El cáncer de próstata es el tumor maligno más frecuente entre los hombres y el tercero en mortalidad.
Hay distintos métodos para investigar la existencia del cáncer de próstata.
El tacto rectal evalúa el tamaño y la consistencia prostática, pudiendo detectar nódulos o induraciones sospechosos.
El PSA es un marcador específico de la próstata que se determina en un análisis de sangre, puede elevarse por infecciones prostáticas u otros procesos de la próstata, también en el cáncer de próstata.
La resonancia magnética multiparamétrica prostática es una prueba de imagen muy sensible para detectar zonas sospechosas de cáncer de próstata presentes en la glándula.
Hoy en día, ante un PSA anormalmente elevado, o un tacto rectal sospechoso, se debería indicar una resonancia magnética, y si se encuentran zonas sospechosas, realizar una biopsia de próstata para tomar muestras que nos aporten el diagnóstico final de cáncer de próstata.
La biopsia se puede realizar por dos vías de abordaje: transrectal y transperineal. En ambas, resulta imprescindible administrar un antibiótico intravenoso antes de la punción para minimizar el riesgo de infección.
En la vía transrectal se introduce tanto la sonda del ecógrafo como la aguja de biopsia a través del ano. Se trata de una técnica segura, rápida, que requiere anestesia local o una mínima sedación. Debido a la vía de acceso, tiene un riesgo de infección prostática (prostatitis) de aproximadamente 1%, y de infección grave o sepsis del 0.3-1%.
La biopsia de próstata por vía transperineal consiste en la extracción de muestras de tejido prostático, puncionando a través del periné en lugar de a través del ano. Aporta menor riesgo de infección que la transrectal.
La biopsia mediante fusión de la imagen de la Resonancia Magnética y la Ecografía transrectal es la herramienta más avanzada disponible en el momento actual para el diagnóstico del cáncer de próstata. Combina mediante un programa informático las imágenes obtenidas en la resonancia magnética previa, que, por tanto, nos indican las zonas más sospechosas de albergar un tumor, con las imágenes de la ecografía transrectal que realizamos en el mismo momento al paciente. Aumenta la rentabilidad de la biopsia, ya que el tejido obtenido es de la zona donde más probablemente se encuentra el tumor (aunque también del resto de la próstata).
Existen diversos softwares que permiten realizar la biopsia fusión, tanto por vía transrectal como por vía transperineal. En los centros en los que no se dispone del software, es posible que el urólogo realice la biopsia bien por vía transrectal o, preferiblemente, transperineal, orientando aproximadamente la punción a la zona que indica la resonancia, lo que se conoce como “fusión cognitiva”.
Después de la biopsia, el paciente se puede ir de alta a su domicilio a las pocas horas de la intervención.
AUTORES
Mónica Sanz del Pozo, Ángel García de Jalón Martínez, Raquel Espílez Ortiz, José Manuel Sánchez Zalabardo. Adjuntos.
María Jesús Gil Sanz. Jefe de Servicio.
Hospital Universitario Miguel Servet.