La termoterapia es la forma terapéutica basada en los efectos de aplicación del calor y del frío sobre el organismo. Sin embargo, es común utilizar este término para referirse sólo a las aplicaciones de calor con fines terapéuticos. Por lo tanto, se denomina crioterapia a la utilización del frío como agente terapéutico. Es un método establecido en el tratamiento de lesiones agudas de tejidos blandos.
Los efectos de estos agentes físicos sobre el organismo dependen de varios factores, la extensión de la zona de tratamiento, el método de aplicación, la duración de la aplicación y la sensibilidad del paciente a la terapia, (los niños y los ancianos son más vulnerables a los cambios de temperatura).
Podemos clasificar los efectos en locales o generales, así a nivel local con la aplicación de frío podemos conseguir, vasoconstricción local por disminución del aporte sanguíneo a la zona expuesta, anestesia local, disminución de exudados, disminución del metabolismo, escalofríos por contracción muscular y piloerección.
Los efectos a nivel general serían la disminución de la temperatura corporal y la estimulación.
Teniendo en cuenta la acción y los efectos fisiológicos del frío sus aplicaciones son:
Anestésico local y antiinflamatorio indicado en inflamaciones agudas como por ejemplo en esguinces y contusiones. También se ha demostrado que la crioterapia reduce eficazmente el dolor en el postoperatorio tras cirugía reconstructiva de las articulaciones.
Por su efecto vasoconstrictor está indicado en el control de pequeñas hemorragias, por su efecto hipotérmico y disminución del metabolismo está indicado en el tratamiento de control de hipertermia y por su efecto de criocoagulación estaría indicado en algunas cirugías al producir una destrucción local en los tejidos.
La aplicación de frío como terapia parece ser eficaz, inocua y segura con apenas efectos secundarios o complicaciones tras su uso, sin embargo, se debe evitar la aplicación muy prolongada a bajas temperaturas porque podría provocar efectos graves como congelaciones o lesiones nerviosas.
Las contraindicaciones más frecuentes relacionadas con la aplicación de frío son los antecedentes de congelación y los trastornos vasculares.
La crioterapia puede ser utilizada como tratamiento tanto en pacientes hospitalizados como ambulatorios.
Las aplicaciones de frío o crioterapia se pueden realizar mediante frío seco o frío húmedo.
- FRÍO SECO:
- Bolsa de hielo: son bolsas para introducir cúbitos de hielo. Se llenan aproximadamente hasta las dos terceras parte de su capacidad para poder amoldarla a la zona a tratar. Se aplica envuelta en un paño que absorba la humedad exterior.
- Cold-packs: son envoltorios especiales rellenos de una sustancia gelatinosa que acumulan muy bien el frío. Se aplican también envueltas en un paño.
- Collar de hielo: es un recipiente de goma o de plástico de forma alargada y estrecha que se adapta fácilmente a la zona a tratar. En su interior puede llevar un líquido con un nivel bajo de congelación o bien aire helado enfriado mediante un aparato.
- Manta de hipotermia: se conecta a través de un tubo aun aparato que hace circular un líquido frío que circula por su interior. Existen de diferentes tamaños.
- FRÍO HÚMEDO:
• Compresas húmedas.
Recomendaciones generales
- Asegurarse de que existe prescripción médica.
- No aplicar frío húmedo sobre heridas o úlceras.
- En caso de aplicar hielo, hacerlo envuelto en una bolsa impermeables y está a su vez envuelta en un paño seco. En caso de utilizar cold-pack protegerlo igualmente.
- No aplicar frío durante más de 20 minutos y espaciar las aplicaciones un mínimo de 1-2 horas.
- Prestar especial atención en anciano y niños.
- Vigilar la zona de aplicación periódicamente y suspender el tratamiento ante cualquier alteración o pérdida de sensibilidad.
- En caso de inmersiones completas de la extremidad afectada no excederse de 5 minutos.
Procedimiento
- Preparar los recursos materiales necesarios.
- Explicar el procedimiento al paciente y pedirle su colaboración.
- Comprobar la identificación correcta del paciente.
- Lavado de manos.
- Observar la piel del paciente para detectar posibles alteraciones.
- Colocar al paciente en posición cómoda y adecuada.
- No poner nunca el dispositivo en contacto directo con la piel del paciente ni aplicarlo durante más de 20 minutos.
- Al terminar el procedimiento, retirar el equipo, limpiar la piel y reinstalar cómodamente al paciente.
- FRÍO SECO (bolsa de hielo o cold-pack):
- Si se trata de hielo introducirlo primero en una bolsa impermeable y posteriormente envolver en un paño, si se trata de cold-pack envolver en un paño.
- Colocar sobre la zona afectada y revisar la piel regularmente.
- Al finalizar recoger el material y limpiar la piel.
- FRÍO HÚMEDO (compresas frías):
- Comprobar temperatura corporal.
- Humedecer las compresas en agua fría o hielo y escurrirlas antes de aplicarlas.
- Aplicar durante máximo 20 minutos.
- Retirar, secar la piel y comprobar temperatura.
AUTORAS:
Rebeca Marban Fernández, María Vanessa Zamora Sierra, Lucía Orduna del Amo, Ana Lorés Puértolas, Laura Larramona Escario. Enfermeras del Servicio de Traumatología del Hospital Universitario San Jorge de Huesca.