En los últimos años se ha producido un considerable aumento de los viajes a países exóticos y zonas tropicales. Esto provoca que muchas personas estén en contacto con enfermedades infectocontagiosas diferentes a las de su entorno habitual. Existen además otros riesgos diversos, algunos relacionados directamente con la climatología (exposición al sol, excesivo calor y humedad, estancias a grandes altitudes…). Todo ello puede suponer un importante riesgo para la salud del viajero. Por lo tanto, el viajero internacional debería conocer y ser consciente de los riesgos a los que se enfrenta para tomar las medidas preventivas oportunas.
La mayoría de estas enfermedades son fácilmente evitables siguiendo unos consejos básicos, que se resumen a continuación:
Los alimentos y las bebidas contaminadas son la causa más frecuente de enfermedad en el viajero. La mejor manera de protegerse es seleccionar con cuidado todo lo que se come y todo lo que se bebe. La primera medida es lavarse con frecuencia las manos, sobre todo antes de comer o de manipular alimentos. Se debe beber agua embotellada o debidamente tratada. Las bebidas que han hervido (infusiones…) y los refrescos embotellados son por lo general seguros. No se deben tomar hielos que no hayan sido preparados con agua segura (ante la duda es preferible evitarlos). Resumiendo las recomendaciones higiénicas de alimentación se puede decir que los alimentos deben estar cocinados o pelados y si no es así, es mejor no tomarlos.
Es muy importante elegir un tipo de ropa y calzado adecuados. En el trópico es conveniente que la ropa sea de fibras naturales (algodón, lino…), ligera y no ajustada. Para evitar la transmisión de enfermedades por mosquitos y otros insectos es recomendable que en el exterior, sobre todo al anochecer y al amanecer, se lleven ropas de manga larga y pantalón largo, preferiblemente de colores claros y de tela no muy fina. Se debe evitar el uso de perfumes intensos ya que pueden atraer a los mosquitos. En las partes del cuerpo expuestas (manos, cara, brazos…) se deben aplicar repelentes de insectos.
Las habitaciones deben estar protegidas con telas metálicas en puertas y ventanas. El aire acondicionado es también un método eficaz para evitar la presencia de mosquitos en el interior. Es conveniente utilizar insecticidas ambientales con piretrinas dentro de las habitaciones (sprays, serpentinas, vaporizadores…) y usar mosquiteras para las camas, comprobando que no estén rotas y ajustándolas bien bajo el colchón. Es aconsejable sacudir las sabanas y mantas antes de acostarse, así como la ropa y el calzado antes de vestirse, por si algún animal o insecto se hubiera ocultado en ellos. Tanto la ropa como las mosquiteras se pueden impregnar con piretroides, lo que aumenta su eficacia contra muchos insectos.
En algunos países tropicales la exposición solar puede ser muy intensa y producir fácilmente quemaduras solares a personas no acostumbradas. Es importante protegerse frente al sol y el calor, siendo recomendable usar sombrero y cremas de protección solar. Es también aconsejable beber abundantes líquidos y no realizar esfuerzos excesivos para evitar el golpe de calor. Los viajeros de edad avanzada y los niños presentan especial riesgo de insolaciones y deshidrataciones por lo que en ellos estas medidas deben ser seguidas cuidadosamente.
Dependiendo del país que se visite (o de la zona concreta del país), de la época del año, de la duración del viaje, del tipo de viaje y de otros muchos factores (edad del viajero, enfermedades previas, etc.) pueden ser recomendables otras medidas preventivas, como determinadas vacunas o la quimioprofilaxis para el paludismo. En ciertos países y en el paso de ciertas fronteras pueden ser además obligatorias algunas vacunaciones como la de la fiebre amarilla.
Puede ser útil llevar un pequeño botiquín con materiales sencillos de cura (desinfectantes, tiritas, gasas…), algunos medicamentos para síntomas menores (analgésicos, antihistamínicos…), un termómetro, y en el caso de estar tomando un tratamiento para una enfermedad crónica, asegurarse de llevar la cantidad suficiente de medicación para cubrir todo el viaje. Asimismo, si se ha recomendado tomar quimioprofilaxis para el paludismo, no se debe olvidar llevar la medicación recomendada.
Es aconsejable no dejar para última hora estos aspectos del viaje y programarlos con tiempo (por lo menos con un mes de antelación). En los Centros de Vacunación Internacional se dan estas recomendaciones de forma individualizada y también se pueden encontrar consejos orientativos en la página web del Ministerio de Sanidad y Consumo (www.msc.es).
Muchas gracias por su atención. Y que tenga un feliz viaje.