¿Por qué se puede debilitar nuestro suelo pélvico?


Marta Esparza . Fisioterapeuta titulada en Fisiosexología y Neuromiostatica uro-ginecológica, visceral y digestiva

Print Friendly, PDF & Email
El suelo pélvico como su nombre indica, es el “suelo de la pelvis”, que es un conjunto de estructuras: músculos, fascias y ligamentos que cierran en forma de rombo la cavidad abdomino-pelviana.

Es imprescindible tener un suelo pélvico fuerte para mantener las vísceras en su posición, prevenir incontinencias urinarias y para que las relaciones sexuales sean óptimas y satisfactorias.

Es necesario conocer nuestro cuerpo, conocer las situaciones que a lo largo de la vida van debilitando nuestro suelo pélvico y, por consiguiente, ser consciente de todo lo que debemos hacer para mantenerlo en buenas condiciones.

Situaciones que debilitan nuestro suelo pélvico

El embarazo es un gran acontecimiento en la vida de la mujer y que sin embargo resulta lesivo para su periné, ya que provoca grandes cambios de peso y presión sobre el citado periné que son suplidos por la embarazada, de manera inconsciente, con cambios posturales. También el parto vaginal influye, puesto que los pujos realizados durante el expulsivo, provocan un estiramiento del suelo pélvico. Por ello es muy importante hacer un buen tratamiento post-parto para tener una óptima recuperación. La fisioterapia uroginecológica recomienda que transcurran al menos tres años entre el parto y el siguiente embarazo para que las vísceras se recoloquen y se recupere bien todo el suelo pélvico.

La menopausia, conlleva grandes cambios hormonales en la mujer que provocan entre otras cosas que la musculatura tenga menos capacidad de contención, o sea, que nuestra “hamaca” pélvica se vuelva más débil. Por ello el riesgo de que los órganos se descuelguen provocando incontinencia de orina, apertura vaginal, prolapsos.. aumenta notablemente en esta época.

Estreñimiento, es otro motivo por el que se puede dañar nuestro suelo pélvico debido a los pujos que se hacen cuando intentamos defecar.

Hacer deporte de impacto como correr, aeróbic, hacer abdominales… puesto que se produce hiperpresión sobre las vísceras abdominales, y a su vez presión sobre el suelo pélvico.

Las cirugías tanto de abdomen como en el periné, por ejemplo: las episiotomías, las cesáreas… Todas las cicatrices dificultan la movilidad de los tejidos porque el tejido cicatrizal no tiene las mismas propiedades de flexibilidad y no amortigua como debe. Todo ello provoca que la musculatura y el tejido conjuntivo vayan perdiendo la fuerza y elasticidad…y que todo se vaya “descolgando” debido al debilitamiento del suelo pélvico.

Otros factores que inciden aunque en menor medida son:

  • Vestir prendas ajustadas a nivel del abdomen, o llevar por costumbre fajas bien apretadas, ya que los abdominales dejan de funcionar porque hay algo externo que suple su función, volviendo al abdomen flácido y sobrecargando el suelo pélvico.
  • Tos crónica.
  • Obesidad. Al aumentar el peso de la grasa que rodea a las vísceras, aumenta la presión sobre el periné durante los actos de la vida cotidiana. Igual ocurre con aquellas personas que aunque de complexión normal transportan mucho peso durante su trabajo, o durante su vida…. Hay que ser muy consciente de que el suelo pélvico soporta todo lo que hay sobre él, pero hasta un límite.

Tenemos que ser conscientes de la importancia de cuidar nuestro periné y hacer una buena prevención como tonificarlo con ejercicios indicados para ello: ejercicios de Kegel, Gimnasia Abdominal Hipopresiva, el uso de bolas chinas, conos vaginales…siempre con la supervisión de un fisioterapeuta titulado en fisioterapia uroginecológica.

Cuando se notan los primeros síntomas de la incontinencia urinaria o de cualquier otro problema ligado al suelo pélvico debe acudirse al médico y fisioterapeuta especializado en este campo para que después de hacer una valoración personal aconseje un tratamiento adecuado.