• Con este documento, la SEE quiere ayudar también a despejar las dudas de los ciudadanos tras los cambios en la estrategia de vigilancia y control de la Covid-19 y recuerda que la pandemia todavía no ha terminado.
• Los epidemiólogos/as recomiendan seguir usando la mascarilla en lugares en los que haya contacto entre personas y no se pueda mantener la distancia de seguridad.
• Recuerdan que la población general juega un papel fundamental en la protección de los más vulnerables, por ello es conveniente que usen mascarillas cuando se reúnan con familiares o allegados de riesgo, especialmente si dichos encuentros tienen lugar en interiores.
• Instan además a vacunarse a quienes todavía no lo han hecho y, al resto de la población, a recibir la tercera dosis de refuerzo para mantener unos niveles adecuados de protección.
Ante las recientes modificaciones en los protocolos relacionados con la Covid-19, como la desaparición de la obligatoriedad del uso de mascarilla en interiores o los cambios en las medidas de aislamiento para los positivos, la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha editado un documento a modo de guía (Guía de recomendaciones frente a la Covid-19) para resolver las dudas más frecuentes de la ciudadanía. En ella, los epidemiólogos/as buscan dar respuesta a las preguntas más comunes de la población sobre aspectos como el uso de la mascarilla en personas vulnerables, ahora que ya no es obligatoria, o la conveniencia de seguir vacunándose.
Y es que, la SEE recuerda que pese a la relajación de las restricciones, la pandemia todavía no ha terminado y resulta fundamental saber cómo protegerse y proteger a los demás en esta etapa de la pandemia. De hecho, los datos publicados en el informe del Ministerio de Sanidad del 26 de abril de 2022 indican que la incidencia entre las personas de 60 años en adelante sigue subiendo y se sitúa en 608,16 por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Asimismo, el número de pacientes hospitalizados ha pasado de 4.779 a 6.455 tras la Semana Santa.
Este aumento en la incidencia y en los ingresos ha llevado a los expertos a hacer un llamamiento a la prudencia. En este sentido, la Sociedad Española de Epidemiología insiste en que la desaparición de la mascarilla obligatoria en determinados interiores no significa que la pandemia haya acabado. Su uso sigue siendo preceptivo en centros, servicios y establecimientos sanitarios y sociosanitarios tanto para trabajadores como para visitantes.
Asimismo, es obligatoria en los medios de transporte aéreo, por ferrocarril o por cable, en los autobuses y en otros transportes públicos de viajeros. También en los espacios cerrados de buques y embarcaciones en los que no sea posible mantener la distancia de 1,5 metros, salvo en los camarotes, cuando sean compartidos por núcleos de convivientes.
Además, la Sociedad Española de Epidemiología recuerda que la mascarilla puede seguir llevándose y que su uso sigue siendo altamente recomendable en otras situaciones, especialmente en aquellas en las que puede haber contacto prolongado con otras personas y/o aglomeraciones. También en espacios reducidos en los que no pueda mantenerse la distancia de seguridad, como eventos multitudinarios, y en lugares sin ventilación adecuada, como en andenes o estaciones concurridas.
Estas indicaciones cobran todavía más importancia en el caso de las personas vulnerables o de riesgo, ya que la SEE amplía la recomendación de llevar mascarilla tanto en espacios cerrados como en espacios abiertos en los que no se pueda mantener la distancia interpersonal. La población general también juega un papel fundamental en la protección de los más vulnerables, por ello es conveniente que usen mascarillas cuando se reúnan con familiares o allegados de riesgo, especialmente si dichos encuentros tienen lugar en interiores.
La SEE no descarta que la mascarilla pueda volver a ser de uso obligatorio si la situación epidemiológica del país empeora, algo que ya ha ocurrido en otros países. La ‘Estrategia de vigilancia y control frente a la COVID-19 tras la fase aguda de la pandemia’, puesta en marcha el 28 de marzo de 2022, establece que la “estrategia seguirá en vigor mientras no se produzca un cambio significativo en la tendencia que indique una circulación controlada del SARS-CoV-2 o bien un cambio en la situación epidemiológica que requiera restablecer medidas de vigilancia y control a propuesta de la Ponencia de Alertas y Planes de Preparación y Respuesta”.
Con la retirada de la mascarilla, es posible que también surjan dudas en cuanto a cómo evitar contagios. Para ello, la SEE insta a la población a utilizar la mascarilla -siempre bien ajustada- cuando haya un alto riesgo de transmisión, así como a guardar la distancia de seguridad, mantener una buena higiene de manos y ventilar frecuentemente. De esta manera, además de la Covid-19, disminuye el riesgo de infección por cualquier otro virus respiratorio.
La vacuna sigue siendo la principal arma para evitar complicaciones
En este momento de la pandemia, pese a la desaparición de algunas normas que nos han acompañado durante los dos últimos años, la SEE recuerda que las vacunas continúan siendo la principal herramienta para evitar casos graves de Covid-19. Por ello, anima a los ciudadanos a recibir la tercera dosis de refuerzo o a vacunarse por primera vez si todavía no lo han hecho.
En cuanto a quienes dan positivo en Covid-19, aunque la obligatoriedad de aislamiento desapareció para los casos leves y asintomáticos, los epidemiólogos/as dan algunas directrices. Así, en caso de síntomas de infección respiratoria aguda (aún cuando no sea un caso confirmado de Covid) la SEE recomienda teletrabajar y, si esto no es posible o la situación clínica empeora, solicitar la baja laboral, usar la mascarilla sistemáticamente, guardar la distancia de seguridad y evitar el contacto con personas vulnerables. Además, deben avisar a sus contactos estrechos para que extremen las precauciones y estén atentos al desarrollo de posibles síntomas. En caso de tener una prueba confirmatoria de Covid se recomienda que el aislamiento sea de 10 días.
En caso de trabajadores de ámbitos vulnerables, es especialmente importante que no acudan al centro de trabajo al menos durante los primeros cinco días desde el inicio de los síntomas o de la fecha de diagnóstico si son asintomáticos.