La OMS los describe como sustancias exógenas derivadas de los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) capaces de alterar el sistema endocrino produciendo efectos adversos sobre la salud de los seres vivos y de sus descendientes. El organismo son capaces de acumularse y pueden transmitirse de una generación a otra sin que se haya manifestado patológicamente. Todas las personas sin excepción están expuestas a ellas diariamente.
La Unión Europea (UE) identifica algunas de ellas como “extremadamente preocupante” debido las consecuencias tóxicas que tiene en el sistema endocrino; el Bisfenol A prohibido desde 2020 y que se usaba para fabricar biberones y los Ftalatos utilizados por las industrias como aditivo que incrementa la flexibilidad y que se encuentra en manteles, baldosas, cortinas de baño, mangueras, ciertos juguetes, cables, etc.
Las principales alteraciones orgánicas que producen en los seres vivos son consecuencia de su toxicidad y pueden producir daños graves como cáncer y tumores en múltiples sitios, desarreglos neuro-conductuales incluyendo problemas de aprendizaje, reducción del rendimiento y cambios en el temperamento, cambios en el sistema inmunológico (alergias e hipersensibilidad) y neurológico, problemas reproductivos y desórdenes ligados al sexo, período de lactancia en las madres, enfermedades como la endometriosis (desorden ginecológico, crónico y doloroso, en el que los tejidos del útero crecen fuera del útero), el aumento de la incidencia de la diabetes y otras.
Algunos actúan como obesógenos, elevan el número y tamaño de los adipocitos o aumenta el apetito al cambiar la capacidad de quemar grasas. Debido a su carácter liposoluble atraviesan la placenta y se excretan en la leche materna, los niños alimentados con leche materna contaminada pueden exceder la ingesta diaria tolerable de Contaminantes Orgánicos Persistentes hasta 144 veces.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), a través de su Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, considera a muchos de los COP’s como potenciales carcinógenos humanos asociados al consumo excesivo de carnes, alimentos grasos y lácteos contaminados. Además, estudios de laboratorio y de campo en especies de fauna silvestre han señalado algunos de los efectos sobre la salud por la exposición.
En los animales disminuye la reproducción, el funcionamiento anormal de la tiroides y otros desarreglos del sistema hormonal, feminización de los machos y masculinización de las hembras, anomalías del comportamiento, tumores, cáncer y malformaciones congénitas.
Alternativas naturales al uso de COPs en nuestra vida diaria
Existen alternativas naturales al uso de COPs en nuestra vida diaria, fomentar el uso de repelentes e insecticidas naturales en lugar del DDT para el control integral del mosquito y del paludismo, sustituir los plaguicidas químicos fomentar el manejo ecológico de plagas: control biológico, insecticidas botánicos, fertilización biológica, rotación y asociación de cultivos para eliminar los plaguicidas químicos, evitar la incineración de residuos clorados presentes en los desechos hospitalarios, residuos peligrosos y basura urbana; y apoyar programas de producción más limpia y tecnologías de tratamiento que no producen dioxinas, eliminar el PVC en los envases y artículos de consumo humano, usar gas en lugar de residuos peligrosos como combustible en hornos de cemento.
Para evitar, reducir y minimizar el contacto directo con los COPs podemos realizar pequeños y sencillos cambios en los hábitos de vida, tales como a comprobar las etiquetas y conocer el significado de los pictogramas de los productos de limpieza, uso de detergentes respetuosos con el medio ambiente y seguir las instrucciones de uso especialmente de productos desatascadores, limpiadores del inodoro, agentes descalcificantes y guardar los productos de limpieza fuera del alcance de los niños y los animales de compañía.
En cuanto a la ropa y textiles, lavarlos antes de usar para eliminar sustancias nocivas que puedan contener por el uso de tintes o materiales sintéticos o elegir prendas confeccionadas materiales y tintes naturales.
Respecto a los productos electrónicos comprobar elegir aquellos cuya etiqueta informe que están fabricados con materiales ecológicos, que cumplan la legislación vigente, seguir las instrucciones del fabricante para el reciclado y airear las habitaciones periódicamente.
Vigilar que los productos cosméticos y de higiene femenina no contengan nanomateriales tóxicos o peligros, leer atentamente la información del fabricante y las señales de advertencia.
AUTORES
Ana Belén Mongío Pardo. Enfermera de Especialidades Médicas. H.G. San Jorge. Huesca
Esmeralda Lobera Salvatierra. Enfermera de Urgencias. H.G. San Jorge. Huesca
Almudena Cañardo Yebra. Enfermera de Especialidades Médicas. H.G. San Jorge. Huesca
Lucía Rivarés Garasa. Enfermera de Especialidades Médica. H.G. San Jorge. Huesca
Óscar Sambía Novellón. Enfermero de Especialidades Médicas. H.G. San Jorge. Huesca
Isabel Torrés Jurado. Enfermera de Especialidades Médicas. H.G. San Jorge. Huesca
Lucía Iglesia Carnicer. Enfermera de Especialidades Médicas. H.G. San Jorge. Huesca
Montserrat Opla Ascaso. Enfermera de Especialidades Médicas. H.G. San Jorge. Huesca