La esclerosis con microespuma: la mejor opción terapéutica para todo tipo de varices


Dres. Gonzalo Villa y José Manuel Jiménez

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La insuficiencia venosa y, en concreto, las varices constituyen una patología relativamente benigna, pero muy frecuente. Por otra parte, se trata de una enfermedad que dejada a su evolución natural puede terminar ocasionando complicaciones severas, y de ahí la importancia de la eliminación de las mismas en estadios precoces. Aunque afecta predominantemente a mujeres, tampoco es infrecuente su aparición en hombres y además en éstos suelen ser de mayor calibre y más evolucionadas en el momento del diagnóstico.

El hecho de que los hombres acudan más tarde a una valoración por parte de un cirujano vascular hace que la probabilidad de tener una complicación de sus varices sea mayor.
Aunque el tratamiento de las varices se puede llevar a cabo de muy diversas formas, siempre existe el riesgo de las recidivas (esto es, de que se “reproduzcan”). Bien porque tienen un componente hereditario que, obviamente, no se puede eliminar, o porque se mantienen unos malos hábitos de vida (obesidad, sedentarismo, escaso uso de las medias de compresión), es muy habitual que tras una intervención quirúrgica de varices, vuelvan a aparecer éstas al cabo de unos años. De hecho, hay estudios que afirman que 10 años después de la intervención, el 25 % de las personas tienen la sensación de que tienen las mismas varices que presentaban antes de operarse.

Limitaciones del tratamiento quirúrgico

Generalmente, la cirugía sobre unas varices “reproducidas” es más compleja que sobre una pierna no intervenida, y sus resultados también son peores. Esta dificultad y los malos resultados son aún peores con cada intervención que se haga, de forma que no es una buena opción intervenirse un número indefinido de veces porque la pierna, lejos de mejorar, empeorará. Por otra parte, según cual sea la causa de la recidiva varicosa, como es el caso de las venas perforantes que se vuelven insuficientes, el tratamiento quirúrgico no constituye la mejor opción, pues trata las varices pero no su origen.
Estas limitaciones del tratamiento quirúrgico se solventan con la esclerosis con microespuma. Dado que es un procedimiento con una agresividad casi nula (de hecho no necesita ni anestesia local), se puede repetir, en teoría, un número ilimitado de veces siempre que haga falta. Además, permite tratar la causa de la recidiva varicosa en todas las situaciones: incompetencia de las perforantes, hipertrofia de una rama de un cayado ya ligado, insuficiencia de otro eje safeno, etc.
En definitiva, la esclerosis con microespuma constituye la mejor opción terapéutica para todo tipo de varices en términos globales, pero esta superioridad es aún mayor en el caso de varices recidivadas, pues permite unos mejores resultados con una técnica no invasiva, y, además, es un procedimiento que se puede repetir de forma indefinida.