La vía inhalatoria es, actualmente, la de elección para la administración de la mayoría de fármacos en el tratamiento del asma y del EPOC. Permite la llegada del fármaco directamente al órgano diana, su inicio de acción es rápido y se precisan menores dosis de fármaco que con la vía oral, por lo que los efectos secundarios también se reducen. Sin embargo, para conseguir todos los beneficios de la terapia inhalada resulta fundamental que el paciente conozca y aprenda correctamente la técnica de inhalación.
Enfermería juega un papel muy importante a través de la educación sanitaria. En nuestro centro de salud además de realizar educación individualizada en la consulta de enfermería, también se ofertan talleres grupales para reforzar y ampliar los conocimientos sobre los dispositivos de inhalación y su correcto manejo.
Dispositivos de inhalación
Para la administración de los fármacos existentes para la terapia inhalada disponemos de numerosos dispositivos de inhalación, los cuales se dividen en: cartuchos resurizados y de polvo seco (unidosis o multidosis). Aunque cada uno disponga de una técnica de inhalación diferente según las características de cada dispositivo, todos comparten una serie de pasos comunes para su administración:
1. Preparación del dispositivo: introducir pastilla, cargar dosis, agitar…
2. Mantener el inhalador en posición vertical (boquilla en la parte inferior).
3. Vaciar el aire de los pulmones lentamente por la boca.
4. Colocar la boquilla entre los labios y los dientes, evitando que la lengua obstruya la salida de la boquilla.
5. Realizar la inhalación a través de la boca (algún dispositivo necesita coordinar la pulsación con la inspiración).
6. Aguantar la respiración 10s (como mínimo 5s).
7. Soplar lentamente.
8. Enjuagarse la boca.
Técnica inhalatoria
Desde la consulta de atención primaria la enfermera debe explicar y comprobar que el paciente realiza la técnica inhalatoria de manera correcta, así como detectar posibles errores en la administración para poder corregirlos. Se ha demostrado que las instrucciones escritas y verbales mejoran la técnica del paciente, pero al añadir una demostración con el dispositivo a utilizar, la retención y las habilidades de los pacientes en el manejo de los dispositivos de inhalación mejora notablemente.
Los fallos más frecuentes que se encuentran en el uso de inhaladores son:
• No quitar la tapa.
• No sostener el inhalador en posición vertical.
• No agitar (en los cartuchos presurizados).
• No coordinar pulsación-inhalación (en los cartuchos presurizados).
• Dosis no preparada correctamente.
• Inhalar demasiado rápido.
• Inhalación por la nariz.
• Uso de dispositivo vacío.
• Tardar menos de 30 segundos en hacer una segunda inhalación.
• No mantener la apnea tras la inhalación.
• No enjuagarse la boca tras la administración del inhalador.
Los medicamentos administrados por vía inhalada son la base del tratamiento tanto en el asma como en el EPOC, produciendo una mejoría de los síntomas con disminución de las exacerbaciones y reducción de la morbilidad y mortalidad asociada. Sin embargo, a pesar de la eficacia comprobada, numerosos pacientes no siguen de forma regular el régimen terapéutico prescrito. El grado de adhesión a los inhaladores es muy variable, pueden ser completamente adherentes a la medicación cuando están sintomáticos, pero muy poco cuando están bien.
Desde la consulta de enfermería de Atención Primaria el seguimiento de estos pacientes enseñando, recordando y comprobando el uso de inhaladores es fundamental para mejorar la adherencia y eficacia de la terapia inhalada, aumentando así la calidad de vida de los usuarios.