Las personas tenemos que aceptar los cambios de la vida y reconocer sin complejos que vivir también es envejecer. Por eso, hemos de saber qué podemos esperar de nuestro proceso de envejecimiento de la forma más realista posible. En la sociedad actual, tan moderna y avanzada, prima por encima de todo ser o aparentar ser joven. Pero no existen soluciones mágicas. A pesar de que continuamente nos ofrecen supuestos milagros, vamos a envejecer, queramos o no. De nosotros depende poder hacerlo en las mejores condiciones de salud y bienestar, para seguir disfrutando de una parte tan importante en nuestra vida. Este y no otro debe ser nuestro objetivo.
LA VEJEZ NO ES UNA ENFERMEDAD
Por tanto, no tenemos que sentirnos enfermos por haber cumplido muchos años. Si alguien le echa la culpa de lo que te pasa a la edad, rebélate. ¡Di que no! es cierto que el envejecimiento nos vuelve más frágiles. Por ello por hemos de hacer todo lo posible para poder vivir el tiempo que nos quede en las mejores condiciones. Y esto sólo es alcanzable si cambiamos nuestros estilos de vida: lo que comemos, la actividad que realizamos, las relaciones que mantenemos con otras personas, lo que hacemos y lo que dejamos de hacer.
CAMBIOS EN NUESTRO CUERPO
Conviene estar atento a los cambios en nuestro cuerpo, que de forma resumida son los siguientes: El cerebro. Al igual que nuestro cuerpo, el cerebro también cambia. Nuestras reacciones son más lentas. Por ello, debemos
compensarlas estimulando el cerebro a través de actividades como estudiar, por el puro placer de saber, sin exámenes. Aquí os recomiendo instituciones dedicadas a fomentar el conocimiento de personas mayores, generalmente a partir de los 50 años, como la Universidad para Mayores Francisco Yndurain, dependiente
de la Fundación Bilaketa, el Aula de la Experiencia de la Universidad Pública de Navarra, el Programa Senior de la Universidad de Navarra, o la iniciativa Ágora Universitaria, promovida desde el IES Plaza de la Cruz.
Os animo a informaros de los numerosos cursos que se imparten. Seguro que alguno os interesa. Y si no es así, resulta muy recomendable leer, hacer crucigramas, recordar la lista de la compra, teléfonos de familiares o amigos, o cualquier otra tarea que ejercite la memoria.
El cuerpo. Con los años, a menudo se aumenta de peso, los músculos se debilitan y perdemos elasticidad. Pero no os abandonéis, con un poco de ejercicio físico y una alimentación sana os sentiréis mucho mejor: mejorará el funcionamiento del corazón, de los pulmones y articulaciones.
Por otro lado, es normal que la piel y el pelo modifiquen su aspecto. Aparecen arrugas y se cae el pelo (a veces un poco y otras mucho). Es conveniente hidratarse bien, beber agua, incluso sin sed. Y utilizar cremas hidratantes, porque a todos nos gusta estar guapos.
En esto de envejecer o hay dos personas iguales. Los cambios que vamos percibiendo pueden variar de una persona a otra, pero siempre estamos a tiempo de cambiar y mejorar nuestra forma de vida. Y la manera de conseguirlo es con esfuerzo e implicación. Lo siento por quienes piensan que es algo tan fácil como tomar una
pastilla.
PAUTAS PARA CUIDARNOS
Cualquier momento es bueno para empezar a cuidarnos. ¿De qué manera? seguid aprendiendo, aumentad vuestros conocimientos. Disfrutaréis más de la vida y vuestro cerebro lo agradecerá. Haced ejercicio físico, siempre bajo el control de un médico. Sirve desde un paseo por parques, calles o cualquier actividad deportiva
adaptada a nuestras capacidades. Con ello ganaremos equilibrio, aumentará nuestra movilidad, prevendremos fracturas, nos sentiremos mejor, seremos más sociables, tendremos mejores defensas y también mejoraremos nuestra memoria. Si elegimos el paseo será diariamente de 30 minutos a 1 hora. Comenzaremos despacio e iremos aumentando poco a poco la intensidad. Usaremos ropa y calzado cómodos. Participad en proyectos, practicad cualquier actividad, lo que prefiráis: cantar, pintar, escribir… Y es muy importante relacionarse, no estar solo.
¿Has dejado de fumar?, entonces no te preocupes y en cuanto a la alimentación, vigilad lo que coméis. Debemos seguir unos correctos hábitos que nos ayudarán a mantener nuestra salud y prevenir la aparición de enfermedades, e incluso a controlarlas. La alimentación ha de ser rica en frutas, verduras y legumbres. Más pescado que carne y escasa en grasas. Resulta más efectivo hacer cinco comidas pequeñas al día y no olvidarnos de beber agua. También sirven los zumos naturales e infusiones. Por el contrario, conviene
evitar los refrescos azucarados. A la vez, no realicéis dietas por vuestra cuenta.
Empezad ahora mismo, este es el momento.