Úlcera de estómago


Elena Pérez Salvatierra . Residente de Medicina Familiar y Comunitaria. SEMERGEN Navarra

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Una úlcera es una lesión de la piel o tector gástrico. de la pared de los órganos con poca o nula tendencia a la cicatrización. Una úlcera gástrica es aquella que afecta a la pared que recubre al estómago por el interior (mucosa).

La úlcera péptica, que incluye a las úlceras gástricas y las del duodeno (primera porción del intestino delgado) es una enfermedad frecuente que afecta al 10% de la población en algún momento de su vida. Sin embargo, debido a la eficacia del tratamiento, la mortalidad que produce es escasa.

¿Por qué se tiene una úlcera?

La causa es el desequilibrio entre los factores agresivos para la mucosa gástrica (el aumento de la secreción de ácido gástrico) y los defensivos (la secreción de moco y bicarbonato por parte del estómago).

Este desequilibrio se produce por diferentes causas. La más frecuente es la infección por una bacteria llamada Helicobacter Pylori. Esta bacteria está presente en el estómago del 50% de la población y es responsable del 70-80% de las úlceras gástricas.

El 20% están causadas por el uso continuado de fármacos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) y/o aspirina.

Las úlceras también pueden aparecer en personas debilitadas por enfermedades graves o deberse a enfermedades menos frecuentes como el síndrome de Zollinger Ellison, en el que hay un aumento de la producción ácida del estómago o la enfermedad de Crohn, en la que se producen ulceraciones en cualquier parte del aparato digestivo.

El tabaco o el estrés son factores que aumentan el riesgo de presentar una úlcera ya que producen daño de la mucosa. Los alimentos muy condimentados pueden agravar los síntomas.

Estrés, tabaco > daño de la mucosa > disminuye producción de moco y bicarbonato > ÚLCERA.

Antiinflamatorios, Helicobacter pylori > aumento producción de ácido > ÚLCERA.

¿Cómo se nota una úlcera?

El síntoma más característico es el dolor en la zona central y superior del abdomen (epigastrio). El dolor suele aparecer tras las comidas o con el ayuno (es típico que se presente por la noche). Suele ceder con la ingesta. Algunas personas no presentan síntomas.

Una úlcera puede ser potencialmente peligrosa. Los síntomas por los que se debe consultar sin demora al médico son: dificultad para tragar o regurgitación, náuseas persistentes y vómitos, vómitos con sangre o negros, heces negras, pérdida de peso imprevista, anemia (cansancio, palidez), dolores abdominales intensos.

¿Cómo diagnostica el médico la úlcera?

Los síntomas que el paciente refiere, pueden orientar al médico en el diagnóstico. Sin embargo, éste debe ser confirmado mediante una gastroscopia. Esta prueba se realiza con un tubo fino y flexible que se introduce por la boca y que lleva una luz y una pequeña cámara en la punta para visualizar las paredes del esófago, estómago y duodeno. La exploración dura pocos minutos y se suele realizar bajo anestesia local. Durante la prueba, se toman biopsias (se extrae un pequeño fragmento de tejido) de la mucosa del estómago que posteriormente se examinan.

Por otro lado, hay que ver si el paciente con úlcera gástrica es portador de la bacteria Helicobacter Pylori. La técnica más utilizada y fiable para ello es el “test del aliento”. Esta prueba es muy sencilla y rápida. Para ello, el paciente inhala un reactivo y luego se analiza el aire que espira. Si al paciente se le va a realizar gastroscopia, se puede detectar la bacteria analizando las biopsias de la mucosa gástrica que se cogen durante la exploración.

Tratamiento de la úlcera gástrica

El tratamiento inicial es con fármacos “inhibidores de la bomba de protones”, los conocidos como protectores gástricos (tipo omeprazol). Éstos disminuyen la producción de ácido del estómago. Otros fármacos que pueden ser de utilidad son los llamados “antagonistas de los receptores H2” (tipo ranitidina) que inhiben la secreción de ácido, los protectores de la mucosa (tipo sucralfato) y los antiácidos.

Debido a la eficacia de estos fármacos, la cirugía ya prácticamente sólo se realiza para tratamiento de las complicaciones.

Si el Helicobacter pylori es positivo, también hay que tratarlo, ya que su erradicación acelera la cicatrización de la úlcera y evita que ésta vuelva a aparecer. Para ello, hay que tomar 2 ó 3 antibióticos y un inhibidor de la bomba de protones durante 7-10 días.

Una vez acabado el tratamiento, hay que comprobar que la úlcera ha cicatrizado (hay que repetir la gastroscopia) y ver que el Helicobacter pylori ha sido erradicado con el test del aliento.

Las principales causas de que el tratamiento no funcione son: el tabaco, el consumo de fármacos antiinflamatorios y el mal cumplimiento del tratamiento.

Complicaciones de la úlcera gástrica

  • Hemorragia digestiva: los síntomas son variables y se pueden manifestar mediante vómitos con sangre o deposiciones de color negro. A veces pasa inadvertida y produce una anemia.
  • Perforación: es una grave complicación que se produce cuando la úlcera atraviesa totalmente la pared del estómago. Se manifiesta por un intenso dolor abdominal en la porción superior del abdomen (epigastrio). Esta complicación requiere tratamiento quirúrgico.
  • Obstrucción pilórica. El píloro es la válvula que comunica el estómago con el intestino. Cuando existe una úlcera situada cerca del píloro, puede obstruir esta zona. Esto dificulta que el contenido del estómago siga su camino hacia el intestino. El síntoma más característico es el vómito de alimentos ingeridos entre 6 y 8 horas antes.
  • Penetración: si se perfora lentamente la pared del estómago, puede penetrar en órganos vecinos como el páncreas, vía biliar, epiplon, hígado y colon.

¿Cómo se puede reducir el riesgo de tener una úlcera gástrica?

Algunas de las medidas son el abandono del tabaco y las bebidas alcohólicas, ya que aumentan el riesgo de desarrollar una úlcera. Habrá que erradicar el H. pylori si está indicado. También es importante evitar el consumo de fármacos antiinflamatorios. Hay que intentar sustituirlos por otros fármacos que no lesionen el estómago. En caso de no poder evitarse su toma, se aconseja tomarlos tras las comidas y si está indicado, asociando un protector gástrico mientras dure el tratamiento.

Conclusiones

Acuda al médico si cree que tiene una úlcera. Es una enfermedad fácilmente detectable y curable.

Si presenta alguno de los siguientes síntomas: dificultad para tragar o regurgitación, naúseas constantes y vómitos, vómitos con sangre o negros, heces negras, pérdida de peso imprevista, anemia o un dolor abdominal intenso, consulte sin demora a su médico.

Si tiene antecedentes de hemorragia por úlcera gástrica o duodenal, evite la toma de antiinflamatorios o hágalo asociando un protector gástrico.