¿Qué supone a nivel psicosocial vivir con un DAI?


Adriana Martínez Sarría. Enfermera de Cardiología. Hospital Reina Sofía. Tudela

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Las siglas DAI corresponden al término desfibrilador automático implantable
Un DAI es un dispositivo de pequeño tamaño que se coloca debajo de la piel del paciente mediante una incisión que se realiza generalmente debajo de la clavícula. Mientras se realiza este procedimiento, el paciente se encuentra despierto pero con la zona anestesiada.

Este elemento que se ubica bajo la clavícula se denomina generador del DAI pero para que pueda desempeñar su función, dicho generador debe encontrarse unido al corazón mediante uno o varios cables.

¿Qué pacientes llevan un DAI?

Estos despositivos de desfibrilación implantables pueden colocarse en pacientes que aún no han presentado arritmias malignas pero que están en riesgo de tenerlas por su patología cardíaca de base ( esto se denomina prevención primaria) o en pacientes que ya han presentado alguna de estas arritmias malignas y en consecuencia han estado en parada cardiorrespiratoria pero han sido reanimados y así evitar que esto ocurra de nuevo ( esto se conoce como prevención secundaria).

Consecuencias de ser portador de un DAI a nivel psicológico y social

El hecho de llevar estos dispositivos supone en los pacientes alteraciones en las esferas psicológica y de las relaciones. Estos pacientes están en riesgo de presentar problemas psíquicos como la ansiedad y la depresión y de ver disminuida su calidad de vida. Habitualmente deben asumir como este dispositivo les acompañará para siempre allá a donde vayan, lo que resulta especialmente difícil en aquellos pacientes que ya han sufrido alguna descarga por el temor a volver a experimentar el dolor de la misma.
A nivel deportivo deberán evitar que su frecuencia cardíaca se eleve demasiado para prevenir que el DAI pueda confundir esto con una alteración maligna del ritmo del corazón. Por otro lado, la conducción les está totalmente prohibida las primeras semanas tras el implante y ,además, están las consecuencias a nivel laboral (bajas laborales, prohibición de ocupar ciertos puestos de trabajo…).
Resulta interesante conocer que se les realizarán seguimientos frecuentes del dispositivo en sus hospitales de referencia y que, por ende, deberán adaptar sus vidas a las constantes visitas médicas que comenzarán a tener que realizar.

Conclusión

Como profesionales de la salud resulta de vital importancia conocer lo que supone el hecho de convertirse en portador de un DAI para el paciente. Los profesionales de enfermería somos el contacto más frecuente y más cercano para nuestros pacientes y debemos estar preparados para detectar dificultades que puedan estar presentando y mostrar disponibilidad para escuchar y aconsejar ayudándoles a vivir esta experiencia de la mejor manera posible.