¿Qué es el linfedema? ¿qué tratamiento tiene?


Claudia Esther Villanueva Larumbe, Sophie Gorostiaga Maurer, Sara Guillén Aguinaga y Lizar Zabala Díaz

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El linfedema es un acúmulo de líquido, linfa, en los tejidos que se encuentran debajo de la piel.

En los países desarrollados, la causa más frecuente del linfedema son los tratamientos de cáncer como la cirugía o la radiación, que pueden producir daño en el sistema linfático.
El riesgo de desarrollar linfedema depende del tipo de cirugía (extirpación 1 o más ganglios), de las características de cada paciente (por ejemplo ser obeso), del número de tratamientos recibidos (si además de cirugía se realiza radioterapia o quimioterapia) y de las complicaciones tras la cirugía (infecciones o seromas).
El cáncer que más frecuentemente produce linfedema es el carcinoma de mama. Una de cada ocho mujeres van a padecer este cáncer en algún momento. De estas, una de cada cinco desarrollará linfedema tras ser tratada con cirugía y/o radioterapia.
El linfedema no se puede prevenir siempre, pero si se trata a tiempo se puede evitar que se desarrollen las formas más graves.

Síntomas

Los síntomas se pueden producir de forma progresiva o pueden tardar semanas, meses o incluso años en aparecer. El síntoma más común es el aumento del volumen de una extremidad. En ocasiones se puede presentar como sensación de pesadez, incomodidad, fatiga, entumecimiento u hormigueo. Si se presenta alguno de estos síntomas se debería consultar con el médico o enfermera de referencia.

Diagnóstico

Para el diagnóstico son importantes los síntomas descritos por el paciente y la exploración física realizada por un profesional. Frecuentemente se emplea el sistema de medición de circunferencias a lo largo de la extremidad afecta y la contralateral.

Complicaciones

El linfedema puede producir un impacto físico y psicológico en la persona. La extremidad con linfedema puede desarrollar complicaciones como la celulitis (infección en la piel) o la linfangitis (infección en el sistema linfático).

¿Cuándo solicitar atención médica?

• Si aumenta el volumen de la extremidad.
• Si aparece enrojecimiento o rash en la extremidad.
• Si aumenta la temperatura local de la extremidad.
• Si padeces fiebre y se ha descartado otro foco infeccioso.

Tratamiento

Una vez instaurado no hay cura para el linfedema. Los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas y controlar el aumento del volumen de la extremidad.
El tratamiento se basa en la educación al paciente, las medidas preventivas y de higiene, el ejercicio, la terapia física, y en última instancia la cirugía.
• Medidas preventivas, higiene y ejercicio:
cuidados de la piel (higiene, hidratación)
Evitar heridas y exposición a fuentes de calor
Limpieza, desinfección y control de la evolución de las heridas en la extremidad afecta si las hubiere.
Evitar compresión de la extremidad (manguito de tensión arterial, ropa compresiva…)
Mantener el peso corporal controlado
• Ejercicio: aeróbico y de fuerza (por ejemplo marcha nórdica y pesas)
Elevación del miembro afecto
• Terapia física: son una serie de medidas físicas encaminadas a mejorar la consistencia, reducir el volumen, mantener la reducción a largo plazo, y mejorar los síntomas. Consiste en un tipos especial de masaje (drenaje linfático), vendajes y prendas de compresión.
• Tratamiento quirúrgico: en el caso de no conseguir mejoría con los tratamientos previos existen diferentes opciones de cirugía como la anastomosis linfovenosa, reconstrucción linfática o la transposición de ganglio linfático.

AUTORES

Claudia Esther Villanueva Larumbe. FEA Medicina Física y Rehabilitación. Hospital Universitario de Navarra.
Sophie Gorostiaga Maurer. FEA Medicina Física y Rehabilitación. Hospital Universitario de Navarra.
Sara Guillén Aguinaga. Facultativo Especialista Medicina Familiar y Comunitaria. CS de Azpilagaña, Pamplona.
Lizar Zabala Díaz. FEA Cardiología. Hospital Universitario de Navarra