Situado en pleno centro de Pamplona, Amma Argaray inició su actividad en noviembre de 2004. Cuenta con 171 plazas residenciales y ocupa parte de uno de los edificios más emblemáticos de la capital, diseñado en 1931 por el célebre arquitecto Víctor Eusa. El de Argaray suma a la amplia variedad de servicios habituales en los centros gestionados por Amma Recursos Asistenciales un espacio destinado a la hidroterapia, que además de dar servicio a los usuarios, permite desarrollar tratamientos ambulatorios bajo control médico personalizado.
La ubicación del centro es privilegiada. Argaray es una de las zonas con más personalidad, atractivo y calidad de vida del centro de Pamplona. Y por su situación, explica Santiago Garde, nuevo director del centro, «los residentes salen, pasean por los alrededores, van a comprar. Tienen una vida muy autónoma».
El centro cuenta con una superficie construida de 8.700 metros cuadrados, entre los que destaca el patio central, en el que se realiza una gran cantidad de actividades al aire libre. Cuenta además con 10.000 metros cuadrados de zona verde y un parking exterior para visitantes. En el interior, dispone de gimnasio de rehabilitación, cafetería, sala de terapia ocupacional, consulta de odontología, peluquería y podología, cuatro comedores de uso exclusivo, un comedor social para celebraciones familiares, un aula de formación, cocina propia, una capilla en la que se celebra Misa todos los días, y los usuarios disponen de acceso a Internet con ADSL, teléfono,televisión y prensa.
Atención personalizada
Las personas que viven en el centro están al cuidado de un extenso equipo humano que vela por su bienestar las 24 horas del día, formado por profesionales de diferentes ramas de la medicina, la salud, el trabajo social, la estimulación y el ocio. Entre ellos dos médicos, una psicóloga, una trabajadora social, un fisioterapeuta, un terapeuta ocupacional, animación sociocultural, coordinadora de servicios generales, enfermeras y gerocultoras. A este equipo se añade el personal de recepción, administración, limpieza y servicios generales, como cocina y lavandería.
«Siguiendo la filosofía que rige la gestión de los centros de Amma Recursos Asistenciales -explica Garde- el usuario se pone en el centro del proceso y en torno a él se sitúan una serie de recursos técnicos y profesionales, siempre en función de un plan de atención individualizada, con objetivos concretos en función de las necesidades detectadas».
Hidroterapia
Un elemento diferencial de Amma Argaray es el servicio de hidroterapia. Se trata de una zona especialmente diseñada y adaptada al efecto, que dispone de una piscina con burbujas, un conjunto de aerosoles para tratar patologías respiratorias, baños de contraste y una ducha Vichy. Esta instalación ha sido concebida tanto para los usuarios como para desarrollar tratamientos ambulatorios con control médico personalizado.
«Todos los centros Amma nacen con la vocación de ser centros abiertos, y el de Argaray no es una excepción -explica el director – pero éste además lo queremos abrir, ubicado donde está, a todo el barrio. Que las consultas externas también puedan hacer uso de este servicio de rehabilitación». La piscina está adaptada para tres o cuatro personas, y cuenta con varios sistemas para diferentes tratamientos. Además, las personas que necesitan una silla de ruedas cuentan con un sistema que les permite utilizar estas instalaciones. Además de la hidroterapia, están contemplados otros tratamientos terapéuticos, como la aplicación de fangos y la ducha escocesa.
Actividades intergeneracionales
El actual director de Amma Argaray, Santiago Garde, ha ocupado hasta fechas recientes el mismo cargo en Amma Mutilva, galardonado en 2006 con el premio a la excelencia de gestión de un centro residencial. Garde habla con pasión de los programas de actividades intergeneracionales, una de las líneas de actuación de los centros gestionados por Amma Recursos Asistenciales. «Los mayores tienen muchas cosas que decir. Hay muchos estereotipos al respecto. Se dice que los mayores quieren alejarse ya de la sociedad, que los dejemos tranquilos, que quieren descansar… Los mayores tienen muchas cosas que aportarnos. Todo el crédito que proviene de su experiencia, de lo que han vivido y han aprendido, es algo que no podemos perder», afirma.
