Somos afortunados. Navarra tiene actualmente una esperanza de vida superior a 85 años para las mujeres y a 79 años en el caso de los hombres, una de las más altas del mundo. Los mayores de 65 años han pasado a ser la norma en vez de la excepción. Este hecho, con independencia de sus repercusiones económicas, abre el camino a nuevas oportunidades y cambios sociales, inéditos en la historia de la humanidad. En el campo general de la Medicina, los principales protagonistas de la atención al sector ciudadano de los mayores son los médicos de familia y, en el ámbito de los hospitales, los servicios de Medicina Interna y Geriatría. El presente artículo intenta aclarar los conceptos básicos de la atención médica a las personas mayores.
La Geriatría nace a consecuencia de la falta de interés por los problemas de los pacientes ancianos, quienes, por su edad avanzada, eran a menudo falsamente etiquetados de incurables. A dichos pacientes en muchas ocasiones se les denegaba la posibilidad de un diagnóstico y un tratamiento, de tal manera que permanecían de por vida en las en el pasado llamadas salas de crónicos de los hospitales. Es, pues, una especialidad joven en términos relativos. La primera vez que se utiliza la palabra “Geriatría” es en 1909, cuando I. L. Nascher publica un artículo en el que solicita una medicina específica, distinta a la tradicional, para mejorar la atención a los ancianos. En 1946, tras las evidencias demostradas por Marjorie Warren en el West Meiddlessex Hospital de Londres acerca de los beneficios de una atención geriátrica específica, se crea en el Reino Unido la especialidad de Geriatría, que en España se implanta en 1978. Navarra es pionera a nivel nacional: en 1981 se estableció un Servicio de Geriatría en el Hospital General de Navarra, uno de los primeros, que desde entonces continúa en funcionamiento. La Geriatría, rama de la Medicina encargada de los aspectos preventivos, clínicos, terapéuticos y sociales de las enfermedades en los ancianos, posee los siguientes fines particulares:
- El desarrollo de un sistema asistencial completo que atienda las múltiples alteraciones y los problemas médico-sociales de los ancianos, que de forma aguda y postaguda presentan como rasgos comunes la pérdida de su independencia física o social.
- La organización de una asistencia prolongada a los ancianos que la necesiten.
- La movilización de todos los recursos para integrar en la comunidad al mayor número posible de ancianos.
- La investigación, docencia y formación continuada de sus propios especialistas y del personal relacionado con dicha especialidad.
Aspectos de la especialidad médica
Los diversos aspectos específicos de la especialidad médica de la Geriatría pueden resumirse sobre todo en tres:
- La valoración integral del anciano (no solo los aspectos exclusivamente médicos, sino también los funcionales, cognitivos y sociales).
- El trabajo interdisciplinar en equipo (tan importante es el médico como las enfermeras, auxiliares, rehabilitadoras, trabajadoras sociales, etc).
- La continuidad asistencial (cada anciano debe recibir la atención “adecuada” en el lugar “adecuado”).
A medida que pasan los años, por un lado suele aumentar el número de enfermedades y fármacos que toma cada persona y, por otro, se acrecienta su deterioro funcional y cognitivo. Estas situaciones no se producen de modo inevitable en todas las personas. Con frecuencia tratamos a personas muy ancianas con un envejecimiento exitoso, plenas de facultades mentales y físicas y con una vida social activa, ejemplo evidente de calidad de vida al no afectarles las enfermedades de forma sustancial. En otras ocasiones aparecen dolencias devastadoras, como la demencia. Los enfermos víctimas de tales enfermedades y sus familiares deben ser tratados con una especial sensibilidad pues se convierten, de modo progresivo, en elementos vulnerables del espectro social. Si ya de por sí las enfermedades en el anciano revisten manifestaciones diferentes en su presentación y en su manejo diagnóstico y terapéutico, en determinadas poblaciones más frágiles todavía resulta más complejo el manejo por la dificultad añadida para expresarse.
Cambios históricos trascendentales
Aun así, no todos los aspectos relacionados con el envejecimiento son negativos. La sociedad actual se enfrenta a una enorme masa poblacional que, tras la jubilación, se encuentra en una fase de excelente situación funcional y cognitiva. Suele estar compuesta de personas dotadas de un profundo sentido del altruismo, capaces todavía de generar y aportar valiosos conocimientos y experiencias. De hecho, en la actual situación de crisis, muchos pensionistas constituyen el principal soporte económico de muchas familias. Asimismo, se calcula que en España existen unas 900.000 abuelas cuidadoras de sus nietos.
En resumen, nos hallamos sumidos en medio de unos cambios históricos trascendentales que suponen un desafío para los poderes públicos y la sociedad civil en todos los órdenes de la vida: la demografía, la medicina, la economía, la cultura, etc. Esperemos que los cambios futuros no marginen a los sectores poblacionales más vulnerables y en particular a los ancianos.
Figura 1. Pirámide poblacional Navarra
(Fuente: Instituto de Estadística de Navarra)