La circuncisión es de las técnicas quirúrgicas más realizadas a nivel mundial. Es necesaria en varones que tienen dificultad para deslizar hacia atrás la piel que rodea el glande (prepucio) por tener esta piel menos elástica y estrecha de lo normal (fimosis). También es frecuente su realización por motivos religiosos.
La dificultad para retraer el prepucio puede dar molestias en las relaciones sexuales, imposibilidad completa para recolocar la piel con inflamación del glande (parafimosis), dificultar la correcta higiene lo cual puede derivar en infecciones de la piel y el glande (balanitis) que a la larga puede incluso llevar al desarrollo de tumores de pene.
La intervención consiste en extirpar el prepucio. Este procedimiento suele realizarse en bebés recién nacidos y es una intervención que generalmente solo dura unos minutos. También es muy frecuente, al contrario de lo que se pueda pensar, en varones de edad avanzada o con enfermedades como diabetes o liquen escleroso.
Circuncisión con técnica convencional
En primer lugar, se aplica anestesia local, que se inyecta en la base del pene.
Hay multitud de formas de realizar la intervención, pero la más común es la circuncisión por incisión dorsal. Esta consiste en traccionar del prepucio desde la cabeza del pene, cortarlo en la parte dorsal hasta exponer el glande y recortar circunferencialmente el prepucio.
Los bordes de los cortes son cosidos con puntos que se reabsorben solos en aproximadamente 2-3 semanas.
El tiempo de intervención oscila ente 40 minutos y 1 hora. Es necesario evitar las erecciones mientras los puntos persistan. Es normal que se produzca inflamación del pene e incluso un pequeño hematoma en el pene los primeros días. Lo más molesto resulta el roce del glande con la ropa, al estar completamente descubierto, pero se puede evitar llevando calzoncillo ajustado y tomando la analgesia habitual.
Circuncisión con grapadora automática CIRCCURER®
CIRCCURER® es un dispositivo estéril, desechable de sutura para circuncisión. Consiste principalmente en una campana de glande, un gatillo, un bisturí circular y una grapadora de sutura con grapas de acero inoxidable que se caen solas en 1-3 semanas.
Es similar a una pistola. Una vez realizada la anestesia, se coloca una pieza del dispositivo debajo del prepucio para proteger el glande y otra externamente. Se ajusta el dispositivo y se dispara para que se realice la incisión circunferencial. Automáticamente el aparato coloca pequeñas grapas metálicas.
Permite realizar una circuncisión en pocos minutos sin que el urólogo tenga que suturar. Se reducen así los riesgos intra y post operatorios y se hace más fácil el manejo de la herida quirúrgica por parte del paciente en casa. Además, se reduce el sangrado y se consigue mejor resultado estético.
AUTORES:
Mónica Sanz del Pozo, Walter Orlandi Oliveira, Ángel García de Jalón Martínez. Adjuntos.
Laura Enguita Arnal y Eva Salas Trigo. Residentes.
María Jesús Gil Sanz. Jefa de Servicio.
Servicio de Urología. Hospital Universitario Miguel Servet