Autoexploración mamaria


Lydia Aparicio Martinez. Enfermera. Hospital General de la Defensa. Zaragoza Ramiro García Ruiz. Especialista en Urología. Hospital Comarcal de Alcañiz

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La autoexploración mamaria es una técnica basada en la observación y palpación que la mujer se hace de sus mamas. Se trata de un procedimiento sencillo y fundamental para detectar cualquier anomalía o cambio que se produzcan en los pechos.

¿Cuándo empezar a hacerla?

La autoexploración se ha de convertir en un hábito, por lo que se recomienda realizarla a partir de los 20 años.

¿Cuál es el momento ideal para hacerte una autoexploración mamaria?

Se debe realizar una vez al mes, cuando la mama no esté bajo el efecto hormonal, así que sería adecuado hacerlo a lo largo de la semana posterior al fin de la regla. Para convertirlo en una costumbre, o tras la menopausia, se puede elegir un día e intentar realizarlo siempre el mismo, para no olvidarlo.
La primera autoexploración mamaria ha de realizarse detenidamente, para poder conocer cuál es el aspecto normal de cada mama. Localiza un ambiente tranquilo y relajado, y tómate el tiempo que necesites.

Técnica de la autoexploración mamaria

1-Colócate frente al espejo. Pon los hombros rectos y los brazos pegados al cuerpo. Observa la forma de las mamas, y gira el tronco a ambos lados para ver si hay algún bulto en la piel o en los pezones. Presta atención al aspecto de la piel, que esté lisa y sin arrugas.
2-Levanta los brazos, y ponlos en posición vertical. Comprueba si aprecias alguna diferencia entre un pecho y otro, y entre las axilas.
3-Baja los brazos, y junta las manos a la altura del cuello, tensa los brazos y haz fuerza. Al marcarse los músculos del tórax, podrás observar mejor si hay alguna anomalía.
4-Aprieta suavemente los pezones y fíjate si sale algún liquido de ellos. Aprovecha, y examina la zona de alrededor del pezón, si ambas tienen la misma forma o si hay alguna manchita o coloración anormal.

Palpación

Comenzaremos ahora la palpación. La mejor forma de hacerlo es tumbada, para que el seno se expanda de manera regular por el pecho.
Hazte una idea mental, divide la mama en cuatro zonas, cuyo centro es el pezón.

figura 1

Comenzaremos con la mama izquierda. Puedes colocar una almohada o una toalla debajo del hombro para estar más cómoda, levanta el brazo, y con la mano derecha palpa todo el cuadrante. Procura utilizar un tacto firme y pausado con las yemas de los dedos, manteniendo los dedos rectos y juntos. El movimiento debe ser circular, del tamaño de una moneda aproximadamente. Procura revisar toda el área desde la clavícula hacia abajo e incluso hacia la axila.
Cambiamos de postura, haz lo mismo con el lado contrario. No te olvides de la axila.

Patrones para palpar

Patrón de rejilla.- Desde la parte baja del pecho y con la mano del lado opuesto, examínate siguiendo el patrón con movimientos circulares pequeños. Revisa subiendo y bajando desde la parte baja del busto hasta la clavícula y desde el esternón hasta llegar a la axila
Patrón reloj.- Con la mano del lado opuesto, revísate siguiendo el patrón mostrado de las agujas de un reloj. Con movimientos circulares pequeños revisa desde el esternón, la axila, los lados y la parte baja del busto hasta llegar al pezón. Procura cubrir toda el área.

Consulta a un profesional si…

• Si las mamas tienen distinto tamaño o consistencia.
• La palpación causa dolor en algún punto concreto.
• Detectas algún bulto o hundimiento, tanto en el pecho como en la axila.
• El pezón tiene llagas o se retrae.
• Tienes alguna mancha, pliegue o arruga.
• Sale algún líquido por el pezón.

Recuerda que …

No es tarde para aprender a explorarte la mama. Más vale tarde que nunca, eso no sirve de excusa.
Ante cualquier duda provocada por la autoexploración de tu mama, debes consultar siempre al médico.
La responsabilidad final del diagnóstico y tratamiento es del médico, pero tú puedes ayudarle con la autoexploración mamaria a realizar un diagnóstico precoz del cáncer de mama.