¿Se puede prevenir el descenso de los órganos pélvicos?


Dra. Daime Pérez Feito . Especialista de Medicina Familiar y Comunitaria. Miembro del Grupo de Trabajo Nacional de Urología de SEMERGEN

Print Friendly, PDF & Email
El prolapso genital es el descenso de los órganos pélvicos por el debilitamiento del soporte del suelo pélvico. Es bastante frecuente, 9 de cada 10 mujeres lo presentan.

No existe consenso clínico del concepto que define al prolapso genital como patológico, ya que cierto grado de descenso y relajación de la pared vaginal es considerado como normal en la gran mayoría de las mujeres, por la ausencia de dolor.

La frecuencia del prolapso genital severo es del 3% en la población general y es probable que alrededor del 3-6% de las mujeres lo desarrolle en algún momento de su vida. La recidiva del prolapso genital (reaparición de la enfermedad tras un período de salud completa) es del 15%, a los 2 años, semejante a la observada en las hernias en general.

¿Qué órganos pueden prolapsarse?

Prolapso de vejiga urinaria: o prolapso anterior (Colpocistocele) es la protrusión de la vejiga y de la pared vaginal hacia el exterior a través de la cara anterior de la vagina.

Prolapso rectal: o prolapso posterior (Colporectocele) es la protrusión de la vejiga y de la pared vaginal hacia el exterior a través de la cara posterior de la vagina.

Prolapso uterino: descenso o prolapso del útero (Histerocele) es el descenso del útero a través del canal vaginal exponiendo el cuello del útero hacia el exterior. Cuando el prolapso es severo el útero viene acompañado de un prolapso vesical y rectal.

Prolapso intestinal: o Enterocele, es un prolapso muy particular donde los intestinos se insinúan a través del espacio comprendido entre el útero y el recto. No es muy frecuente.

¿A qué se denomina suelo pélvico?

Es el conjunto de músculos, ligamentos, tejido conectivo y nervios que permiten el soporte del útero, vagina, vejiga urinaria, uretra y recto.

Causas

Las causas más frecuentes son:

  • Traumatismos obstétricos y/o cirugías pélvicas.
  • Multiparidad y/o fetos grandes.
  • “Mala calidad” de los ligamentos, tejido conectivo y músculos de la pelvis. Es más frecuentes en mujeres de raza blanca y asiáticas que en las de raza negra.
  • Menopausia (se reducen los niveles de estrógenos).
  • Obesidad, estreñimiento (aumenta la presión intrabdominal).
  • Enfermedades respiratorias crónicas (Asma, tos crónica).
  • Actividades relacionadas con levantar peso.
  • En mujeres jóvenes nulíparas se produce por insuficiencia gonodal o parálisis nerviosa, alteraciones medulares y con espina bífida.

Síntomas

Van a depender del tipo de prolapso, aunque algunos de ellos son comunes:

  • Dolor en bajo vientre.
  • Pesadez o presión en más de un 90% de los casos.
  • Bulto en los genitales, flujo vaginal, picazón.
  • Dificultad, dolor y no satisfacción en las relaciones sexuales.
  • Dolores en la zona sacrolumbar.
  • Estreñimiento.
  • Dificultad y molestias al caminar o con otros ejercicios físicos.
  • Sangrado genital (por el roce de la pared vaginal con la ropa interior).
  • Trastornos urinarios: incontinencia o pérdida involuntaria de la orina, alteraciones en la frecuencia miccional con aumento de la urgencia.
  • Aparecen generalmente en posición de pie y se reducen al acostarse.

¿Cómo se mide el grado de severidad de los prolapsos?

Se clasifican en base a la cercanía o nivel de protrusión de la pared vaginal o del útero a través del canal vaginal:

Grado 1: pequeña debilidad de la pared o escaso descenso uterino. Demostrable por pruebas clínicas durante el examen físico. La paciente no siente nada y su presencia sólo la establece el médico.

Grado 2: la protrusión o el descenso uterino pueden notarse mediante maniobras de “pujo”. El defecto se insinúa hasta la entrada de la vulva.

Grado 3: la protrusión va más allá de los límites de la vulva, haciéndose evidente a simple vista después de pujar un poco.

Grado 4 o Procidencia: Es el descenso total del útero a través del canal vaginal, acompañado por un cistocele y rectocele grado 3. Es la eversión total de la vagina como un guante volteado de adentro hacia afuera.

¿El prolapso puede conducir al cáncer?

Absolutamente NO.

¿Por qué puede llegar a ser un problema social?

Al aumentar la esperanza de vida, mayor número de mujeres desarrollarán alteraciones del suelo pélvico. Esto supone síntomas desagradables, interfiere en las relaciones sociales al limitar su participación en excursiones, salidas de casa y en la actividad sexual. Pudiendo esto ser causa de aislamiento social, pérdida de autoestima y hasta depresión.

Diagnóstico

Se inicia realizando la historia clínica de la paciente, la exploración física y el examen pélvico completo para buscar signos de prolapso y esto permite valorar de que prolapso se trata (vagina, recto).

Luego se valora además el grado de descenso de dichos órganos.

Tratamiento

Dependerá del tipo y grado de prolapso genital que presente. Por lo general la solución de esta patología es la cirugía (colocación de mallas).

La cirugía se llevará a cabo si la paciente lo acepta y el tipo de esta dependerá del tipo de incontinencia, tipo de alteración del suelo pélvico, la edad y el estado general de mujer.

Hay tratamientos no quirúrgicos que el médico aplicará dependiendo el caso y sobre todo en grados leves (ejercicios rehabilitadores, uso de pesarios).

Prevención

No se sabe con exactitud si se puede prevenir, pero os ofrecemos algunas medidas preventivas:

  • Fortalecer el suelo pélvico durante el embarazo y después del parto.
  • Practicar ejercicios de contracciones de la” musculatura pélvica” (Ejercicio de Kegel, es como si tratara de interrumpir la micción).
  • Terapia de reemplazo hormonal en mujeres con menopausia.
  • En pacientes que han tenido un parto difícil (Es preferible esperar un considerable tiempo para un segundo embarazo).
  • Eliminar el tabaquismo como causa de tos crónica.
  • Controlar el estreñimiento.
  • Evitar levantar pesos exagerados.
  • Orinar con frecuencia evitando la distensión vesical prolongada, que si bien no ha demostrado sea un factor de la aparición de prolapsos al menos le evitará complicaciones urinarias.
  • Tratar de mantener un peso adecuado para evitar la obesidad.
  • Controles anuales con su ginecólogo para obtener un diagnostico temprano si éste fuera el caso.