La asfixia o atragantamiento es una de las causas más comunes de lesiones en niños entre 6 meses y 3 años de edad.
Los alimentos más comúnmente asociados a este evento son, por ejemplo, las salchichas, ya que son cilíndricas, del tamaño de las vías respiratorias y compresibles, lo que permite que se atasquen firmemente en la hipofaringe del niño y ocluyan completamente las vías respiratorias. También pueden producirse por alimentos como caramelos, frutos secos, uvas enteras, palomitas de maíz, zanahorias y manzanas crudas, etc.
El atragantamiento se produce de manera accidental cuando el niño deglute algo del tamaño superior al que puede pasar por la tráquea, obstruyendo ésta y produciendo asfixia.
Los signos y síntomas que primeramente se pueden observar son tos, arcadas, imposibilidad de hablar, sensación de ahogo… Si la situación es grave se puede observar cianosis (coloración azulada) en labios y cara, incluso puede llegar a la pérdida de consciencia.
Qué hacer
Es clave saber qué debemos hacer ante un atragantamiento, ya que un diagnóstico eficaz y una rápida actuación harán prevenir graves complicaciones.
• Ante un niño con tos efectiva, es decir, presenta llanto o buena reactividad, se debe animar a seguir tosiendo para ayudar a expulsar el trozo que está obstruyendo la tráquea, reevaluando su estado.
• Si el niño todavía está consciente pero la tos se torna inefectiva o débil, es decir, presenta cianosis, dificultad respiratoria o comienza a disminuir el nivel de consciencia, se avisará al 112 y se iniciará con la maniobra de Heimlich.
# En lactantes (menores de 1 año): debido a la fragilidad de los bebés, la maniobra que se ha de hacer es diferente a la que se hace en niños mayores. Hay que colocar al lactante boca abajo sobre las piernas o el antebrazo (con la cabeza más baja que el tórax) y efectuar 5 golpes firmes en el centro de la espalda. Tras ello, darle la vuelta al bebé boca arriba y efectuar otras 5 compresiones torácicas, con dos dedos de la mano por debajo de la línea imaginaria intermamilar (en el centro del pecho). Hay que alternar las palmadas en la espalda con las compresiones en el tórax hasta que salga el cuerpo extraño o llegue la ayuda médica.
# En niños: efectuar 5 golpes en la espalda (boca abajo con la cabeza más baja que el tórax) y 5 compresiones abdominales, abrazando al niño desde atrás y colocando ambos puños en la boca del estómago (maniobra de Heimlich). Se presiona haciendo un movimiento rápido hacia dentro y hacia arriba. La presión ha de ser fuerte y rápida, para favorecer la salida del cuerpo extraño hacia afuera.
Si tras estas maniobras se visualiza el objeto extraño en la boca, se procederá a retirarlo con la ayuda del dedo en forma de gancho.
• Si el niño se queda inconsciente:
# Colocar al niño en el suelo sobre una superficie lisa y protegiéndole ante posibles peligros.
# Abrir vía aérea: colocando una mano en la frente y la otra en la barbilla presionando hacia arriba abriendo la boca.
# Comprobar la respiración: acercar nuestra cara al cuerpo del niño y ver cómo se eleva el tórax, escuchando y sintiendo la respiración:
Si el niño respira: colocarle de lado, en posición lateral de seguridad, y esperar la llegada del equipo sanitario, reevaluando su estado.
Si el niño no respira:
# Iniciar 5 ventilaciones de rescate: en lactantes mediante el boca-boca nariz, y en niños mediante el boca-boca. Insuflar aire observando que el pecho se eleve.
# En caso de que siga sin existir ningún tipo de movimiento, tos o sonidos, comenzaremos el masaje cardíaco:
• En lactantes: bien con el dedo índice y corazón, bien con los dos pulgares, comprimir 1/3 del diámetro anteroposterior del tórax.
• En niños: con el talón de una mano en el centro del pecho.
• Efectuar 30 compresiones torácicas (en caso de personal sanitario o entrenado en RCP, serán 15 compresiones), a un ritmo de entre 100-120 por minuto.
• Alternar las compresiones con 2 ventilaciones.
• Reevaluar el estado del niño cada 2 minutos. Continuar masaje cardíaco hasta la llegada de los servicios de emergencia o hasta que el niño comience a respirar.