La osteoporosis es una enfermedad sistémica que se caracteriza por la pérdida de densidad ósea, de tal forma que los huesos se debilitan y tienen menos resistencia a romperse con las caídas y traumatismos. Un hueso osteoporótico tiene más probabilidad de romperse con un traumatismo de baja energía o caídas desde la propia altura en comparación con un hueso sano.
El metabolismo óseo es constante a lo largo de la vida y existe un equilibrio entre formación y destrucción de hueso. Hay diversos factores que se encargan de regular este equilibrio como son el ejercicio físico, las hormonas, la alimentación o la exposición solar entre otros.
Formación ósea
Durante la maduración del cuerpo humano hasta la mediana edad (en torno a los 35 años) el equilibrio se decanta por la formación ósea. A partir de esta edad el equilibrio se traslada a la pérdida de masa ósea, más acusada en mujeres y en especial a partir de la menopausia.
Otras causas que pueden acelerar o motivar la pérdida ósea son la ingesta mantenida de corticoides, el abuso del alcohol y tabaco o tratamientos hormonales necesarios para el tratamiento de otras patologías.
La osteoporosis no duele, por lo que se considera una enfermedad silenciosa que se pone de manifiesto en general, tras las fracturas. En cuanto a la frecuencia de éstas, las más frecuentes son las fracturas vertebrales, las fracturas de cadera y las fracturas de radio distal (muñeca). Según las fracturas podrán precisar una intervención quirúrgica o podrán ser tratadas con algún tipo de inmovilización. Además de la realización de radiografías para ver las fracturas serán necesarias otro tipo de pruebas como una analítica de sangre para conocer los niveles de calcio y vitamina D.
Medidas no farmacológicas
Previamente a la administración de suplementos o fármacos para tratar la osteoporosis podemos implementar medidas no farmacológicas como es el ejercicio regular, la exposición solar diaria durante 20 minutos, una dieta equilibrada y rica en calcio (se recomienda en torno a 1g al día), no fumar y evitar el abuso de alcohol. Si con estas medidas no es suficiente, se pueden implementar medidas farmacológicas mediante el suplemento de vitamina D o con fármacos antirresortivos (evitan la destrucción ósea) y fármacos osteoformadores (formadores de hueso).
El objetivo de estos tratamientos es evitar las fracturas por fragilidad por la osteoporosis y de haberse producido, evitar que se repitan en un futuro.
Otro punto importante en pacientes mayores considerados frágiles, es la prevención de caídas atendiendo a las barreras arquitectónicas como alfombras, puertas trasparentes, cables, juguetes en el suelo, así como conseguir entornos seguros con luz suficiente, adaptadores de WC o pasamanos en los pasillos por citar algunos ejemplos.