Se trata de una alteración del ritmo cardiaco (arritmia) que se produce cuando el corazón late con un ritmo desorganizado, irregular y poco eficaz. Es la arritmia más frecuente y afecta principalmente a las personas de edad avanzada. Supone un riesgo aumentado de sufrir un fallo cardiaco o un accidente cerebrovascular, entre otros. A pesar de ser muy común, si se diagnostica a tiempo y se trata de forma adecuada, se puede llevar una vida activa, saludable y plena.
En algunas personas, la fibrilación auricular nunca desaparece (permanente). En otras, puede aparecer y desaparecer, incluso con tratamiento (paroxística). Algunas personas pueden reducir sus probabilidades de volver a tener fibrilación auricular al:
• Controlar su presión arterial.
• Evitar o limitar el consumo de alcohol.
• Reducir el consumo de cafeína.
• Recibir tratamiento para el hipertiroidismo.
• Hacer ejercicio con regularidad.
• Perder peso (si tienen sobrepeso).
• Reducir el estrés.
¿Cuáles son las causas?
Las más habituales son:
• Enfermedades cardiovasculares: hipertensión, angina de pecho, infarto, valvulopatías, insuficiencia cardiaca o una cirugía cardiaca previa.
• Infecciones víricas.
• Hipertiroidismo.
• Obesidad.
• Estrés.
• Trastornos respiratorios.
• Ejercicio físico de alta intensidad, como el que hacen deportistas de alto nivel.
• Causa desconocida.
¿Cuáles son los síntomas más frecuentes?
• Sin síntomas (asintomática): puede no manifestar ningún síntoma y descubrirse de forma casual al tomar el pulso o realizar un electrocardiograma de rutina.
• Palpitaciones: sentir un latido anómalo e irregular. Es el síntoma más frecuente.
• Cansancio o fatiga (astenia).
• Problemas para respirar (disnea).
• Menor capacidad para el ejercicio.
¿Cómo se diagnostica?
• Electrocardiograma (ECG): Es la prueba más habitual para diagnosticar la fibrilación auricular.
• Holter-ECG: Permite registrar la actividad eléctrica del corazón de forma continuada y se pueden detectar los episodios de fibrilación auricular de corta duración (fibrilación auricular paroxística).
• Otras pruebas en función de la causa sospechada.
¿Cuál es el tratamiento?
Tiene dos objetivos: evitar los síntomas que provoca y evitar las complicaciones graves que puede producir. El tratamiento debe individualizarse en función del tipo de fibrilación auricular, los síntomas que produce, la causa, los factores de riesgo del paciente y la evolución de la misma.
• Medicamentos para controlar la velocidad o el ritmo de los latidos del corazón (antiarrítmicos).
• Medicamentos para evitar la formación de coágulos (anticoagulantes).
• Cardioversión: consiste en aplicar una corriente eléctrica al corazón para fijar su ritmo.
• Ablación con catéteres: para lograr cicatrizar o destruir el tejido del corazón que provoca el ritmo cardíaco anormal, si la medicación no consigue mantener el ritmo normal de su corazón.
• Ablación con cirugía mínimamente invasiva: puede plantearse si tras la ablación con catéter se repite la fibrilación auricular.
¿Cuándo tengo que solicitar atención médica?
• Si a pesar de seguir el tratamiento que le han indicado, no se encuentra mejor o los síntomas empeoran.
• Si la medicación le provoca efectos secundarios.
• Acuda a Urgencias o llame al 112 si le cuesta respirar, si siente dolor en el pecho, si se desmayas o si pierde la conciencia o se siente muy débil.
¿Cómo será mi vida?
La mayoría de las personas con fibrilación auricular pueden llevar una vida normal. Aun así, es importante que tome los medicamentos que su médico le recete tal y como le ha indicado. Tomar sus medicamentos según las indicaciones puede ayudar a reducir las posibilidades de que su fibrilación auricular le provoque un accidente cerebrovascular u otras complicaciones. Además, es importante conocer cuáles son las complicaciones que pueden ocurrir y saber cuáles son sus síntomas para poder detectarlas a tiempo. Consulte a su médico para conocer dichas complicaciones.