Es sabido que la incidencia de enfermedades oncológicas es distinta en diferentes países. Sin duda, factores hereditarios, ambientales, estilos de vida, de alimentación, etc. tienen mucho que ver con dicha incidencia. En esta ocasión, nos referiremos a las modificaciones dietéticas indicadas para evitar o limitar los problemas nutricionales asociados a la enfermedad o al tratamiento con quimioterapia y/o radioterapia.
Son diversos los trastornos que pueden aparecer como efecto secundario a estos tratamientos, pero el objetivo es conseguir un aporte de nutrientes y de energía adecuado para mantener un estado nutricional óptimo en cada momento del proceso, lo cual también influirá en la eficacia del tratamiento.
Citaremos los trastornos que aparecen con más frecuencia y las modificaciones dietéticas indicadas para evitar pérdidas de peso importantes y estados carenciales.
Recomendaciones para mantener un correcto estado nutricional
Empezaremos citando las recomendaciones generales, ya que la dieta deberá ser lo más equilibrada posible. En este sentido, hay que buscar la mayor variedad, evitando los alimentos que produzcan aversión y sustituyéndolos por alimentos de similar composición (el pescado por carne o huevos, la leche por yogur o cuajada, etc.).
Repartir la dieta en 5-6 tomas al día para facilitar la ingesta y evitar largos períodos de ayuno.
De especial importancia son los alimentos proteicos, ya que ayudarán a que el organismo renueve sus tejidos y a mantener la fuerza y el estado de la masa muscular. Incluiremos por lo tanto, 1 ración de carne, pescado o huevos tanto en la comida como en la cena. Así como 2-3 raciones de lácteos al día (1 vaso de leche, 1 cuajada y 1 loncha de queso por ejemplo).
Debe acompañar los alimentos proteicos con alimentos ricos en hidratos de carbono en la misma comida, como por ejemplo patata, pasta o arroz. De esta forma ayudará al organismo a aprovechar mejor la proteína ingerida.
Intentará tomar un trozo de pan en cada comida.
Incluir 2-3 piezas de fruta y 2 raciones o platos de verdura al día y alguna en crudo. Si la fruta no se pudiera tomar entera, tomarla en zumo o cocinada (en compota o asada), y en el caso de la verdura, habría que prepararla en puré si tiene problemas para masticarla o tragarla.
Incluir legumbre y frutos secos, ya que son alimentos que contienen mucha proteína, glúcidos y fibra.
Utilizar aceite de oliva virgen extra preferentemente para cocinar y aliñar alimentos, preferiblemente en crudo.
Mantener un buen estado de hidratación tomando 6-8 vasos de líquido al día, evitando refrescos azucarados y bebidas alcohólicas. Vigile periódicamente su peso y contacte con su médico en caso de una pérdida involuntaria del mismo.
ANOREXIA
Se denomina así a la pérdida o disminución del apetito. Más del 50% de los pacientes con cáncer refieren pérdida de apetito.
Recomendaciones dietéticas en caso de Anorexia
Elaborar platos de apariencia y sabor agradables.
Evitar consumir alimentos que le gusten antes de las sesiones de quimioterapia o radioterapia, para que no los relacione con este momento y le dejen de gustar tanto. Tome sus alimentos preferidos entre horas, para asegurar un aporte nutricional suficiente.
Aproveche los momentos que pueda tener más apetito para realizar comidas lo más completas posibles.
No tiene ningún alimento prohibido, en este momento, tendrá especial importancia asegurar un suficiente aporte de calorías y de nutrientes.
Elegir un sitio agradable para las comidas, un sitio que le inspire tranquilidad.
MUCOSITIS
Se define así la inflamación y ulceración dolorosa de las membranas mucosas del revestimiento gastrointestinal. La mucositis oral es una complicación frecuente que causa dolor al masticar o al tragar los alimentos.
Recomendaciones dietéticas en caso de Mucositis
Para evitar el dolor mantenga en la boca agua muy fría o chupe un cubito de hielo.
Evite los alimentos calientes, con piel, espinas, secos o ásperos (tipo biscotes), de consistencia muy espesa, irritantes (ácidos, picantes), café, tabaco y alcohol.
Para adaptar la consistencia de los platos intente comer de la manera más normalizada pero ante cualquier molestia a los alimentos sólidos, prepare una dieta triturada lo más completa posible.
Tome la fruta cocinada incluso triturada. Tome la verdura en puré (con patata, legumbre) y añádale a ese puré la carne, el pescado o el huevo previamente cocinados, para triturarlo todo junto.
Los postres pueden ser preferentemente lácteos tipo natilla, yogur, etc.