En este sentido, el director del centro comenta la visita los niños de la guardería del Sagrado Corazón, La Casita. «Vinieron en torno a 60 niños de entre año y medio y dos años y medio e hicieron una fiesta de final de curso con los residentes. Los niños estuvieron haciendo canciones, bailes, repartiendo besos y abrazos. Mayores y niños disfrutaron mucho de esta experiencia. A partir del año que viene iremos creando posibilidades para hacer actividades que les vayan bien a los niños, y también a los mayores, que puedan venir una vez al mes, y realizar proyectos comunes», comenta Garde.
Ocio
Entre las actividades de ocio de Argaray destaca un coro con personas con demencia. «Van perdiendo su capacidad de obrar, sus recuerdos, su memoria de fijación, pero gracias a otras personas más jóvenes que viene y cantan canciones que conocen, siguen manteniéndose en el aquí y en el ahora», explica Garde. Esta orientación a la realidad es uno de los objetivos a los que se orientan los programas terapéuticos de Amma. Buen ejemplo de ello es la denominada Terapia de Buenos días, que se realiza de forma diaria al inicio de la jornada y ayuda a frenar o mejorar el deterioro cognitivo. «Se trata de estimular a los usuarios. Todo lo que pueda provocar diálogo, interacción, comunicación entre unos y otros es positivo», afirma.
Otra de las actividades que pueden disfrutar los residentes de Argaray es el cuidado de la huerta. Se trata de un espacio de unos 400 metros cuadrados, en el que los mayores cultivan lechugas, cebollas, ajos, tomates, pimientos y otras hortalizas. «Dentro de poco, y más enfocado a las señoras, queremos crear un espacio en el que puedan cultivar flores y luego poder hacer cosas como flores secas, jarrones, que sirvan para adornar todas las instalaciones. La capilla, las habitaciones, los salones. Que ellas se vean recompensadas por una actividad de la que disfrutan», explica Garde.
Investigación
«Una particularidad de Argaray -avanza el director del centro- es que en breve vamos a crear una unidad de incontinencia, de Rehabilitación de Suelo Pélvico, para tratar las pérdidas de orina, con todo lo que conlleva. Ya se ha definido el emplazamiento, y esta unidad estará en breve funcionando. También estará abierta a la comunidad, abierta al barrio, porque nuestra vocación es ser un punto de referencia para el barrio, para estar, para realizar actividades, tertulias, reuniones de grupos de trabajo, juegos… Vamos a dar a la gente del barrio la posibilidad de usar las instalaciones, de coordinarnos para que podamos hacer cosas conjuntamente», recalca el director.
La Unidad de Rehabilitación de Suelo Pélvico forma parte de un amplio proyecto de investigación denominado QPEA, Foro de Investigación y Docencia de la calidad de vida en las personas de edad avanzada. Este proyecto, impulsada por el Grupo Amma y el departamento de Psiquiatría de la Clínica Universitaria de Navarra tiene como objetivo mejorar la calidad de vida de las personas mayores y de sus familias mediante el impulso de la investigación y la docencia de carácter interdisciplinario en el campo de la Geriatría, Psiquiatría Geriátrica y Gerontología.
Actualmente tiene seis líneas de investigación y docencia abiertas: trastornos afectivos en personas de edad avanzada; tratamientos no farmacológicos en la enfermedad del Alzheimer; la satisfacción de los enfermos de Alzheimer; sistemas de evaluación de la calidad en personas de edad avanzada; abordaje multidisciplinar de incontinencia de esfínteres; y estrategias de apoyo a las familias de personas dependientes.
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