancia materna no debe reducirse al introducir alimentos complementarios,
los alimentos deben administrarse con cuchara o taza (no con biberón), deben presentar todas las garantías de higiene y
debemos dar tiempo para que los niños pequeños aprendan a comer alimentos sólidos.
En resumen, la leche materna es lo ideal para el bebé; lo alimenta, es la primera vacuna que lo inmuniza, disponible para la casi totalidad de las madres, a coste cero, sin problemas de distribución, almacenaje ni preparación, y con el añadido de dar calor, seguridad, protección y amor.