Las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) constituyen un problema de Salud Pública con importancia creciente por su fácil contagiosidad. Muchas de estas afecciones son asintomáticas, pero igualmente transmisibles. Cada día, en el mundo, más de un millón de personas contrae una ITS.
España sigue registrando cifras crecientes en enfermedades de transmisión sexual (ETS): infecciones de sífilis, clamidia, gonorrea y linfogranuloma venéreo, según los datos del Instituto de Salud Carlos III en su último informe de ‘Vigilancia Epidemiológica de las Infecciones de Transmisión Sexual’.
¿Qué son las ITS?
Aquellas infecciones que se transmiten principalmente por medio de las relaciones sexuales (vaginales, anales u orales).
¿Qué las produce?
Están causadas por diferentes microorganismos: bacterias, virus, parásitos y hongos.
¿Quién tiene más riesgo?
Las personas que hayan tenido anteriormente una ITS, relaciones sexuales sin protección o múltiples parejas sexuales, hombres que tienen sexo con hombres y el abuso de alcohol y otras drogas.
¿Cuáles son los síntomas?
Entre los síntomas más comunes se encuentran: secreción vaginal o uretral, úlcera genital, escozor y/o dolor abdominal bajo.
¿Qué consecuencias pueden tener?
Las ITS pueden cursas de forma asintomática, por lo que pueden pasar desapercibidas hasta que la persona tiene serias complicaciones. Por ejemplo: infertilidad, embarazo ectópico, muerte prenatal, enfermedades ginecológicas, cáncer de cuello de útero y enfermedades neurológicas. Por ello, es fundamental detectarlas y tratarlas a tiempo.
Falsas creencias
• “Los espermicidas y otros métodos anticonceptivos como el DIU, parches y anticonceptivos orales protegen de las ITS”. Esta afirmación no es correcta debido a la necesidad de un método de barrera (preservativo) para prevenir las ITS.
• “No se pueden tener varias ITS a la vez”. Falso, puedes tener dos al mismo tiempo ya que tus defensas pueden estar disminuidas por la propia ITS.
• “Todas las ITS presentan síntomas”. No es cierto, en muchas ocasiones los síntomas pueden aparecer más tarde, incluso años después.
• “El hecho de haber contraído una ITS una vez, asegura que no podrás volver a tenerla en el futuro”. Incorrecto, pasado un tiempo, si no tomas medidas puedes volver a contagiarte de la misma ITS.
¿Cómo puedo protegerme?
• Utilizando preservativos (masculino o femenino) al tener relaciones sexuales vaginales, anales u orales. El preservativo, cuando se usa de manera correcta, es uno de los métodos más eficaces en la prevención de ITS.
• Mediante la vacunación frente al Virus del papiloma humano, Virus de la Hepatitis B, Virus de la Hepatitis A y Virus de la Viruela del Mono. Puedes solicitar la vacuna en tu centro de salud o CASSYR.
• Manteniendo una comunicación con la pareja sexual acerca de su pasado sexual y del uso de drogas.
• Realizando un análisis y examen periódico cuando se haya realizado una práctica sexual de riesgo, debido a que muchas ITS no presentan signos externos de enfermedad.
• Aprendiendo a identificar los signos que nos pueden indicar una posible ITS y acudir a tu centro de salud.
• Participando en el programa de cribado de cáncer de cérvix.
• La OMS recomienda seguir la estrategia ABC “abstinence” (abstinencia), “be faithful” (fidelidad o reducir el número de parejas sexuales) y “condom” (preservativo).
AUTORAS
Judith Gálvez Sánchez y María Margarita Castillo Echeverri. Enfermeras.
Sonia Domínguez Pascual. Enfermera familiar y comunitaria.
Judith Chamorro Camazón. Médica. Jefa del Servicio.
Servicio de Medicina Preventiva e Higiene Hospitalaria. Hospital Universitario de Navarra