Uno de los aspectos que más ha avanzado en los tratamientos de implantes dentales es la búsqueda de la inmediatez. Cada vez es más habitual hablar de implantes en el día o de implantes de carga inmediata como uno de los tipos de intervención comunes en este campo.
En nuestro caso, el logro de tratamientos predecibles, seguros e inmediatos ha sido una constante en el quehacer profesional. Siempre hemos pensado que este enfoque resulta muy ventajoso para el paciente porque tiene como consecuencia su bienestar, un objetivo esencial en cualquier actividad médica.
La filosofía de la inmediatez deriva en que el tratamiento se prolongue lo menos posible en el tiempo. No siempre es posible o recomendable colocar los implantes y las coronas o prótesis fijas implantosoportadas en el mismo día, pero es creciente el número de casos en que podemos hacerlo de esta manera.
Gracias a ello, el paciente recupera cuanto antes la funcionalidad y puede retornar a la vida normal. Las personas que no han sufrido la pérdida de dientes no son realmente conscientes de las dificultades que causa la ausencia de piezas dentales, tanto en la vertiente mecánica como en la estética.
Incluso, no pocos individuos se deciden por los tratamientos de implantología después de un largo período con prótesis removibles que, según el paso del tiempo, no cumplen bien su papel y pueden generar otras patologías, como la pérdida de masa ósea y sus secuelas: disminución de la altura facial, adelgazamiento de los labios, apariencia prognática de la cara, entre otros efectos.
Por tanto, es tarea del cirujano esforzarse por que el paciente vuelva a la normalidad en el menor plazo disponible, en coherencia con un resultado satisfactorio, saludable y duradero. Para conseguirlo, parece importante que el tratamiento responda a las expectativas y exigencias de la implantología de hoy.
Diagnóstico preciso, especialización y tecnología dental
La primera base de este proceso estriba en un diagnóstico preciso. La experiencia y la especialización en implantes dentales es uno de los factores que marcan la diferencia a la hora de realizar el diagnóstico adecuado, que implica optar por un amplio abanico de abordajes quirúrgicos para elegir el que mejor encaja con la solución de la enfermedad y las esperanzas del paciente.
Para llegar al diagnóstico, el recurso a la tecnología dental resulta igualmente nuclear. El apoyo de las herramientas de radiodiagnóstico y análisis digital, y la utilización de dispositivos de cirugía guiada, se convierten en claves del éxito del tratamiento.
Por ejemplo, si volvemos al concepto de inmediatez, gracias a estos instrumentos podemos alcanzar la estabilidad primaria de los implantes. Es decir, que la integración del implante en el hueso proporcione funcionalidad inmediata (podamos usar los dientes con normalidad) sin que sean necesario un tiempo de espera a que se produzca la osteointegración.
Junto a ello, la calidad de los materiales constituye otro de los elementos relevantes para alcanzar un tratamiento inmediato. La calidad de los implantes y sus componentes, la excelencia de los biomateriales que se usan para la regeneración ósea y la calidad de las prótesis nos permiten que la terapia pueda llevarse a cabo con fluidez y sin incidencias que alarguen el tiempo.
Asimismo, no hay que olvidar el hecho de que un tratamiento largo, al margen de entorpecer el día a día de la vida del paciente, incrementa los riesgos del post-operatorio, como la aparición de infecciones.
En definitiva, todavía existen casos, como los de reconstrucciones complejas, en que es inevitable pasar por procesos dilatados, en los que se van completando fases. Pero en la inmensa mayoría de las ocasiones, siempre que se cumplan las premisas indicadas, es factible alcanzar la inmediatez.
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