Proceso de donación de órganos y trasplante renal. Una visión general


Santiago Ezquerro Sáenz, Clara Gareta Alquézar y Mª Jesús Gil Sanz. Servicio de Urología. María Fuster Cabré. Unidad de Cuidados Intensivos. Hospital Universitario Miguel Servet. Zaragoza

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Un trasplante es sustituir un órgano o tejido enfermo por otro que funcione adecuadamente. Hoy en día constituye una técnica médico-quirúrgica muy desarrollada que logra magníficos resultados para los receptores.

No obstante, necesita obligatoriamente la existencia de donantes. Sin la solidaridad de los donantes no hay trasplantes. España es el país con mayor tasa de donación de todo el mundo. Las donaciones se realizan siempre de forma altruista. Estas bases de funcionamiento nos proporcionan el privilegio de tener mayores posibilidades de obtener un trasplante en caso de necesitarlo. El modelo español de funcionamiento de los trasplantes es considerado mundialmente un ejemplo a imitar. Pero ser un modelo de solidaridad no puede servirnos para dar la espalda a la realidad. Cada día hay más personas que necesitan ser trasplantadas para seguir viviendo. Aproximadamente el 10% de los receptores fallecen mientras esperan recibir un órgano.
En España la donación y el trasplante se encuentran regulados por la Ley de Trasplantes que garantiza entre otros, dos aspectos fundamentales: el altruismo de la donación y la equidad en el acceso al trasplante.

¿Quién puede ser donante?

Puede ser donante de órganos toda persona que en vida decida que, a su muerte, sus órganos sirvan para salvar o mejorar la vida de otros. Sin embargo, debe saber que pese a nuestro deseo de ser donante de órganos, no todos podremos serlo, ya que para ello, será necesario que el fallecimiento (por muerte encefálica o asistolia) acontezca una Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital. Es en estas unidades dónde es posible realizar la preservación de los órganos y las pruebas necesarias para realizar una correcta valoración de cada potencial donante. Será el equipo médico quien, una vez realizadas todas las pruebas necesarias, dictamine si el fallecido puede ser donante y de qué órganos.
Por otra parte, la donación de vivo es posible si se cumplen las condiciones y requisitos establecidos por la Ley. El donante ha de ser mayor de edad y gozar de buena salud física y mental. La Ley incluye los pasos a seguir por todos los implicados: profesionales médicos y personal judicial y donante y receptor; para garantizar los derechos de ambas partes, la libertad en las decisiones, voluntariedad, gratuidad y altruismo.

Y el trasplante renal, ¿En que consiste?

El tratamiento de la insuficiencia renal crónica terminal debe ser unitario e integrado en cuanto a las diversas opciones de hemodiálisis, diálisis peritoneal y trasplante renal. En cada paciente hay que optar por la terapéutica inicial más idónea y para ello hay que valorar las diversas características del paciente de carácter personal, sociolaboral, comorbilidad asociada y valoración de beneficios y riesgos.
El trasplante renal con éxito es en la actualidad y desde hace años la terapia de elección para la mayoría de las causas de insuficiencia renal en la que está indicado. Mejora la calidad de vida del paciente y aumenta la supervivencia de los pacientes. Su aplicabilidad viene limitada por la disponibilidad de órganos en relación con la demanda creciente de pacientes que lo precisan. La opción del trasplante renal emparentado (de donante vivo) es una excelente alternativa pues permite una cirugía reglada, puede llevarse a término en situación de prediálisis y preferentemente está indicada en gente joven donde los resultados son más beneficiosos. Esta opción se está extendiendo en la actualidad.
El rechazo es el principal problema de un trasplante de riñón y se produce como un mecanismo de defensa de su organismo frente a algo que no percibe como propio. Su inmunidad en condiciones normales, le protege de organismos extraños como bacterias y virus. También le protege del desarrollo de tumores, pero en el caso del trasplante, esta protección condiciona el riesgo del rechazo y es por lo que se debe de tomar la medicación inmunosupresora. La posibilidad del rechazo es más alta en los primeros meses y va disminuyendo a medida que pasa el tiempo y esto permite que la cantidad de medicación inmunosupresora se pueda disminuir, nunca suspender.