Si realizamos una búsqueda en Internet de las palabras “zumos detox” el buscador nos ofrece más de un millón de resultados, pero este número aumenta si escribimos “plan detox”, “dietas detox” o algo similar.
Planes de alimentación basados en zumos
Todos ellos son planes de alimentación basados en zumos que contienen básicamente frutas, verduras, hortalizas y algún que otro ingrediente que en ese momento esté de moda (jengibre, semillas, algas, carbón activado…).
Quieren hacernos creer que son zumos especiales, pero en nada difieren a los que podemos hacer nosotros mismos en casa.
Con estas mezclas, aquellos que los venden, prometen mejorar nuestro cuerpo realizando una limpieza depurativa máxima. Algo innecesario ya que el organismo tiene diferentes órganos (riñón e hígado) que realizan funciones tales como eliminar sustancias, día y noche, que si se acumularan serían peligrosas para la vida. Además, normalmente son planes bastante caros para el bolsillo, desde los 30€ diarios en adelante.
Puede ser que alguien se pregunte “¿pero si ayudo al cuerpo con estos zumos mejor que mejor, verdad? Pues no, y explicamos varios porqués. Como hemos dicho, estos zumos están hechos con ingredientes vegetales en su mayoría, y los que normalmente suelen utilizarse son las espinacas, la remolacha, las acelgas, el perejil y el puerro, entre otros, por lo que son ricos en ácido oxálico.
De detoxificar a tóxico
Todos ellos en un consumo adecuado no presentan problema alguno. Ahora bien, cuando el consumo de estos productos es excesivo (una sola ración de 250 ml puede exceder la cantidad recomendada de este ácido) se incrementa el riesgo de padecer cálculos renales de ácido oxálico. La incoherencia es máxima, pues venden algo supuestamente para detoxificar cuando al final su consumo puede llegar a ser tóxico.
Algunos alimentos contienen sustancias que dificultan la asimilación de ciertos nutrientes, y en este caso el ácido oxálico interviene en la absorción del calcio ingerido en la dieta, es decir a mayor cantidad de oxalatos mayor es la pérdida de este mineral. Tampoco hay que obsesionarse con ello, pues estas sustancias se inactivan o destruyen por el calor, y si se sigue una dieta variada y equilibrada (algo que no ocurre con estos planes detox) no supone ningún problema.
Al tomar una ensalada, cualquier fruta fresca, plato o guarnición de verdura no se pierde su fibra, algo que sí pasa cuando después de realizar estos zumos los colamos. Al desechar gran parte de la pulpa, no se mastica por lo que no nos saciamos tanto, y además debido a la inexistencia de la fibra la absorción del azúcar que contiene dicho zumo es mucho más rápido.
Conclusión
Todos estos planes de alimentación que podemos encontrar no son completos ya que basan únicamente la dieta en zumos de vegetales, por lo que faltan otros nutrientes como proteínas y grasas.
Así pues, dejemos a un lado todo este loco mundo que ha surgido de zumos detox y volvamos a la vida real, ya que hay varias razones para evitar estos planes alimenticios: no realizan la detoxificación de la que se enorgullecen, tienen un precio desorbitado, pueden llegar a producir cálculos renales, dificultan la asimilación del calcio, producen una absorción más exacerbada del azúcar y no son para nada completos nutricionalmente.