Las lesiones precusoras de cáncer de cérvix se denominan displasias. Estas displasias, si evolucionan espontáneamente sin tratamiento, pueden transformarse en cáncer in situ, en porcentaje variable, que si no se trata evolucionaría a cáncer invasivo.
La nomenclatura actual más usada procede de una modificación de la clasificación de Bethesda y habla de SIL (squamous intraepithelial lesión), dividiéndose en:
• SIL de bajo riesgo (L-SIL): equivale a la antigua CIN 1. Son cambios celulares leves provocados generalmente por infecciones autolimitadas del HPV.
• SIL de alto grado (H-SIL): equivale a las antiguas CIN 2 Y CIN 3. Son cambios premalignos.
• ASCUS (adenosquamous cells of uncertain significance): el patólogo ve en el frotis células que no sabe a ciencia cierta si son malignas o no y hay que estudiarlas más a fondo, generalmente mediante una colposcopia.
• AGC (atypic glandular cells): son lesiones originadas en las células glandulares en lugar de las células escamosas. En la última década está aumentando su incidencia.
El cáncer de cérvix, carcinoma de cérvix o cuello uterino incluye neoplasias malignas que desarrollan en la porción fibromuscular inferior del útero que se proyecta dentro de la vagina. El cáncer de cérvis es paradigma de la utilidad de los programas de detección precoz. A diferencia de la mayoría de las neoplasias que se tratan en oncología, el cáncer de cérvix y su constelación de lesiones precusoras, tienen un agente etiológico identificado: el virus del papiloma humano (VPH)
La frecuencia de la infección por VPH en mujeres en España es de 14,3% siendo el 29% en las mujeres jóvenes de 18-25 años.
Objetivo
Profilaxis y tratamiento de lesiones precusoras de cáncer de cérvix.
Metodología
Con la finalidad de dar respuesta al objetivo planteado en este trabajo se ha realizado una revisión crítica de la literatura.
Teniendo en cuenta diferentes bases de datos como PUBMED, CUIDEN, MEDLINE y COCHRANE.
Resultados y discusión
La principal acción para prevenir el VPH es identificar los posibles factores de riesgo o causas contribuyentes:
• Inicio precoz de relaciones sexuales, existencia de múltiples compañeros sexuales y compañero sexual con varias parejas.
• Situaciones de inmunosupresión como el VIH, aumentan la incidencia.
• Tabaco.
• Antecedentes de lesiones pre-malignas como el SIL de alto grado, que es precusor de esta enfermedad.
Para el diagnóstico la técnica citológica más conocida es el test de Papanicolau o citología de triple toma donde se toman tres muestras: primero la muestra del fondo de saco vaginal, segundo la muestra de ectocérvix y tercero la toma de endocérvix.
La prevención y el tratamiento del VPH requiere concienciar a la población del riesgo de infección derivado de las relaciones sexuales sin protección. Como método de prevención primaria encontramos la vacuna contra el virus del papiloma humano, que está preparada para prevenir la infección de los tipos 16,18,6 y 11. Actualmente existen tres vacunas autorizadas frente al VPH.
Una vez aparecida la lesión precusora, actualmente hay un tratamiento denominado PAPILOGARE GEL, el cual ha demostrado científicamente una altísima eficacia en la eliminación no solo del VPH, si no también de las lesiones iniciales precancerosas del cuello del útero.
Conclusión
Tras la revisión bibliográfica concluimos que la vacunación profiláctica sistemática frente al VPH se considera actualmente la intervención más eficaz y eficiente para el control de la infección y la prevención de la carga de la enfermedad asociada al virus.
El cribado de esta enfermedad se deberá realizar por un ginecólogo en el momento del diagnóstico en los pacientes con lesiones precusoras de cáncer de cérvix. Según resultado se harán controles periódicos de 1 año con ginecología o se harán revisiones más frecuentes en caso de anomalía o existir diferentes riesgos.
También podemos apreciar que el conocimiento de los adultos jóvenes acerca del riesgo que tienen estas lesiones es deficiente por lo que sería muy importante la concienciación de la población de la importancia que tiene la utilización de medidas de protección durante las relaciones sexuales y las consecuencias que puede tener no hacerlo.
AUTORES
Nahikari García Suescun. Enfermera en Mutua Navarra.
María del Puy Ortiz Lana. Enfermera Planta de Medicina Interna del Hospital García Orcoyen.
María Sáenz Urra. Enfermera en el Centro de Salud de Estella.
Lorea García Aznárez. Enfermera en el Centro de Salud de Barañain