A flor de piel


Dra. Leticia Villanueva Alegría. Unidad de Neonatos. Hospital Materno Infantil Miguel Servet

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El nacimiento de un bebe, viene acompañado de un sentimiento de incertidumbre por parte de los padres, y más aún si se trata de un bebé prematuro. Estos niños, son ingresados al momento del nacimiento, en unidades hospitalarias de acuerdo a su estado de salud general, debido a las complicaciones múltiples que pueden surgir por no haber completado su maduración uterina.

Este ingreso va a suponer una separación radical de sus padres, ya que ambos internarán en zonas diferentes del hospital, y algunas de ellas con estrictos horarios de visita, como ocurre en las UCIs y unidades de neonatos. Por todo ello, actualmente y dados los beneficios encontrados en la utilización del método canguro cada vez son más los hospitales que se están sumando a la práctica de esta iniciativa como complemento a la incubadora, ofreciendo mayor amplitud en los horarios de visita.

¿Qué es el método canguro?

El método canguro se inició en Colombia en 1978 como alternativa a los cuidados en incubadora. Más de tres décadas de aplicación e investigación, han dejado claro, constituye algo más que una alternativa a la incubadora ya que reporta abundantes beneficios tanto en el bebé como en los padres.
La técnica está inspirada en los marsupiales que nacen inmaduros y continúan su crecimiento fuera del útero, a resguardo de la madre hasta que están preparados para ingresar en su medio.
Es eficaz, natural, fácil de aplicar y económico.
La atención a los niños, manteniéndolos en contacto piel con piel, es lo que contribuye a la humanización de la atención neonatal y a potenciar los vínculos afectivos entre padres e hijo. Consolidándose así como una técnica eficaz que permite cubrir las necesidades del bebe en materia de calor, lactancia materna, protección frente a infecciones, estimulación, seguridad y amor.

Todos los padres, y en especial las madres, independientemente de su edad, número de partos, educación, cultura y religión pueden aplicar el método madre canguro, y este debería ser el resultado de una decisión informada y en ningún caso percibirse como una obligación.

¿Cual es la posición adecuada?

Para la realización del método madre canguro (MMC) no es necesario la utilización de medios específicos, sería suficiente con proporcionarles a ambos un ambiente tranquilo, no ruidoso, con una temperatura ambiental adecuada (entre 22-24ºC). La madre se sentará en un sillón cómodo, que le permita apoyar los pies en el suelo y la espalda erguida, si fuera preciso se le proporcionaran almohadas o cojines que contribuyan a mejorar su confort y postura. El bebe se coloca entre los pechos de la madre, en posición vertical, de modo que el pecho del niño quede en contacto con la piel de la madre. Este está desnudo con pañal y gorrito y se cubre con la propia ropa de los padres o un cobertor. La cabeza del bebe quedara vuelta hacia un lado y ligeramente extendida, permitiendo que este respire mejor y el contacto visual madre-hijo. Las caderas del niño quedarán flexionadas en posición de rana. Se habla de la posición con respecto a la madre, ya que es la que le puede proporcionar lactancia natural, pero la misma posición y obteniendo los mismos beneficios puede ofrecérsela el padre.

¿Qué beneficios le aporta al bebé el método madre canguro?

Los beneficios son múltiples aunque se podrían englobar en cuatro categorías principales:
• Beneficios emocionales: El método madre canguro, es vital para el pequeño, ya que encuentra en su madre su hábitat natural, le proporciona seguridad, tranquilidad y favorece el vínculo emocional del niño con sus padres, siempre roto al estar ingresado en una unidad de hospitalización.
• Beneficios neurológicos: Regula mejor el estrés con una mejor adaptación al medio y a los estímulos externos, incluso se ha comprobado que ayuda a aumentar la tolerancia al dolor de las intervenciones médicas. Recibe una mejor estimulación táctil, visual, olfativa y auditiva al encontrarse el niño más tranquilo, y las conexiones cerebrales crecen de manera apropiada y no determinadas por el estrés, favoreciendo en general la maduración del sistema nervioso.
• Mejora las constantes vitales: Al estar en contacto con el cuerpo de su madre regula mejor la temperatura corporal, produciéndose una especie de sincronización entre ambos, ya que si el bebe necesita calor, sube la temperatura corporal de la madre, y por el contrario, si tiene fiebre, la temperatura de la madre baja. Además estabiliza la frecuencia respiratoria y cardiaca y coordina mejor la succión- deglución, lo que contribuye a que gane peso más rápidamente.
• Mejorías generales: Favorece su desarrollo psicomotor y mejora el sistema inmunitario del bebé protegiéndolo de infecciones debido a que al niño se le ofrece una mayor accesibilidad a la lactancia materna, lo cual contribuye también a la ganancia de peso y a su recuperación general.

¿Y qué beneficios tiene esta técnica para los padres?

El beneficio fundamental, es que los padres se sienten partícipes de la recuperación de su bebé y con más fuerza para sobrellevar el largo y duro periodo hospitalario. Contribuye a disminuir el sentimiento de culpa y ansiedad que las madres de prematuros suelen tener, porque este método les permite sentir que están completando el tiempo de gestación.
Ayuda a la producción de leche materna: al estar cerca del bebé se segrega más oxitocina que permite a la madre estar más calmada y así producir leche más rápido.
Previene hemorragias postparto, la lactancia materna produce hormonas que ayudan a que el útero se contraiga.

¿Cuándo se puede comenzar a practicar?

El comienzo deberá demorarse hasta que el estado médico haya mejorado. El momento se valorará a nivel individual teniendo muy en cuenta la condición y el estado de cada bebé y su madre.

¿Cuánto debe durar la realización de este método?

El contacto piel con piel debería comenzar de forma gradual, de manera que el tránsito de la atención convencional en incubadora al método madre canguro sea imperceptible, debiendo evitarse sesiones de menos de 60 minutos, dado que los cambios frecuentes estresan demasiado a los bebés. Mientras la madre/padre y el bebé se encuentren cómodos, el contacto piel con piel podrá continuar y se suele prolongar hasta alcanzarse el plazo normal del parto a término, (40 semanas o 2500gramos). Alrededor de dicho plazo, el bebé ha crecido hasta tal punto que esta posición deja de ser necesaria; entonces, el bebé se retuerce, llora y se queja cada vez que la madre intenta ponerlo en contacto con su piel, y resultaría seguro recomendar a la madre que abandone la técnica gradualmente.