Para asegurar un buen aporte de nutrientes y calorías puede enriquecer la dieta con queso rallado, nata, aceite, queso en porciones, maicena, tapioca, frutos secos molidos, etc.
Para un buen reparto de nutrientes a lo largo del día realice 5-6 comidas al día de poco volumen y evitando los ayunos prolongados.
DISGEUSIA
Llamaremos así a la alteración del sabor de los alimentos y bebidas por disminución, pérdida o distorsión del sentido del gusto. En algunos casos el cambio de sabor es muy radical y apreciablemente repulsivo, causando en el paciente el rechazo hacia ciertos alimentos.
Recomendaciones dietéticas en caso de Disgeusia
Para evitar la alteración del sabor evite los alimentos calientes, consúmalos a temperatura ambiente o fríos.
Masticar chicles o tomar caramelos le ayudará a mitigar ese sabor desagradable.
Consuma los alimentos cocidos o frescos, evite los fritos, las salsas y especias aromáticas.
Evite estar en la cocina cuando se estén cocinando los platos. Evite los olores fuertes.
Acompañe las comidas con zumos o bebidas isotónicas.
Mantenga una correcta higiene bucal.
Consuma alimentos de sabor suave: lácteos, carnes y pescados blancos, huevos, pan, pasta, legumbre y arroz evitando los alimentos muy grasos (tocino, carne y pescado graso, exceso de aceite) ya que potencian el olor y el sabor. Evite alimentos amargos tipo chocolate o café y los de sabor metálico tipo edulcorantes artificiales.
Para evitar el sabor metálico elija sabores fuertes como el queso curado o el jamón. Utilice salsas en la elaboración de sus platos tipo bechamel, mayonesa, etc.
Utilice cubiertos de plástico para comer y de madera para cocinar. A la hora de cocinar en cacerolas de acero inoxidable, evite los ácidos (vinagre, limón, tomate) ya que facilitan la disolución del níquel que contienen.
Evite los edulcorantes artificiales ya que algunos tienen sabor metálico.
Para realzar el sabor en caso de pérdida o disminución del sabor tome los alimentos calientes, utilizando especias aromáticas. Puede decantarse por alimentos grasos, así como utilizar azúcar, miel o saborizantes artificiales.
XEROSTOMIA
Se denomina así a la disminución de secreción salival o a la sensación subjetiva de sequedad de la boca por mal funcionamiento de las glándulas salivares.
Recomendaciones dietéticas en caso de Xerostomía
En este caso, el objetivo será facilitar la masticación y la deglución así como evitar tanto el dolor que pueda aparecer como lesionar la mucosa oral seca.
Beba líquidos frecuentemente, consuma helados de hielo o zumos de fruta helados. Mastique chicles antes de la comida o cítricos para estimular la producción de saliva. Realice enjuagues con agua, alguna infusión o colutorios sin alcohol rebajados con agua (para evitar irritar la zona).
Consuma alimentos de textura blanda, con salsas suaves o con caldo.
Evite temperaturas extremas (muy calientes o muy frías).
Evite alimentos ácidos, con muchas especias o muy saladas.
Mantenga una buena higiene bucal y evite azúcares refinados con el fin de evitar problemas dentales. Evite café, alcohol y tabaco.
Otras afecciones frecuentes en pacientes en tratamiento con quimioterapia o radioterapia: NÁUSEAS
Si tiene náuseas evite los líquidos junto con las comidas. Tome alimentos “secos”, sin salsas. De la misma manera, tome la comida templada o fría, preparada de forma sencilla y desechando los alimentos cuyo olor le desagrade. Evite los alimentos muy grasos o excesivamente dulces, así como picantes, especias o alimentos indigestos o flatulentos.
ESTREÑIMIENTO
Para evitar el estreñimiento intentaremos aumentar la cantidad de fibra ingerida a base de frutas, verduras, cereales y pan integrales, legumbres y frutos secos. Mantendremos también una adecuada hidratación, intentando beber abundante agua. Se podría aumentar el consumo de aceite de oliva virgen extra en crudo y se evitará utilizar laxantes sin indicación de su médico.
En muchos casos, para los pacientes oncológicos la hora de las comidas supone un gran sacrificio, por lo tanto, los cuidadores y familiares que se encarguen de cuidarlos, tienen que comprender esta situación y consultar con el médico ante cualquier situación que pueda influir en el apetito y en su estado de salud, como puede ser la fiebre, el dolor excesivo o la incapacidad o dificultad para tragar los alimentos. Estos estados, si se prolongan en el tiempo, pueden suponer la pérdida de peso, con lo cual, una rápida actuación es fundamental.