Protección solar en la infancia


Alba Azcona Osés. Enfermera Hospital García Orcoyen. Estella

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El sol tiene gran cantidad de beneficios para la salud; ayuda en la síntesis de vitamina D, mejora el estado de ánimo, favorece la formación de hemoglobina, tiene propiedades terapéuticas en algunas enfermedades dermatológicas, etc…Sin embargo, si no se toman las medidas oportunas puede tener también consecuencias perjudiciales en la salud.

La radiación solar en exceso o sin protección causa múltiples efectos nocivos en la piel, siendo estos de mayor importancia en la edad infantil. Los efectos de la radiación solar son acumulativos e irreversibles; en ocasiones son visibles de inmediato en forma de quemadura o eritema solar sin embargo otros suceden de forma tardía, por la acumulación de radiación con riesgo de originar neoplasias cutáneas.

La exposición solar en las dos primeras décadas de vida es considerada la de mayor riesgo para el desarrollo de cáncer de piel en la edad adulta, aunque difiere según el tipo de piel, intensidad y duración de la exposición. Por lo tanto, es de vital importancia la protección especialmente en estos primeros años de vida.

La OMS propone 6 medidas de fotoprotección básicas:
• Resguardarse a la sombra.
• Usar gafas de sol con filtros para rayos UV.
• Emplear sombreros o gorras.
• Vestir con manga y pantalones largos.
• Evitar la exposición solar en las horas centrales del día (de 12h a 18h).
• Utilizar cremas con factor de protección solar (FPS) igual o superior a 15, excepto en menores de 6 meses (no recomiendan su administración por la mayor capacidad de absorción y riesgo de toxicidad).

No se recomienda la exposición solar en niños menores de 6 meses ya poseen una menor capacidad de producción de melanina y de sudoración por lo que se queman con facilidad y tienen un mayor riesgo de deshidratación. En estos casos la mejor medida preventiva es la no exposición directa a los rayos solares.

Fotoprotectores

Dentro de los fotoprotectores existen diversos tipos siendo unos más recomendados que otros, según la etapa de la vida o las características personales. Tipos de protectores solares:
• Filtros físicos/minerales: su función es reflejar los rayos de sol, tienen escasa o nula penetración en la piel. Son densos y realizan una capa blanca sobre la piel.
• Filtros químicos/orgánicos: su función es la absorción de la radiación. En pieles sensibles pueden producir dermatitis.
• Filtros mixtos (físicos/químicos)

Un buen protector solar debe ser de amplio espectro, es decir que cubra frente a rayos UVA y UVB (en el envase aparecen las iniciales rodeadas por un círculo).
• En menores de 6 meses no se recomienda ningún tipo de crema solar, se debe evitar la exposición total al sol.
• Entre los 6 meses y los 2-3 años es aconsejable el empleo de cremas solares con filtros físicos/minerales. Este tipo de protectores reflejan la radiación en la piel sin penetrar en ella y son efectivos desde el momento en el que se aplican. Sin embargo, no son resistentes al agua y hay que repetir su aplicación de forma más frecuente que con los químicos.
• En mayores de 3 años se pueden emplear filtros químicos preferiblemente con una protección de 50 y nunca inferior a 30. Su acción comienza 20 minutos después de su aplicación. A pesar de ser más resistentes al agua es aconsejable repetir su aplicación cada 2-3 horas.

A la hora de elegir un buen fotoprotector solar, habrá que tener en cuenta las características propias de la piel, pero preferiblemente se elegirán aquellos con protección frente a rayos UVA y UVB, resistentes al agua y al sudor, libres de alcohol y perfumes y con la máxima protección posible (FPS 50+).

Finalmente hay que tener también en cuenta que, aunque el verano es la época de mayor exposición, no se debe dejar de lado la protección solar en las distintas épocas del año, especialmente cuando se realizan actividades al aire libre (montaña, nieve, parque…).