La biopsia renal es un procedimiento sencillo que se lleva a cabo bajo anestesia local. Se trata de obtener una pequeña muestra de tejido renal, esta muestra será enviada a un laboratorio donde bajo visión microscópica se puede obtener información sobre determinadas lesiones o enfermedades que afectan a nuestro riñón.
¿Cuándo es necesaria?
La biopsia renal es una prueba diagnóstica que normalmente solicitan los Nefrólogos en aquellos casos en los que se requiere observar el tejido del riñón.
Se utilizan para diagnosticar una enfermedad, determinar la gravedad de la misma o controlar el éxito de un tratamiento. También puede ser necesaria en casos de trasplante de riñón en los que no exista una correcta evolución.
¿Quién realiza la biopsia?
La biopsia puede ser realizada tanto por un Nefrólogo, un Urólogo o un Radiólogo intervencionista, dependiendo de la organización de cada centro hospitalario.
¿Cómo se realiza?
El paciente deberá estar en ayunas.
Dependiendo de la posición del riñón a biopsiar y de las preferencias de la persona que vaya a realizarla, la posición del paciente puede variar: decúbito supino (boca arriba) o decúbito prono (boca abajo). En los pacientes trasplantados casi siempre se coloca boca arriba.
En la mayoría de los casos se realiza utilizando un ecógrafo, realizando una ecografía del riñón y localizando la zona de la que se quiere tomar la muestra.
Cuando el médico localice esta zona, colocará el anestésico local a través de una pequeña aguja.
En este momento, se pedirá que el paciente esté lo más quieto posible, incluso dejando de respirar en algún momento.
Al tomar la biopsia, el paciente podrá escuchar un sonido sordo, como el de un resorte, es el sonido que realiza la aguja con la que se toma la biopsia. Dependiendo del caso, se tomarán varias biopsias por lo que se oirá ese sonido en varias ocasiones.
Posteriormente, se colocará un apósito en la zona de la punción.
¿Y después?
La complicación más importante tras una biopsia de riñón es el sangrado.
Por ello, es importante mantener reposo absoluto durante algunas horas tras la misma (entre 12 y 24 horas).
Es probable que se realice alguna analítica de sangre en las horas posteriores, para asegurarnos de que no se ha producido un sangrado importante.
Es totalmente normal notar algunas molestias en la zona de la punción.
¿Cuándo debo acudir a urgencias?
- Fiebre >38ºC
- Orina con sangre, color “vino tinto”
- Empeoramiento importante del dolor en la zona de la punción
- Sensación de cansancio o debilidad