Las varices son dilataciones anómalas y permanentes de las venas superficiales. Constituyen un problema muy frecuente. Pueden parecer un problema meramente estético, y, de hecho, su diagnóstico es visual. Pero, en realidad, son la manifestación de un transtorno circulatorio.
El signo más visible cuando hay un problema de retorno, una insuficiencia venosa, es la aparición de varices.
El objetivo del tratamiento, es por tanto doble. Por un lado, se trata de eliminar el problema hemodinámico (circulatorio), que provocan las varices. Y, por otro, de solucionar el problema estético que suponen.
Existen múltiples métodos para eliminar las varices, que se pueden agrupar en tres bloques: cirugía, procedimientos de termoablación y esclerosis con microespuma.
La alternativa menos agresiva
De ellos, la esclerosis con microespuma, sola, o en combinación con un dispositivo mecánico, es la alternativa menos agresiva.
La esclerosis con microespuma consiste en la inyección de un agente esclerosante en el interior de los segmentos venosos insuficientes, lo cual conduce a su cierre y paulatina desaparición.
Es el único tratamiento que no precisa el uso de anestesia en absoluto. Asimismo, el único que permite tratar todo tipo de varices (ejes safenos, varices tronculares, varices reticulares, etc.). A diferencia de otros métodos, no es necesario realizar incisiones de ningún tipo. Del mismo modo, es la única modalidad que respeta con absoluta seguridad el nervio safeno y el sural (que acompañan a la safena interna y la safena externa).
Necesaria una valoración especializada
Todo ello, unido a que se trata de un procedimiento ambulatorio, posibilita que no sea necesario ningún tiempo de recuperación. El tratamiento se realiza a través de un número variable de sesiones durante las cuales no hace falta interrumpir las actividades de la vida diaria.
Para planificar el mejor tratamiento es esencial una consulta con un especialista en Angiología y Cirugía Vascular con suficiente experiencia, dado que se trata de un problema circulatorio real. En dicha consulta se realiza un examen minucioso de las varices. Y, lo más importante, una ecografía/Doppler venosa en color. Es el único modo de conocer el estado del sistema venoso superficial y profundo y, por tanto, de aplicar el tratamiento más efectivo.
El doctor Jiménez Arribas posee una dilatada experiencia de más de 20 años en el tratamiento de varices. Ello le acredita profesionalmente para abordar su problema circulatorio de la forma más eficaz posible; y ello con el trato cercano y cordial que usted merece.