El frío y la soledad


Gisella Stoisa. Médico de Familia. Centro de Salud San Juan - Osasunbidea

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La soledad no sólo afecta al ámbito emocional o psicológico conduciéndonos a estados de tristeza, sino que además también afecta a nuestra salud física.

Con la llegada del invierno y la falta de horas de sol se puede retrasar y debilitar el metabolismo y provocar así desánimo entre otras patologías. Cuando los días son más cortos y hay menos horas de luz se produce menos secreción de serotonina, hormona del placer y del bienestar, y más secreción de melatonina, hormona del sueño, y por lo tanto nos sentiremos más cansados y nos costará más activarnos. Además en invierno y especialmente cuando empieza el frio intenso, tendemos a quedarnos en casa y a permanecer en lugares cerrados. Este cambio hace que al exponernos a pocas horas de luz disminuyamos nuestra actividad y por lo tanto bloqueamos las principales fuentes de gratificación o de placer que tenemos.

El ser humano es un ser sociable por naturaleza desde que nacemos. En España se estima que el 13,4% de las personas sufren soledad no deseada (datos del 2023). Afecta más a mujeres (14,88%) que a hombres (12,1%). El 22,9% se sienten solas durante todo el día. En el barrio San Juan el 33% de la población es mayor de 65 años. A partir de los 80 años la pérdida de autovalimiento hace que las relaciones sociales se vayan aminorando y debilitando.

Además, las personas con discapacidad, y otros grupos vulnerables, como las personas cuidadoras, inmigrantes, entre otros, son especialmente susceptibles de padecer aislamiento social y soledad.
La soledad tiene múltiples consecuencias a nivel individual. Repercute, entre otras, en el ámbito emocional o psicológico conduciéndonos a estados de tristeza, y entraña también riesgos para la salud física, favoreciendo, por ejemplo, la hipertensión, las enfermedades respiratorias, y las enfermedades cardiovasculares.

Soledad y cortisol

Se han demostrado relaciones entre la soledad y el aumento del cortisol o empeoramiento del sistema inmune.
El frío, sumado en esta época,  predispone a la formación de trombos en las arterias cerebrales y coronarias, así como al aumento de la presión arterial, pudiendo dar lugar a ictus y cardiopatía isquémica, todo esto supone costes a nivel social, especialmente en los sistemas de salud y en el consumo de medicamentos.
En nuestro barrio, San juan-Donibane donde la población mayor predomina, nos encontramos ante una problemática de salud llevada a cabo desde la Atención Primaria. Por suerte contamos con el Pacto por la Persona Mayor cuyo objetivo es asegurar la atención de las personas mayores en sus servicios de salud, sociales y comunitarios; mejorar la capacidad funcional y por ende la calidad de vida de nuestros mayores.

Asimismo, lamentablemente, vivimos en una sociedad moderna y consumista donde la calidad emocional pasa de largo y donde la Soledad No deseada es la Nueva Pandemia. Nuestro reto desde Atención Primaria debiera ser una prioridad clara en nuestro Sistema Sanitario y nosotros como médicos de familia estamos en ello para lograrlo.

AUTORA

Gisella Stoisa. Médico de Familia. Centro de Salud San Juan – Osasunbidea