Screening de mama


Itsaso Larramendi Samanes. Enfermera y T.S. Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. Aintzane Pérez Martín y Julia Viscarret Recalde. T.S. Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear. Hospital Universitario de Navarra

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Un screening es una estrategia que se aplica a la población para detectar una enfermedad que todavía no se ha manifestado. Uno de los más conocidos es el de mama, que actualmente es la mejor modalidad de cribado para la detección precoz y el diagnóstico del cáncer de mama, que es el cáncer más frecuente en las mujeres y el que causa más muertes.

El screening de mama permite detectar lesiones en la mama hasta dos años antes de que sean palpables y, en la mayoría de los casos, se detectan cuando aún no han invadido los ganglios u otros órganos. Gracias a la realización de estos cribados es posible disminuir la mortalidad por cáncer de mama, aumentar la supervivencia y mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados.

La población objetivo de estos cribados son:
• Mujeres con edades comprendidas entre 45 y 69 años (edad en la que la incidencia del cáncer de mama aumenta de forma significativa). El cribado se establece cada dos años, aunque dependiendo de resultados, se puede recomendar revisión cada año.
• Mujeres de entre 35-45 años que cuentan con familiares de primer grado con cáncer de mama diagnosticado antes de los 50-60 años o cáncer de mama bilateral.

Para realizar una mamografía, la paciente recibe una mínima cantidad de radiación. Sin embargo, el beneficio que proporciona en términos de disminución de la mortalidad del cáncer de mama, supera este riesgo, por lo tanto, está justificada su realización en los rangos de edad y con la periodicidad que ha demostrado un beneficio.

No utilizar el protector plomado de tiroides

Relacionado con esto último, hay pacientes que manifiestan su inquietud por un posible riesgo de carcinoma de tiroides debido a la dosis de radiación que pudieran recibir durante la realización de la mamografía; por lo que solicitan hacer uso de un protector plomado de tiroides durante la prueba. Sin embargo la Sociedad Española de Protección Radiológica recomienda no utilizar el protector plomado de tiroides, ya que su uso puede ser perjudicial para la paciente desde el punto de vista del correcto diagnóstico y de la optimización de la protección radiológica.

En estos cribados se realizan dos proyecciones radiográficas por cada mama:
• Cráneo-caudal: Permite detectar y/o evaluar calcificaciones, quistes, carcinomas, anomalías o cambios del tejido mamario.
• Oblicua-medio lateral: Permite detectar, evaluar calcificaciones, carcinomas, quistes u otras anomalías en la cara lateral profunda del tejido mamario.

Para que estas proyecciones radiográficas sean de buena calidad es imprescindible la compresión de la mama, lo que puede provocar dolor o molestias, aunque siempre tolerables.

Una buena compresión de la mama tendrá muchas ventajas (disminución de la distorsión por movimiento, de la borrosidad y de la dosis de radiación, así como la mejora de la resolución espacial y de contraste), que harán que la calidad de la radiografía sea óptima y válida para un correcto diagnóstico.

Las mamografías que se obtienen en estos cribados son informadas siguiendo la categoría BI-RADS, que es un método para clasificar los hallazgos mamográficos, y que se considera el idioma universal en el diagnóstico de la patología mamaria. Cuando el resultado no sea concluyente, será necesario completar el estudio con proyecciones más específicas u otras pruebas como ecografía.

En conclusión, se ha demostrado que la prevención mediante cribados es una estrategia fundamental para el control del cáncer de mama, ya que se puede conseguir reducir la mortalidad en el grupo de mujeres estudiadas realizando un diagnóstico antes de que aparezcan los síntomas. Gracias a estos cribados se pueden salvar muchas vidas.