Reflujo gastroesofágico en el embarazo


Javier Gordillo Vázquez, Estefanía Castillo Castro y Sandra Abaurrea Asiain. Enfermero Servicio de Digestivo CHN. Unidad de Endoscopias y Matronas CHN-B. ANAMA.

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El reflujo gastroesofágico (RGE) se define como el tránsito de contenido del estómago al esófago que ocasiona síntomas molestos, que deterioran la calidad de vida de los pacientes, y que durante el embarazo se da un 50% de las mujeres.

Este porcentaje aumenta según la edad gestacional, (se dan en un 52% en el primer trimestre, 24 a 40% en el segundo trimestre y en un 9% tercer trimestre) embarazos previos y antecedentes de reflujo.
El tránsito de los alimentos del esófago al estómago se regula por una válvula muscular llamado esfínter esofágico inferior, es la unión entre esófago y estómago, que al relajarse permite el paso del alimento al estómago dando lugar al cuadro sintomático que las mujeres expresan como ardor o quemazón.
Este reflujo no es más que el resultado de cambios en el organismo de la gestante como:
• Una disminución de la presión esofágica con lo que los jugos gástricos suben hacia el esófago provocando el reflujo.
• Aumento de la presión gástrica causada por el aumento del útero.
• Disminución de la motilidad intestinal.

Síntomas y signos

Los síntomas más frecuentes de la RGE son la pirosis y la regurgitación alimenticia.
Pirosis: percibida por los pacientes como una sensación de quemazón o ardor que asciende desde el estómago a la garganta. Aunque tiene mayor incidencia tras las comidas puede presentarse en cualquier momento del día.
Regurgitación: paso del contenido gástrico a esófago. Dicho síntoma se acentúa en dos situaciones concretas; al aumenta la presión abdominal y al acostarse.

Tratamiento

1. Medidas farmacológicas. Las medidas farmacológicas que se administran durante el embarazo por escala , si no es efectivo pasar al siguiente escalón de tratamiento.
• Los antiácidos derivados del aluminio, magnesio y/o calcio (no hay riesgo embrionario y fetal) pueden provocar diarreas y estreñimiento. Y retrasan la absorcio del hierro que hay que considerarlo en caso de precisarse la suplementación con hierro
• Los antagonistas de los receptores H2 como la ranitidina , un fármaco seguro que no aumenta el riesgo de malformaciones congénitas, ni mortalidad perinatal, ni los parto prematuro, ni el bajo peso al nacer
• Los inhibidores de la bomba de protones (IBP) como el omeprazol usado cuando los 2 anteriores no han sido efectivos.
2. Medidas no farmacológicas. Dentro de las medidas no farmacológicas se abarcan la higiene alimentaria y postural, no resuelven el cuadro pero alivian sus síntomas. Las gestantes deben seguir las siguientes recomendaciones:
• Evitar el sobrepeso.
• No hacer comidas copiosas.
• Aumentar la frecuencia de las ingestas disminuyendo la cantidad.
• Evitar situaciones de aumento de la presión gástrica como puede ser la ropa prieta.
• Evitar tabaco, cafeína y bebidas gaseosas.
• Después de cada comida permanecer incorporadas.
• Acostarse a las 2 a de la última ingesta.
La respuesta al tratamiento farmacológico y no farmacológicos nos da una clara mejora de los síntomas de reflujo durante el embarazo, salvo en los casos en los cuales ya existía la ERGE previamente. Es importante comentar con tu matrona del Centro de Atención a la Mujer o con tu ginecólogo la existencia de la sintomatología para que pueda poner tratamiento y así mejorar en calidad de vida .