Las úlceras de Lipschütz, también conocidas como ulcus vulvae acutum o úlcera vulvar aguda tienen una baja incidencia, existen pocos casos descritos en la literatura y esto hace que se trate probablemente de una enfermedad infradiagnosticada.
Suelen afectar a mujeres jóvenes, la mayoría menores de 20 años y son excepcionales en menores de 2 años. La mayoría de las pacientes no presentan factores de riesgo y no han iniciado la actividad sexual, aunque también es posible la afectación de varones, mujeres más mayores y sexualmente activas.
La etiología es desconocida y se ha sugerido que podría estar relacionado con infecciones virales y procesos autoinmunes. Hasta en el 88% de los casos la aparición de las úlceras va precedida de una infección de vías altas intercurrente. Además en un 27% de ellas se detectó una serología positiva para virus de Epstein Barr. Otros microorganismos relacionados son algunas especies de Mycoplasma, el virus de la gripe A o B y el Streptococo beta hemolítico del grupo A (productor de faringitis).
Clínica
El cuadro clínico más común es la aparición súbita de las úlceras genitales a los 2-3 días del inicio del cuadro catarral. Se trata de úlceras de base necrótica o de fibrina localizadas más frecuentemente en los labios menores y suelen aparecen “en espejo” o “en beso” resultando intensamente dolorosas. En ocasiones pueden ir acompañadas de intenso edema de labios y de adenopatías inguinales.
Curan espontáneamente en 1 o 2 semanas sin secuelas ni recidivas.
Diagnóstico
El diagnóstico de la úlcera de Lipschütz es fundamentalmente clínico y mediante la exclusión de otras causas de úlcera genital aguda.
Es imprescindible realizar un correcto diagnóstico diferencial con cualquier otra úlcera genital aguda de origen infeccioso y no infeccioso.
Dentro de las causas de úlcera genital aguda infecciosa hay que descartar aquellas de origen venéreo como sífilis, linfogranuloma venéreo, virus de herpes simple o chancroide y de origen no venéreo como el virus de Epstein-Barr, citomegalovirus o Brucella.
En cuanto a úlceras genitales agudas no infecciosas habrá que descartar aquellas causadas por la enfermedad de Crohn, síndrome de Behcet, liquen escleroso o eritema multiforme entre otras.
El examen histológico y las pruebas de laboratorio son inespecíficas y no ayudan a establecer el diagnóstico por lo que la biopsia de las lesiones no se considera necesaria.
Tratamiento
El tratamiento de las úlceras de Lipschütz suele ser sintomático, enfocado a aliviar el dolor y acelerar la cicatrización. Se pueden incluir analgésicos y antiinflamatorios orales o anestésicos tópicos como Lidocaína 2%. En casos moderados-graves se pueden prescribir corticoides tópicos de potencia elevada, reservando los corticoides sistémicos para casos con lesiones necróticas múltiples.
Los antibióticos orales sólo están indicados en casos de sobreinfección o celulitis acompañante.
AUTORES
Laura Polo Oliveros. F.E.A. Ginecología y Obstetricia. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza.
Carolina Narvión Casorran. F.E.A. Ginecología y Obstetricia. Hospital Nuestra Señora de Gracia. Zaragoza.
Beatriz Procas Ramón. F.E.A. Ginecología y Obstetricia. Hospital San Jorge. Huesca.
Lourdes Gabasa Gorgas. F.E.A. Ginecología y Obstetricia. Hospital de Alcañiz. Teruel.