La cirugía bariátrica se considera exitosa, si tras la intervención se consigue reducir más del 70% del exceso de peso y el paciente es capaz de mantener esa pérdida de peso a largo plazo, siguiendo una dieta equilibrada y actividad física regular.
El bypass gástrico es la cirugía más realizada en todo el mundo. Es una técnica mixta ya que tiene un componente restrictivo y otro de mala absorción. Debido a esto, el bypass gástrico consigue la pérdida de peso por dos mecanismos. Por un lado, se construye un estómago de una capacidad muy reducida y por otro, se realiza un cruce en el intestino delgado (bypass) disminuyendo un 40% la superficie para la digestión y absorción de los alimentos, con lo que el efecto de la pérdida de peso es mayor.
El bypass gástrico es una de las técnicas más utilizadas, ya que es potencialmente reversible, tiene un porcentaje de complica-ciones bajo, una buena recuperación tras la operación y consigue pérdidas del exceso de peso superiores al 60-70% con muy pocos efectos secundarios.
Por estas razones, muchos cirujanos sostienen que el bypass gástrico es la técnica bariátrica de elección para la mayoría de pacientes con obesidad mórbida y es el patrón con el que se comparan todas las demás técnicas quirúrgicas.
Está indicado en pacientes con elevado Índice de Masa Corporal (IMC), patrón de alimentación con sobreingesta de dulces (pacientes “golosos”) y también en “picoteadores”, en aquellos pacientes con cirugía restrictiva previa que ha fracasado, enfermos con diabetes tipo 2 mal controlada (como cirugía metabólica), adolescentes y en determinados trastornos de la conducta alimentaria.
Cambiar de estilo de vida
Es muy importante antes de la realización del bypass, que el paciente conozca los riesgos y beneficios propios de esta intervención, entender que es necesario cambiar de estilo de vida y aceptar la necesidad de seguimiento a largo plazo.
En la Clínica Obedere contamos con un equipo multidisciplinar formado por Psicólogos, Nutricionistas y Endocrinólogos que realizarán un seguimiento estrecho del paciente para controlar que la ingesta de nutrientes tras la intervención es adecuada y suficiente para evitar déficits nutricionales, ayudar en los cambios del estilo de vida y dar soporte emocional para superar con éxito su lucha contra la obesidad.