La Esclerosis Múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria autoinmune desmielinizante del sistema nervioso central. Es de origen idiopático y afecta mayoritariamente a personas de 20-40 años con predominio femenino.
Las manifestaciones clínicas de la enfermedad son muy variables, ya que dependen de la localización y extensión de la desmielinización, pero se podrían englobar en:
• Trastornos de la fuerza, sensibilidad y de la coordinación.
• Déficits cognitivos.
• Déficits visuales.
• Déficits equilibrio.
Estas deficiencias provocarán una limitación progresiva de la funcionalidad en las AVD y ABVD.
Proceso en fisioterapia de la persona diagnosticada de EM
1. Valoración en fisioterapia
Una vez se deriva a la persona a tratamiento se realiza la valoración neurológica en fisioterapia:
• Anamnesis.
• Observación del paciente: Inspección y palpación.
• Exploración neurológica específica.
• Exploración del trofismo.
• Exploración del tono muscular.
• Exploración de la motricidad voluntaria (global y analítica, parálisis…).
• Exploración de la motricidad involuntaria (sincinesias, sinergias…).
• Exploración de la sensibilidad (superficial, profunda).
• Exploración de reflejos.
• Exploración de equilibrio y coordinación.
La recogida de datos ha de ser sistematizada y estandarizada para conseguir una valoración objetiva, medible y revisable.
Los puntos para destacar son:
• Identificación de las manifestaciones sintomatológicas propias de la enfermedad y de las alteraciones biomecánicas. Grado de intensidad de las mismas.
• Uso de escalas validadas, específicas, cuantificables y re-evaluables.
• Establecer objetivos a conseguir durante el plan de terapia.
2. Plan de terapia
Elaboración de un plan de terapia que ha de ser individualizado y basado en:
• Objetivos generales:
– Optimizar y maximizar las capacidades de la persona diagnosticada.
– Facilitación de la persona respecto a su entorno vital.
• Objetivos específicos: identificados en la valoración en fisioterapia.
Se deberá priorizar y tomar en consideración los siguientes puntos:
• Realizar plan de tratamiento individualizado: cada paciente tiene un cuadro clínico diferente y dependiente del estadío clínico. Los estadíos deberían de ser identificados por el servicio médico mediante EDSS, la escala de Barthel…
• Dosificar el tratamiento de rehabilitación:
– Tipo de ejercicio (pasivo o activo) número de repeticiones por sesión y frecuencia a realizar en el día.
– Considerar tiempos de recuperación: sobre todo después de recaída o exacerbación o de la aplicación del tratamiento farmacológico.
– Repartirlo a lo largo del día para evitar fatiga.
3. Re-valoración en fisioterapia
Se realiza de nuevo la valoración, se revisan los objetivos conseguidos por la persona afectada y se valora la evolución de las manifestaciones sintomatológicas respecto al comienzo del tratamiento. Con estos datos se acuerda con la persona afectada el alta de tratamiento o la renovación del plan de terapia y los objetivos a conseguir.